La Xunta considera "malo" el currículo de Bachillerato y ampliará el de Historia

El nuevo currículo de Bachillerato, aprobado por el Consejo de Ministros, contempla que la Historia de España de segundo curso arranque en la Constitución de 1812, en lugar de comenzar por la Prehistoria, y permitirá pasar de 1º a 2º con dos suspensos y obtener el título con una materia pendiente.

En respuesta a una pregunta del PPdeG en el pleno, Rodríguez ha criticado no solo el contenido de este currículo, sino la forma en la que se ha aprobado porque responde a la «improvisación» que ya cree que supone la Lomloe, con «incumplimiento de plazos» y que considera que va a «generar un gran estrés» en el sistema educativo. Además, en lo que se refiere en concreto al contenido de Historia de España, ha recriminado que empieza en 1812, con la Constitución de Cádiz, y «todo lo anterior no existe para la formación de los españoles, y de los gallegos por extensión». Por eso, ha anunciado que desde Galicia se va a «trasladar» a los estudiantes «conocimientos previos» al año 1812.

«No podemos permitir que un estudiante gallego que se diga formado en la Historia de España no conozca a los Reyes Católicos, la formación del Estado liberal, todo lo que tiene ver con la desaparición del Antiguo Régimen. Son elementos básicos y fundamentales que, si no se conocen, es muy fácil manipular a las futuras generaciones», ha advertido. Por eso, en Galicia se ampliará este currículo para que los estudiantes tengan «conocimiento, capacidad crítica, libertad para elegir».

Por todo ello, Galicia va a reforzar los contenidos humanísticos en los currículos educativos con la incorporación de la Historia anterior a 1812 en Bachillerato, cuestión que el Gobierno del Estado obvió introducir en los textos y que la Xunta considera fundamental en el desarrollo académico del alumnado, y que se compaginará con el impulso de las competencias STEM (Ciencias, Matemáticas y Tecnología).

Así lo aseguró esta tarde ante el Pleno del Parlamento el conselleiro Román Rodríguez, que defendió la importancia de la formación humanística, que resulta elemental en la responsabilidad de formar “ciudadanos libres, críticos y con capacidad analítica”, frente al “tanto da y del facilismo” que promueve el Gobierno del Estado. Una línea de trabajo que, fue suficiente el conselleiro, “es todo el contrario de la apuesta por la calidad y la cultura del esfuerzo que en Galicia está avalada por los resultados”, en alusión a los datos PISA o a la reducción del abandono temprana al histórico 8,1% (frente al 25,8% de 2009).