Hablamos Español plantea que familias de Baleares elijan la lengua vehicular de algunas asignaturas
En un comunicado, esta asociación argumenta que en todos los países con cooficialidad lingüística, en todo o en parte del territorio, han implantado un sistema de elección de lengua vehicular entre las oficiales. En todos ellos son las familias o los alumnos, si tienen edad suficiente, quienes eligen la lengua en la que les son impartidas las asignaturas.
La inmersión obligatoria total o parcial, señala esta asociación, no se lleva a cabo en ningún país porque ralentiza y perjudica la adquisición de los contenidos de las asignaturas afectadas, la terminología específica y el registro culto en la lengua propia de los alumnos.
La propuesta de Hablamos Español para la enseñanza en las comunidades autónomas con lengua cooficial es la misma que se aplica en estos países. Pero en el caso de que exista una manifiesta imposibilidad de hacer realidad un sistema de libertad de elección de lengua con «líneas puras», Hablamos Español plantea un sistema intermedio que respete en cierta medida la lengua materna o la elegida como principal o vehicular por las familias.
Por su parte, Escola Catòlica de les Illes Balears (ECIB), la patronal mayoritaria de la enseñanza privada concertada rechaza cualquier sistema de segregación lingüística, lo que conduciría a una «mayor división social», y cualquier propuesta contra el actual modelo de normalización de la lengua catalana, que es la propia de las Islas Baleares. En un comunicado, esta entidad hace un llamamiento a «la prudencia y al respeto» a los derechos de los titulares de los centros a establecer su propio proyecto educativo y lingüístico, «sin imposiciones».
Escola Catòlica se ha pronunciado este domingo en un comunicado sobre el proyecto educativo de Vox y PP de que los padres elijan la principal lengua en el proceso educativo. En primer lugar, todos los partidos y asociaciones deben respetar el Estatuto de Autonomía y la Ley de Normalización Lingüística y cualquier modificación de ambas normas debe ser consensuada.
En cuanto al ámbito escolar, cualquier regulación que impusiera en la escuela privada –concertada o no concertada– un determinado proyecto lingüístico «supondría» una invasión del derecho fundamental del centro a fijar y conformar este proyecto, derecho reconocido por la Ley Orgánica de Educación que se deriva de la libertad de enseñanza que proclama la Constitución Española. En tercer lugar, las familias ostentan el derecho fundamental a escoger escuela –pública o privada– para sus hijos, pero ello no comprende «en ningún caso» el derecho a «imponer a la escuela escogida un determinado proyecto educativo y, por tanto, tampoco un concreto modelo lingüístico». Por ello, los padres que quieren que la lengua castellana sea la vehicular, deben elegir aquel centro que más se acerque a este propósito, pero «en ningún caso forzar al centro a modificar la oferta educativa dispuesta por su titular».
Escola Catòlica señala que sus 83 centros educativos de ECIB ofrecen una oferta variada de diferentes proyectos lingüísticos, donde la proporción de las dos lenguas oficiales como vehiculares de la enseñanza es muy diversa. Por último, ECIB confía en la «prudencia» demostrada por el conseller de Educación, Antoni Vera, y hace un llamamiento al diálogo y al consenso.