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¿Quieres que tus hijos aprendan a gestionar bien el dinero? Te damos las claves

La paga es la herramienta que más comúnmente se utiliza para introducir a los más pequeños en la gestión de sus propias finanzas. Analizamos, de la mano de Ana Serrano, experta en educación financiera de Fundación MAPFRE, sus pros, sus contras, y otras posibilidades más allá de la paga.
RedacciónViernes, 22 de diciembre de 2023
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¿Qué es una buena gestión del dinero? «Si preguntas a 10 personas es fácil que recibas 10 respuestas diferentes. Más allá de gastar menos de lo que ingresas y vivir dentro de tus posibilidades, cada familia pondrá en foco en unos aspectos concretos», nos explica Ana Serrano, experta en educación financiera de Fundación MAPFRE.

Así, algunas familias exprimirán hasta el último céntimo y otras tratarán de tener un buen colchón para evitarse preocupaciones en el futuro.

Antes de la nómina, la paga

Como reconoce Ana Serrano, este método tradicional sigue teniendo validez para introducir a los más pequeños en el mundo financiero. Es un modo de hacerlos dueños de su «propio» dinero, y de hacer que ellos mismos lo gestionen. Esto les permitirá diferenciar los caprichos de las necesidades.

Entre las ventajas de la paga, apunta las siguientes:

  • Les hace responsables de una parte de sus gastos.
  • Les enseña el valor del dinero y el valor de las cosas, al descubrir lo que cuesta aquello que quieren.
  • Activa sus habilidades matemáticas, al acarrear cálculos sobre cuánto deben ahorrar o lo que su paga puede dar de sí.
  • Les permite aprender a administrar su dinero e interiorizar que no pueden gastar lo que no tienen.
  • Les motiva a ahorrar, dado que habrá cosas para las que no les servirá con una única paga.
  • A través del error, descubrirán el coste de oportunidad, y verán que si se la gastan todo en una sola cosa esto no les permitirá hacer otra cosa que también desean.
  • No es una garantía contra los enfados cuando no se les dan los caprichos, pero sí les enseñará a establecer sus prioridades y a dosificar el dinero.
  • Puede contribuir a una mayor colaboración con las tareas de la casa.

Pero, así como tiene ventajas, también puede suponer inconvenientes. Ana Serrano apunta los siguientes:

  • ¿Dinero caído del cielo? La paga, como dinero a cambio de nada que es, puede llamar a los niños a confusión: En la vida real las cosas no son tan fáciles.
  • Aunque antes se mencionaban las tareas domésticas, no siempre es conveniente vincularlo a su colaboración en casa, pues pueden dar por hecho que deben recibir algo a cambio de cooperar.
Cómo introducir la paga

Para Ana Serrano, aunque depende mucho de cada niño, una buena edad para empezar a recibir la paga es a partir de los siete años. A esa edad ya saben sumar y restar, lo que les permitirá hacer sus cálculos.

La paga es una buena oportunidad para hablar de finanzas en casa, explicándoles a los niños que van a empezar a recibir un dinero, fijando una cantidad y una periodicidad y estableciendo también qué gastos podrán cubrir a partir de ese momento con el dinero del que van a ir disponiendo.

Con respecto a la cantidad, debe ser suficiente para costear los gastos que vayan a correr por su cuenta y, tras ello, ahorrar un poco.

Sobre la frecuencia, la ideal es la semanal, pues les dará margen para administrarse mejor la siguiente semana, tras haber aprendido de sus errores, y les permitirá ver más claramente cómo progresa su ahorro.

Alternativas a la paga

Aunque la más tradicional, la paga no es la única forma de que los niños y adolescentes aprendan a gestionar su dinero. Ana Serrano destaca que hay otros métodos que les acercarán a lo que luego se van a encontrar en el mundo real. En todos ellos, el niño/a o adolescente tendrá que ganarse su propio dinero.

  • Un huerto en casa. Con el interiorizará el valor del trabajo, aprenderá a tener paciencia, a negociar precios… ¡y disfrutaréis en casa de tomates que saben a tomate!
  • Crear una tienda de productos que hagan ellos mismos (camisetas, pulseras collares…). Una forma de ir más allá de un juego que les apasiona desde bien pequeños.
  • Labores especiales para nuestra casa o para familia y amigos. Se trata de echar una mano con tareas del hogar que normalmente no harían o que se escapan de lo cotidiano y que suponen demasiado trabajo para la persona que debe afrontaras.
  • Gestionar su propio presupuesto. Si, por ejemplo, los viernes hacéis cena especial en familia, se trata de que ellos se encarguen de comprar los ingredientes, comparando precios y calidades entre distintos establecimientos (y se queden con las vueltas).
Las "propinas" de los abuelos

Hasta aquí todo bien, pero… ¿qué sucede con esas generosas propinas que nos descuadran el presupuesto? Ana Serrano apunta que el 76% de los abuelos da dinero esporádico a sus nietos.

Este dinero, explica, se puede tratar como si de pagas extra se tratara, explicándoles a los niños que pueden emplear una parte de ese dinero ahora, si tienen alguna necesidad en estos momentos, y reservar el resto para sus objetivos de ahorro. Sin duda estas propinas de los abuelos son una ocasión para hablar de la importancia de un consumo inteligente y responsable, no compulsivo, y de vencer la tentación de malgastar ese dinero con el que de repente se cuenta.

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