Trabajadoras de escuelas infantiles se concentran en Madrid para exigir mejoras laborales
Trabajadores de Infantil de diversas comunidades autónomas participaron en una concentración en la Plaza de Callao de Madrid para denunciar las "precarias" condiciones retributivas y laborales del sector, convocados por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FECCCOO).
Esta protesta se enmarca dentro de las cuatro jornadas de huelga convocadas en todo el país por la Federación de Enseñanza de CCOO (los días 19 y 25 de octubre y 8 y 15 de noviembre) para reclamar el desbloqueo de la negociación del convenio colectivo por parte de las patronales. A la huelga, están llamados a participar 80.000 profesionales de Educación Infantil en el conjunto del país y alrededor de 15.000 en la Comunidad de Madrid, de los que más de un 95% son mujeres.
La responsable de Acción Sindical de Privada de CCOO de Galicia, Tania Alonso, ha señalado que las condiciones laborales «rozan el esperpento», ya que, a pesar de llevar meses hablando con la patronal, «no solo no quieren mejorar las condiciones, sino que las quieren empeorar». «Si vemos avances tras la mesa negociadora de los sindicatos con la patronal, que tendrá lugar el 2 de noviembre, podríamos llegar a paralizar las próximas jornadas de huelga», ha indicado Ana, maestra de una Escuela Infantil madrileña. La secretaria de la Federación de Enseñanza de CCOO de Madrid, Isabel Galvín, ha explicado que los salarios de las trabajadoras y trabajadores de la Educación Infantil en la etapa de 0 a 3 años apenas alcanzan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.028 euros, a lo que se suma «la excesiva carga horaria y el retroceso en sus condiciones laborales».
La gestión de las escuelas infantiles sufre «una gran externalización» por parte de las distintas administraciones, tanto municipales como autonómicas, ha apuntado Galvín antes de afirmar que «en este modelo de gestión indirecta, las empresas privadas asumen la dirección y organización, a través de concursos públicos, donde priman las ofertas económicas más bajas frente a un proyecto educativo comprometido y de calidad». Galvín ha reivindicado «unas condiciones laborales dignas y unos salarios acordes con la formación y responsabilidad de las plantillas», que desarrollan «una labor pedagógica incuestionable». «Es la base de todo el sistema educativo y fundamental en el futuro desarrollo de los niños y niñas», ha afirmado.