Valorar el aprendizaje más allá del resultado

La libertad de hacer algo mal sin que importe es reveladora. Esta es la idea de Karen Rinaldi, autora de Hazlo fatal, pero hazlo igualmente.

En la sociedad actual, el éxito es sinónimo de felicidad. Lo extraordinario reside en ser capaces de aceptar, e incluso cultivar, aquello que se hace mal. En esta obra, Rinaldi reflexiona sobre los beneficios inesperados del fracaso, así como sobre lo que se puede aprender de él: paciencia, resiliencia, presencia, coraje y alegría.

La idea de la autora es clara y concisa: valorar el aprendizaje más allá de su resultado, ya que, tal y como considera Rinaldi, buena parte de la vida social de los seres humanos gira en torno a esconder los aspectos menos brillantes o negar que existen siquiera.

Esta clara orientación hacia el éxito y a la recompensa hace que las personas olviden dejar espacio para cultivar nuevos intereses y, cuando se falla, es recurrente dejar de intentarlo. En este sentido, la autora se plantea: ¿qué pasaría si se renunciara a la necesidad de ser admirados o compensados y se aceptara que todos hacemos cosas mal?

Karen Rinaldi, prestigiosa escritora, pero también conocida en Estados Unidos por sus ensayos para la prensa, comparte en su nueva obra, a partir de su propia experiencia y de apasionantes aportaciones de la ciencia, la cultura y la filosofía, el convencimiento de que hacer algo fatal, por más que asuste, puede ser un camino a muchas cosas nuevas. Un impulso para concederse a uno mismo el permiso de fracasar y ser capaz de abrir la mente al mundo.