La FP debe anticiparse a los futuros perfiles de empleo

Cada vez, en mayor grado, el mundo actual requiere una mayor formación en cualquier ámbito, rama o área, además de una serie de habilidades que prácticamente deben ser innatas en el individuo para afrontar el día a día. Estas son, por ejemplo, tener cierta capacidad de adaptarse a diferentes contextos o tipos de escenarios de manera eficiente y rápida; una óptima comunicación, que reporte un trato fácil con los compañeros, potenciando así un mejor trabajo en equipo, o el dominio de cuantas más lenguas mejor. Todo ello para optar –nadie asegura que aún disponiendo de toda clase de competencias, el empleo que se logre obtener esté relacionado con ellas– simplemente a un puesto de trabajo tampoco demasiado ostentoso.

Bien es cierto que estos estudios se enriquecen cada vez más con el paso del tiempo, persiguiendo el objetivo de ser una opción real y competente para el alumno.

Pero es cierto también que quizás por unas cosas u otras siempre han estado relegados a un segundo plano, es decir, no cuentan estos estudios con la confianza necesaria por parte de muchos en un número, en algunas ocasiones, demasiado elevado.

Tanto las diferentes empresas que mueven el capital en España como los gobiernos son conocedores de esta situación, e intentan de diferentes formas propulsar estos estudios.

Hace escasamente una semana Isabel Celaá, ministra de Educación, y el vicepresidente corporativo de Samsung, Celestino García, presentaron y firmaron un protocolo de colaboración para el diseño y la implementación de dos cursos de especialización sobre inteligencia artificial y big data dirigidos a titulados de FP.

El objetivo es el de asegurar la capacitación de los profesionales de todos los sectores en competencias digitales para que den respuesta a la transformación actual del mundo y formar alumnos más competentes hacia su paso a la industria 4.0.

“La Formación Profesional es la joya de la corona. El objetivo es impulsarla, puesto que parece adormecida últimamente. Con esta colaboración queremos anticiparnos a los perfiles que requerirá el mundo profesional del futuro”, afirmó la ministra Isabel Celaá.

Este tipo de medidas son extremadamente positivas para unos estudios que, como se aludía en líneas anteriores, se encuentran en una posición no tan privilegiada como debieran. Se necesitan crear nuevos módulos que ofrezcan una excelente formación en tecnología, una especialización hoy capital, y que sin duda no mermará en importancia. La tecnología será todo en un futuro no tan lejano; el ser humano, el encargado de generarla. Es clave que España evolucione en estas lides, acción necesaria para instaurarse junto a los primeros países mundiales.

El segundo plano en el que se ubica la FP puede estribar de la obsesión imperante en realizar estudios universitarios. Por supuesto que disponer de un alto porcentaje de estudiantes que asisten a la universidad es algo realmente positivo para cualquier país, de eso no cabe duda. Pero sí es cierto que cada vez es mayor el número de matriculados, y parece estar, en los últimos años, predeterminado el cursar un Grado y, a continuación, su Máster correspondiente.

Según el estudio acerca del futuro del empleo Skills Forecast, llevado a cabo por la agencia Cadefop (Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional) España requerirá en menor medida perfiles universitarios en 2030 y, por el contrario, demandará fundamentalmente individuos con título de FP finalizado.

Se debe trabajar en la Formación Profesional. Muchas son ya las opciones existentes para elegir, y que se encaminan hacia una cantidad considerable de profesiones diferentes entre sí. Una ventaja es que esta formación atiende a los diferentes estudios que se hayan cursado previamente, es decir, existen diferentes niveles de entrada, traduciéndose en el acceso de un mayor número de alumnos. Dicho de otro modo, no son tan excluyentes como los estudios universitarios.

En primer lugar se encuentra la FP Básica, a la que solo se accede sin el Graduado Escolar. Por otro lado, se encuentra la FP de Grado Medio y Superior, y ambas exigen titulación previa: el título de Educación Secundaria Obligatoria, y título de Bachillerato respectivamente.

Finalmente, en la FP dual, que se implementa en Grado Medio y Grado Superior convergen, con equidad, horas teóricas y prácticas, realizadas estas en la propia empresa, para dar al estudiante una formación más real, más adaptada a lo que será el día a día de su futuro profesional.