La escasa competencia digital de las familias y la falta de tiempo del profesorado, lastres para la incorporación de las TIC

La sociedad actual se encuentra en continuo cambio, la tecnología avanza a pasos agigantados y es posible que incluso nos sintamos rezagados. Por supuesto, el ámbito educativo debe surcar esta ola de innovación y adaptarse a las necesidades del momento, sin embargo, esto no es tan fácil. Según el estudio “Oportunidades y desafíos de la educación digital desde la perspectiva de los centros educativos”, la falta de tiempo del profesorado (70,9%) y la baja competencia digital de las familias (61,8%) son los mayores problemas para la incorporación de las TIC en la enseñanza.

El estudio de BBVA y Fundación Fad Juventud analiza la situación actual del proceso de transformación digital de los centros educativos españoles a través de las opiniones de directivos y responsables TIC. Un profesorado con competencias digitales insuficientes en TIC (51,8%) y la falta de tiempo de la coordinación TIC (50%), otras problemas en la incorporación de las TIC.

Al contrario de lo que se podría pensar tras ver estos datos, el 65% de las instituciones educativas consideran que están totalmente adaptadas digitalmente. Probablemente este optimismo esté influenciado por los buenos resultados obtenidos desde la crisis del Covid-19. Tan solo el 5% de los centros considera que la transformación no se ha dado en absoluto.

Tras la exposición de los datos, la experta internacional en Educación e impacto en el Metaverso, Cortney Harding, reflexionó sobre el futuro de la educación. Según Harding, nos encontramos en la fase inicial del metaverso, estamos en la etapa de acceso telefónico a Internet del metaverso, en unos años no será igual, será muy diferente. “Hablamos de crecimiento, de oportunidades de aprendizaje y construcción, y corresponde a los educadores ser parte de ello”, explicaba Harding.

Para una correcta implantación de la enseñanza digital, los centros consideran que el aspecto más importante es la mejora de captación del profesorado (54,5%). A su vez, recibe gran importancia la capacitación tecnológica de las familias (34,5%), el incremento de recursos por parte de las administraciones públicas (33,6%), la innovación en los métodos de evaluación (33,6%) o el incremento de dispositivos en las aulas (31,8%).

No todos los centros están de acuerdo en la necesidad de realizar una transformación digital. De hecho, tan solo el 53,6% está de acuerdo con la necesidad de avance tecnológico, un 32,7% no presenta un nivel de acuerdo tan alto y un 11.8% de los encuestados se encuentra en contra.

La pandemia ha favorecido esta transformación digital, pero a su vez afectó notablemente a los resultados académicos de los alumnos. Los centros concuerdan (58,2%) en que los resultados han sido peores, pero este dato contrarresta con los que consideran que el Covid-19 ha tenido «escaso efecto» (41,8%). Estos últimos surgen de la suma de los que creen que los resultados han sido iguales (31,8%) o mejores (10%).

A su vez, destaca que el 50,9% considera que su equipo docente ha mejora mucho sus capacidades digitales tras la pandemia, aunque un 42,7% restante admite que su mejora ha sido escasa. La inmensa mayoría de los centros creen que sus docentes han mejorado en este sentido, pero quizás no hasta el nivel necesario para afrontar una transformación digital. No debemos olvidar que un porcentaje de docentes presenta ciertas resistencias a incorporar las TIC en la docencia.

La integración de las TIC durante la pandemia y sus correspondientes resultados, han hecho que los centros educativos consideren que la modalidad de educación presencial y tradicional siga siendo el canal de formación principal. Sin embargo, sorprende que la opción más elegida (54.5%) sea una mixta, con mezcla de formación presencial y a distancia. Un alto porcentaje (32%) cree que la educación puramente presencial es la mejor opción.

Si comparamos estos datos con los que se realizaron el año anterior en “Experiencias y percepciones juveniles sobre la adaptación digital de la escuela en pandemia”, se observan diferencias entre las opiniones de los alumnos y los docentes. Si el cuerpo docente y los centros apuestan decididamente por una enseñanza presencial sólo o en combinación minoritaria con la formación online, los alumnos y alumnas optan por escenarios contrarios.