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¿Cuánto tiempo delante de la pantalla es realmente seguro para los jóvenes?

Nuestras vidas han sufrido una transformación propiciada por los medios digitales, el acceso inalámbrico a internet y la inmensa cantidad de información que hay disponible en la web.
Deanna Mason
Experta en educación y salud familiar
21 de enero de 2020
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© patpongstock

Al igual que nosotros, nuestros hijos están expuestos a todos estos estímulos a través del ordenador, del teléfono móvil y de las videoconsolas, entre otros. Ahora, la mayoría de los niños tienen acceso ilimitado a casi todo, dada la magnitud de Internet y su capacidad personal para acceder a la red y para navegar por ella.

El acceso a la información y la posibilidad de averiguar rápida y casi inmediatamente aquello que deseas saber tiene una serie de ventajas maravillosas. Las fronteras físicas se han difuminado gracias a las interacciones virtuales. Esto conlleva innumerables ventajas adicionales para nuestra forma de vida moderna, tanto para nosotros como para nuestros hijos.

Sin embargo, la moderación es importante. Si el tiempo que uno pasa viendo en YouTube vídeos de animalitos monísimos sustituye al ejercicio físico, o si el enviar mensajes de texto a los amigos reemplaza los encuentros en persona y el hablar cara a cara, o si el jugar a videojuegos multijugador en línea tiene prioridad frente a hacer los deberes o los trabajos que te encargan en clase, de esos casos podemos decir que la tecnología se está utilizando mal. Se supone que la tecnología está ahí para mejorar nuestras vidas y para ampliar nuestro radio de alcance, pues nos permite ponernos en contacto con personas que viven lejos.

La tecnología no está pensada para ser un sustituto de la vida real o una forma de proyectar ante los demás una vida artificialmente “perfecta”. Nosotros, en tanto que padres, ya hemos pasado por la experiencia de vivir sin tecnología, pero resulta que nuestros hijos no. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad como padres el ayudarles a aprender para qué sirve la tecnología, cómo se ha de utilizar y cuáles son sus límites. Para lograr esto, el primer paso que hemos de dar es ayudarles a gestionar el “tiempo que pasan frente a la pantalla”, que es la vía de acceso que utilizan para conectarse a los medios digitales.

La tecnología no está pensada para ser un sustituto de la vida real o una forma de proyectar ante los demás una vida artificialmente “perfecta”

Algunas recomendaciones actualizadas sobre el uso de los medios pueden brindarle nueva información para ayudarlo a decidir qué es lo mejor para cada familia:

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) ha actualizado sus pautas para niños y adolescentes utilizando tecnología y medios de comunicación. Las recomendaciones principales incluyen:

  • Los niños de 2 a 5 años no deben tener más de 1 hora por día frente a la pantalla (incluidos YouTube, televisión, películas y videojuegos). Se recomienda que los padres vean conjuntamente cualquier programación que los niños estén viendo para ayudarlos a comprender el contenido y aplicarlo a su mundo a su alrededor.
  • Los niños de 6 años en adelante deben tener límites consistentes en su tiempo de pantalla, con qué tipos de medios se les permite ver e interactuar, y asegurarse de que este tiempo no interfiera con el sueño adecuado, la actividad física u otros comportamientos esenciales para la salud.

Además, los pediatras recomiendan que las familias creen momentos juntos libres de tecnología para apoyar el funcionamiento saludable de la familia. Los ejemplos podrían incluir las comidas o mientras se conduce.

También se enfatizan las recomendaciones para crear lugares libres de aparatos electrónicos en el hogar. Las áreas más adecuadas para convertirse en “libres de tecnología” son los dormitorios y el comedor.

Se alienta a los padres a que enseñen intencionalmente a sus hijos a comportarse de manera cívica en Internet y sobre las medidas de seguridad para reducir el riesgo de ciberacoso.

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