Las ikastolas ven en la futura ley "una oportunidad perdida" y creen que segrega y divide

Éstas son algunas de las razones por las que Ikastolen Elkartea critica el dictamen de la nueva ley aprobado del pasado 29 de noviembre en la Comisión de Educación del Parlamento vasco, último trámite antes de que ser aprobada definitivamente por el pleno de la cámara con los únicos apoyos del PNV y el PSE-EE y el rechazo de toda la oposición.

La presidenta, Nekane Artola, y el director general, José Luis Sukia, han opinado este miércoles, en una rueda de prensa en la sede de la asociación en San Sebastián, sobre la nueva norma que, si finalmente se aprueba «tal como está», no satisface sus expectativas de «sentar una base sólida» y «servir de punto de partida» para «la transformación radical que necesita» el sistema educativo vasco. Artola ha lamentado con «pena» que «la valentía» que, a su juicio, mostraron los partidos políticos al alcanzar el acuerdo educativo en abril del año pasado –todos salvo PP y Vox–, haya «perdido fuelle» y, en vez de dar «pasos hacia adelante», la legislación se haya quedado «estancada» o incluso haya ido «hacia atrás» en ciertas cuestiones. Ha criticado, en concreto, que el proyecto normativo no sólo no ha concretado la consecución del «modelo de inmersión generalizada» en euskera, sino que «ha vuelto a incluir los modelos lingüísticos», cuyas «consecuencias» ya se han visto en las últimas décadas.

«Los modelos lingüísticos no euskaldunizan» y «no sirven» para lograr los objetivos que define el propio texto normativo, ha recalcado Artola, que ha agregado que su «carácter excluyente no hace sino acentuar las situaciones de segregación». También ha dicho que «no tiene lógica» que la ley ponga a los tres idiomas de aprendizaje «a la par», cuando «la realidad de las aulas» es que el euskera es una lengua minorizada y «tratarla» de forma igualitaria «implica perjudicarla».

Sukia ha señalado por su parte que el proyecto legislativo tiene además «falta de valentía» en cuanto al servicio público educativo, pues «la falta de concreción» en esta materia supone «no garantizar» que todos los centros públicos operen «en las mismas condiciones» y «crea el riesgo de perpetuar la dicotomía público-privada». La ley «habla de gratuidad pero no dice cómo la asegurará», ha lamentado el director de la agrupación de ikastolas, que ha avanzado a las familias de estos centros que se olviden este curso y «casi con toda probabilidad» el próximo de no pagar cuotas porque «no hay partidas presupuestarias suficientes» para que puedan dejar de cobrarse. Y ha reconocido no obstante que con la nueva ley «la situación no irá a peor y quizás en algunos años puede mejorar», puesto que «da pasos importantes» respecto a la Ley de la Escuela Pública de 1993, si bien ha rechazado que «cierre la puerta a la experimentación entre centros con distintas titularidades».

Ikastolen Elkartea agrupa actualmente a 114 ikastolas con unos 56.000 alumnos, 61 de ellas, con casi 45.000 matriculados, en Gipuzkoa, Bizkaia y Álava.