fbpx

Afrontamiento psicológico de la pandemia del coronavirus

No hemos de acentuar los efectos de la epidemia por coronavirus Covid 19 con unas conductas de alerta personal y socialmente inadecuadas.
Javier Urra
Dr. en Psicología y Dr. en Ciencias de la Salud
17 de marzo de 2020
0

® ANGELINA CHIRKOVA

Los ciudadanos del mundo hemos de asumir nuestra responsabilidad individual, sin ser paralizados por el miedo, sin entrar en pánico, ni obsesionarnos con la preocupación de enfermar. Hemos de tener capacidad para interesarnos por otros asuntos sin sobreexponernos a una información que satura y limita.

No podemos mantenernos en un estado de alerta permanente obsesionados por preocupaciones y sensaciones; impedidos para dormir, trabajar, o salir del hogar. Sigamos los consejos científicos, evitemos consumir y propagar información no contrastada.

Fortalezcamos nuestra capacidad de adaptación, de resolución de problemas. Mantengamos y compartamos desde el análisis de realidad una actitud optimista y esperanzada. No magnifiquemos, ni trivialicemos el riesgo.

Fortalezcamos nuestra capacidad de adaptación, de resolución de problemas. Mantengamos y compartamos desde el análisis de realidad una actitud optimista y esperanzada. No magnifiquemos, ni trivialicemos el riesgo

El ser humano es resiliente, afronta el sufrimiento, la incertidumbre, la ansiedad y la angustia. Algunas personas somos población de riesgo, otras son y serán afectadas con el consiguiente deber de aislamiento. Hoy la tecnología permite mantenerse conectado con los seres queridos.  Además será el momento de ocuparse, leyendo libros, viendo películas, escribiendo, para no caer en la soledad, la desesperanza y el miedo. La especie humana sigue en evolución, esta es una prueba de compromiso, de sentirse concernido la solidaridad.

El brote eclosionó en una ciudad de China, la epidemia se extendió por el mundo, una pandemia, que nos enseña que somos un solo mundo, que no conoce de fronteras ni nacionalismos. Somos la suma de individualidades que compartimos la misma existencia. Que aprendemos a seguir viviendo con restricciones, que modificamos costumbres, que prescindimos de lo que nunca habíamos pensado. Como sociedad universal saldremos fortalecidos.

Este seísmo social nos recuerda la importancia de los abuelos, el acuerdo en la pareja, lo esencial de la escuela, el encuentro en el hogar durante días de padres e hijos, la flexibilidad laboral. Creo que podemos y debemos aprender y aprovechar mucho.

0