La otra "vida" de los fondos de UE: aulas llenas de materiales accesibles en Castilla y León
La ventaja de estos materiales, diseñados buena parte de ellos a demanda de las necesidades específicas cada alumno con discapacidad, es la inmediatez de sus resultados.
Poder tocar los ribosomas de una célula, agarrar con un asa el transportador de ángulos o tener en sus manos la provincia de Soria, la de Valladolid o la de Zamora para volverla a poner en su sitio en la Comunidad son algunas de las posibilidades que han abierto los más de 800 materiales diseñados por ASPAYM Castilla y León dentro de un proyecto pionero conjunto con las consejerías de Familia e Igualdad de Oportunidades y Educación, financiado con 151.000 euros con cargo a los fondos Europeos. Esa es la «realidad» de lo que permiten esos fondos europeos, «facilitar la vida a las personas», ha transmitido la consejera de Familia, Isabel Blanco, este viernes en el balance de un proyecto que ha beneficiado a 4.000 alumnos de Castilla y León, cien de ellos con necesidades más especiales. Y es que son materiales que pueden ser utilizados de forma inclusiva en las aulas porque facilitan el aprendizaje de todos los alumnos en las diferentes áreas curriculares y además de los propiamente relacionados con las materias educativas se han impreso en 3D herramientas que favorezcan la autonomía de los niños con discapacidad, como accesorios para abrir botellas o sujetar bolígrafos y lapiceros.
Se han destinado los fondos europeos a desarrollar soluciones tecnológicas que faciliten a la atención a la dependencia o de las personas con discapacidad, para modernizar los servicios sociales, con soluciones «asequibles» que «ayudan a la autonomía y autoestima de los más pequeños» y que hacen de esa Comunidad «una tierra de oportunidades» en la que vivir, con respuestas para las personas que lo necesitan, ha reflexionado Blanco. De la mano del sector se ha buscado «avanzar en la equidad educativa» para que los alumnos estén plenamente integrados en el sistema educativo, ha trasladado la titular de Educación.
La ventaja de estos materiales, diseñados buena parte de ellos a demanda de las necesidades específicas cada alumno con discapacidad, es la inmediatez de sus resultados −con la posibilidad de obtener productos en pocas horas− y su bajo coste, lo que permite catalogar a esta innovación como social, pero también como democrática, puesto que los materiales impresos pueden ser propuestos por el propio alumnado.
El proyecto «Innova 3D: Discapacidad, Docencia y Desarrollo» ha empleado el diseño y la impresión 3D para la creación de materiales adaptados a las necesidades del alumnado con y sin discapacidad y se han desarrollado formaciones para que los docentes y las familias conozcan el funcionamiento y las posibilidades de los diferentes materiales. Además, se ha diseñado un curso para que los docentes de los centros educativos que cuentan con impresora 3D aprendan a crear sus propios recursos.
Esta iniciativa se desarrolla en las provincias de la Comunidad en las que trabaja Aspaym, en Ávila, Burgos, León, Palencia, Valladolid y Zamora, en uno de los proyectos más innovadores de la entidad, según su presidente autonómico, Ángel de Propios. Él mismo constató la «felicidad» de una escolar ciega de la provincia de Ávila cuando pudo tocar un mapa en relieve de su territorio y su Comunidad, ha concluido.