Sin acuerdo para cerrar el curso universitario presencial

Las clases presenciales del pasado 13 de marzo serán las últimas presenciales de este curso 2019-20 para la mayor parte de los universitarios del país aunque continúe la docencia online y en mayo haya evaluaciones, también online, en primera convocatoria.

Este parece el escenario más probable a día de hoy, aunque no hay acuerdo en este cierre del curso universitario. Mientras que en algunas comunidades como Navarra o  Andalucía se da el curso universitario 2019-20 por cerrado, en el País Vasco o en la Comunidad de Madrid, como ha sucedido en el caso de las oposiciones docentes, no se descarta un segundo escenario: que, culminado el estado de alarma (en principio, el 11 de abril) todavía puedan incorporarse los universitarios unas semanas y hacer sus evaluaciones presenciales, aunque esto suponga ampliar el calendario.

En la Conferencia General de Política Universitaria celebrada telemáticamente en la mañana de hoy entre el Ministerio de Universidades y las comunidades autónomas no se ha llegado a un consenso en este punto y se ha emplazado a una próxima reunión, el 15 de abril.

Desde el Ministerio de Universidad se garantiza el acuerdo para que nadie pierda este curso como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus Covid-19 y para «hacer un esfuerzo para coordinar y complementar las políticas de todas las comunidades en la medida de lo posible».

Se apunta que «La evolución de la pandemia en España y en el mundo es actualmente imprevisible, lo cual condiciona los plazos temporales en que sea posible retornar a la enseñanza presencial». «Por consiguiente, debemos estar preparados para todas las eventualidades», se añade. Y se recuerda que existe autonomía universitaria para decidir esos plazos, siempre respetando las medidas sanitarias y habiendo consultado e informado a los estudiantes, docentes y trabajadores para que puedan prepararse con el tiempo suficiente para la evaluación final con las debidas garantías.

También se menciona que las prácticas presenciales curriculares deberán adaptarse en tiempo y forma, quizá desplazándose al verano o al curso que viene. Y se emplaza a la reunión de mañana entre la ANECA y las Agencias de Evaluación de cada comunidad para fijar criterios de evaluación y certificación homogéneos.

Desde la Conferencia de Rectores, la CRUE, se ha subrayado la importancia de establecer el nivel mínimo que se debe alcanzar en cada curso/ asignatura, “todo ello condicionado a que las competencia generales y específicas no alcanzadas puedan obtenerse en cursos posteriores”; también, de ampliar el curso para defender TFGs y TFMs y, excepcionalmente, prácticas curriculares “esenciales”. En el caso de las prácticas externas, se ha solicitado que se den como superadas cuando se hayan realizado al menos en un 50%, completando los créditos restantes, de ser necesario, con seminarios y otras actividades y analizar mecanismos de evaluación online. “Estas herramientas de evaluación, entre las que se encuentra la evaluación continua, deben ser coherentes con la situación y quedar definidas en el menor tiempo posible para cada asignatura, informando de ello al estudiantado”, se concluye.

Para el presidente de la CRUE, José Carlos Gómez Villamandos, “la vuelta a la docencia presencial es más que improbable”. En este contexto, ha reconocido el apoyo que están recibiendo del Ministerio, «de la mayoría de las consejerías» y, esperan, de la ANECA, dado que el esfuerzo de más de un millón y medio de estudiantes y más de 200.000 profesores y personal de administración y servicio requiere de «normas y medidas flexibles» para que cada universitario y cada universidad puedan superar el curso de forma exitosa.