Manolo Solo (protagonista de 'Una quinta portuguesa') y el cine: "El Goya de 'Tarde para la Ira' puso un foco en mí"

En el cine, tan importante es un buen broche de oro… como un buen inicio. Bien lo sabemos en MAGISTERIO. Por eso, para celebrar el estreno de ¿Hablas conmigo… DECINE?, José María Aresté ha charlado con Manolo Solo, el protagonista de Una quinta portuguesa.

El nuevo filme de Avelina Prat, directora de Basil, se estrena este viernes 9 de mayo, y llega cargado de emoción. Una quinta portuguesa permite al espectador conocer a Fernando, un profesor de Geografía que, devastado por el abandono de su mujer, toma una decisión tan desesperada como sorprendente: suplantar la identidad de otra persona.

«Creo que es lo más arriesgado que ha hecho esta persona. Es una persona tan reglamentarista, que lo tiene todo tan ordenado, tan controlado, que se siente más a gusto y tranquilo en el mundo de la representación de la realidad que en la realidad. En el mundo de los mapas, dando clases de Geografía, que viajando… odia viajar. Su mujer lo deja y no tiene ni la más remota idea, no le deja ni la más mínima pista de por qué se ha ido. Y entre eso y que también le da un ataque de orgullo, de «no voy a buscar una persona que no quiere que la encuentren, ¿dónde voy? Pues aquí mismo». Se monta en el primer autobús que pasa, vaya donde vaya«, expone Solo.

Una carrera tardía

Este actor español ha participado en producciones como Celda 211 o El laberinto del Fauno. No obstante, seguramente quienes acudan a las salas lo reconozcan por Tarde para la ira, trabajo por el que obtuvo un Goya a Mejor Actor de Reparto. «Me ha favorecido para tener un poco más de foco, para que me llegaran más y mejores opciones a nivel de guión», admite Solo, quien considera que este galarón «puso el foco» en él.

Su trayectoria, como menciona el director del portal de cine y series DECINE21, comenzó de forma tardía, después de estudiar Geografía. «Yo quería haber estudiado otra cosa que no pudo ser y estudié eso. Y no me arrepiento: me puso en contacto con gente muy interesante, estudié cosas bastante interesantes también, pero nunca me he dedicado a la educación ni a la pedagogía», señala Solo, quien asegura que tuvo clara su vocación por la interpretación desde pequeño. «Un poco disuadido por la familia, por las dificultades de la profesión, estudié Pedagogía, pero luego enseguida empecé a prepararme para actor y a trabajar como actor de teatro», relata.

Apasionado del teatro, este actor español está disfrutando descubriéndose a sí mismo a través del cine y ganándose la vida en el terreno audiovisual. Y, ya sea con papeles protagonistas o secundarios, tiene claro su objetivo: «seguir trabajando, seguir intentando hacer este oficio lo mejor posible».

Bien acompañado

Ese camino que ya está construyendo ya le ha permitido, entre otras cosas, conocer a personas como las actrices con las que ha trabajado en Una quinta portuguesa: María Madeiros, Branka Katic o Rita Cabaço. También Avelina Prat, con la que afirma entenderse muy bien. «Nos leemos bastante entre líneas. Habíamos trabajado juntos en un cortometraje. Cuando vi la película de Basil, su primera película, conecté, y cuando leí este guión…», rememora. «Me gusta mucho su manera de pensar y de crear historias para el cine», añade.

Y, como es importante cerrar con un buen broche de oro, Solo nos deja una anécdota. ¿De dónde viene su nombre artístico? «Cuando era chavalito y tenía mis grupos de música de rock and roll… Un poco para llamar la atención. Soy huérfano de padre desde pequeño, y hacer bandera de la soledad…», comenta.

Manolo Solo les espera, a partir de mañana, en las salas de cine, con Una quinta portuguesa. José María Aresté, en unas semanas, en un nuevo episodio de ¿Hablas conmigo… DECINE?