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Facebook, ¿hay alguien ahí?

El perfil del usuario español es el de una mujer, casada y de entre 40 y 64 años de edad. Dinámicas menos aceleradas que en otras plataformas y ser una red generalista son algunos de los alicientes que seducen al público más mayor.
RedacciónDomingo, 4 de febrero de 2024
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© JIRAPONG

«Facebook es para los viejos», afirmó un niño de once años a los investigadores de Meta, según figura en los documentos internos que se hicieron públicos durante el escándalo de 2018.

Facebook el 4 de febrero cumple 20 años de edad, en un recorrido vital entre el éxito por convertirse en la primera red social del mundo y conectar millones de personas, y el decaimiento por su irrelevancia y mala reputación. Envejece y, aunque se mantiene dentro del enorme y poderoso paraguas de Meta, la plataforma pierde influencia social, sobre todo entre los más jóvenes. «Hace diez años, Facebook todavía era una red relativamente joven, y muchos adolescentes la empleaban. Esos usuarios hoy ya son adultos«, explica Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que añade que «ha fracasado estrepitosamente a la hora de captar a los adolescentes de esta última década, que la perciben como algo viejuno y demodé».

Los jóvenes huyen, pero seduce a los mayores

Y los datos lo confirman. Hace diez años, la proporción de adolescentes que usaban Facebook era del 71%, y actualmente es del 33%, según datos del último informe de Pew Research: Teens, Social Media and Technology 2023. ¿Por qué los jóvenes han abandonado Facebook? Principalmente, porque se han ido a redes como TikTok, Instagram o Snapchat. «Estas nuevas plataformas despiertan mayor interés por parte de los jóvenes, quienes, además, encuentran un perfil de usuario que se asemeja más a ellos», afirma Sílvia Martínez, directora del máster universitario de Social Media de la UOC. En esta línea, Lalueza advierte que «los jóvenes buscan su propio espacio, lejos del control parental, de modo que compartir plataforma con sus padres o incluso con sus abuelos les resulta una opción poco estimulante». Esto es un problema para una plataforma que tiene pocos usuarios y que quiere: jóvenes creadores, que marquen tendencias y a los que los anunciantes persiguen.

Así, lo que crece en Facebook son los usuarios de mayor edad: en España, la mitad son perfiles de 40 a 64 años, según el último informe de The Social Media Family. «Facebook muestra resultados en los que se registra un crecimiento de la franja de mayor edad, en detrimento de los usuarios más jóvenes. Los jóvenes no han abandonado Facebook, sino que seguramente ni siquiera se han dado de alta en la plataforma», advierte Martínez, investigadora del grupo de investigación Aprendizajes, Medios y Entretenimiento (GAME) de la UOC.

«Esta red tiene otros ritmos no tan acelerados como los de otras plataformas, donde predominan los vídeos cortos y los mensajes efímeros; así, estos usuarios de mayor edad encuentran un espacio algo más pausado a través del que conectar, en el que se pueden sentir más cómodos al estar más familiarizados con sus dinámicas de funcionamiento», explica Martínez. Estas son algunas de las razones que seducen a los perfiles de mayor edad hacia esta red: el perfil del usuario español de Facebook es el de una mujer (53,4 %), casada (8,76 %) y de entre 40 y 64 años de edad (50,6 %). Pero hay más razones, según confirma Lalueza: «A diferencia de lo que ocurre en otras redes sociales como Instagram o TikTok, no es tan fácil que te lleguen contenidos creados por alguien a quien no sigues (exceptuando los contenidos publicitarios). Además, configurar el nivel de exposición de los propios contenidos resulta muy sencillo e intuitivo«, explica Lalueza. «Un espacio para charlar con amigos, debatir y conectar con tiempo y más calma», así es como definen Facebook algunos usuarios.

«El riesgo de acceder a contenidos tóxicos o de sufrir interacciones no deseadas puede ser ciertamente menor, aunque ello no signifique que tales contenidos no estén presentes en esta red social ni que en ella no abunden trolls y haters«, advierte Lalueza. Facebook tiene dinámicas más moderadas, sí, pero no es un remanso de paz. «Como espacio centralizado en el que interactúan millones de usuarios, el discurso del odio no está ausente. Se trata de otro de los frentes a los que periódicamente la red intenta poner freno», explica Martínez.

Mantener un reinado tirando de nuevos horizontes y sentimentalismo

Así, la indefinición de la red es un aliciente para «mantener» a cierto público. «Cuando juegas a liderar en volumen de usuarios, ser una red lo más generalista posible puede ser una apuesta más productiva. No serás la más moderna ni la más cool, pero puedes ser la más masiva», detalla Lalueza, también investigador del grupo GAME. Y es que, aunque envejezca, Facebook sigue siendo la reina, es la red social con más usuarios activos diarios del mundo: en concreto, tiene 2.064 millones, según datos de Meta. Geográficamente, recoge incrementos importantes sobre todo en la zona de Asia-Pacífico y el resto del mundo; en cambio, en Europa y Estados Unidos se mantiene con valores similares. «Facebook se ha focalizado a menudo en crecer significativamente en países donde tenía menos presencia para compensar así la caída de usuarios en mercados que tradicionalmente constituían sus principales bastiones», explica Lalueza. Según datos filtrados por el propio Facebook, en el cálculo de usuarios de la red existen algunas dudas debido a las «cuentas múltiples», un fenómeno «muy frecuente» en la red: se analizaron cerca de 5.000 registros recientes y se indicó que hasta el 56% fueron abiertos por usuarios existentes.

Aunque envejezca, Facebook sigue siendo la reina

Pero ¿cómo ha conseguido Facebook mantenerse durante tanto tiempo como la red social líder? Para los expertos, es una confluencia de factores: «Primero, por pura inercia: los que están en ella, aunque sea de modo poco entusiasta, no se acaban de desvincular de la plataforma, en ocasiones incluso por razones puramente sentimentales«, enumera Lalueza. Mantener los contactos de la escuela, del antiguo trabajo o consultar los cumpleaños son algunas de las razones más emocionales. «En segundo lugar, porque, a través de la matriz Meta, forma parte de un ecosistema digital integrado por otras plataformas como Instagram, WhatsApp, Messenger o, más recientemente, Threads, que, de algún modo, se retroalimentan y se complementan entre sí», explica el experto. Además, este punto es especialmente cómodo para el usuario, porque puede acceder a otros servicios y plataformas sin la necesidad de volver a dar todos sus datos. «Y, en tercer lugar, porque en las redes sociales funciona la economía de escala: cuantos más usuarios tiene una plataforma, más probable es que hallemos en ella los contactos que nos interesan, lo cual siempre es un plus», aclara Lalueza.

Otras razones atañen a su «músculo financiero y su insólita capacidad para salir bien parada de crisis reputacionales potencialmente devastadoras», según Lalueza. El cambio de nombre a Meta, por ejemplo, se originó para desmarcarse del creciente desprestigio asociado a Facebook o el lanzamiento del metaverso, que se usó como una cortina de humo para pasar página en momentos particularmente críticos, según concluye el experto. Entre caídas y subidas está la historia de Facebook. Veremos cómo se adapta a los nuevos años.

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