Oxford Test of English: el fin del examen de inglés a bolígrafo

“Hay muchos exámenes de inglés en el mercado pero lo que la gente piensa es que son en papel y bolígrafo, son de dinámica aprobado/suspenso, son muy caros y están limitados a fechas a lo largo del año”. Simon Ferdinand, head of Market Development for ELT Assessment de Oxford University Press descubre uno de los puntos débiles de las pruebas de idioma en el entorno académico.

Con más de 18.000 examinados en España en dos años, la institución inglesa ha desarrollado un nuevo sistema de evaluación del idioma. A través de una tecnología adaptativa, el alumno accede a una plataforma on line que le permite certificar su nivel. De esta manera, el examen “no le resulta ni fácil ni difícil”. Dentro del marco que determinan los exámenes oficiales, se estipulan los niveles A2, B1 y B2. Cada certificado que se expide permite realizar una valoración de las habilidades de manera individual. “Es modular en las áreas oral, escrita, auditiva y comprensora. El alumno no suele tener el mismo nivel en las cuatro destrezas, pueden tener diferencias importantes”.

Esto permite que el estudiante prepare su propio mapa de aprendizaje y refuerce aquellas áreas en las que sus destrezas son inferiores. En palabras del responsable de Oxford en España, “tenemos 3.000 alumnos que, en los últimos dos años, han vuelto al examen para perfeccionar una destreza”. El resultado es un diploma oficial de Oxford University Press en el que, por un lado, visualizan su nivel global. Por otro, un desglose de su grado de conocimiento de las cuatro destrezas principales en el inglés.

“El examen está disponible los 365 días del año, a discreción del centro examinador”. Para Simon Ferdinand, la flexibilidad que ofrece el Oxford Test of English es otra de sus ventajas. Al tratarse de una plataforma on line, el centro examinador podrá convocar a sus estudiantes durante todo el curso. Tampoco se requieren exámenes impresos y esperas en cuanto a las correcciones. Todo se realiza en el momento, reduciendo gastos de logística, contaminación por el transporte de los materiales y, además, ahorra costes en la matrícula, lo que repercute directamente en el estudiante.

Esto favorece, en último término, la extensión del estudio del inglés a escolares que, tradicionalmente, no accedían a estas pruebas. Es el caso de los estudiantes de Formación Profesional: “Estos alumnos tienen una inteligencia más práctica, estimulada por la actividad, no por estar escuchando. Responden muy bien a un examen que es on line y que dura dos horas en vez de cuatro o cinco.”

Esta propuesta de Oxford revierte la dinámica de pruebas existentes hasta la fecha. Con el único requisito de realizar el examen de certificación en un centro asociado, los alumnos cuentan con más libertad para conocer y demostrar ante terceros su nivel de inglés. Por ello, el siguiente paso es la realización de acuerdos con instituciones educativas para reforzar el número de puntos de examen en España. Es el caso del centro de formación Aula Siena, uno de los socios estratégicos de Oxford.

“Compartimos pasión por la enseñanza y por las preocupaciones de docentes y alumnos. Compartimos las ganas de hacerlo bien y de que los alumnos aprendan más y mejor que nunca”. Para Simon Ferdinand, el mercado es ahora el que pide que sean más empresas las que, a través de Aula Siena, se conviertan en puntos examinadores oficiales para dar respuesta a la necesidad de modernización de este tipo de examen de inglés.

Con una Educación bilingüe en alza y con una generación de estudiantes cada vez más preocupados por la enseñanza del idioma, el inglés se ha consolidado como una de las tareas pendientes. De esta manera, la certificación supone no sólo el acceso a centros educativos de todos los niveles, sino también a la continuación en procesos de trabajo. Con un mercado cada vez más amplio, Oxford University Press ha apostado por una alianza estratégica con Aula Siena en la búsqueda de centros examinadores oficiales.

El acuerdo se dirige a seis segmentos diferentes, en palabras de Simon Ferdinand, head of Market Development for ELT Assessment de Oxford University Press: “Los colegios privados, los centros concertados, las universidades, las escuelas de negocio, las cámaras de comercio con federaciones de empresarios y los sindicatos”. También se amplía a otras entidades que, con un espacio suficiente y con acceso a Internet, quieran formar parte del Oxford Test of English.

En el marco de un mercado objetivo amplio, Oxford se ha apoyado en la experiencia en el sector educativo de Aula Siena, con el fin de llegar a acuerdos con empresas que absorban la demanda de certificación en inglés. Para Luis Castro, director de Formación de Aula Siena, “esto nos permite dar un paso más en el ámbito de la Educación y convertirnos en enlace entre la institución inglesa y aquellas empresas que quieran ampliar su oferta con la certificación de un idioma en auge. Debido a sus características, esta modalidad está teniendo muy buena acogida entre nuestros alumnos”. 

Aula Siena, con más de 20 años de experiencia, es un centro enfocado en la formación para profesionales de la Educación. Actualmente, cuenta con cursos on line y presenciales tanto oficiales, como propios y subvencionados. Desde el pasado mes de septiembre, además, es aliado estratégico de Oxford.

Para más información sobre cómo ser un centro asociado,  www.aulasiena.com.