El ecosistema de “Jara” se traslada a los hogares de su alumnado

El poder de adaptación durante el confinamiento, provocado por la expansión del Covid-19, se ha convertido en la tónica general en todos los sectores y, en especial, en el ámbito de la Educación. La creatividad para cambiar la forma de aprender, de enseñar y de evaluar ha llamado a la puerta de todos los centros educativos. Pero, ¿cómo se puede conseguir transmitir y trasladar el ecosistema de un colegio a casa?

Para alcanzar este gran reto, el colegio “Jara” se ha puesto manos a la obra. “Ha sido un proceso de reconversión complejo porque hemos tenido que evolucionar los principios de nuestro modelo Helix sin perder nuestra esencia”, explica la fundadora de este proyecto educativo, Irene Ranz. “Jara” es un colegio ‘niñocentrista’; es decir, aunque se sigue el currículum, las pruebas externas o la competencia académica; el niño es lo más importante y el centro se adapta a sus necesidades.

Así pues, este modelo se basa tanto en el contacto y acompañamiento personal como en la relación del alumno con los contenidos de aprendizaje. En este sentido, la relación del alumno con cada profesor y la relación de cada alumno con el resto de alumnos se sigue manteniendo a través de las clases por videoconferencia. “Ha cambiado el lugar, pero no la esencia. Los alumnos tienen tiempos de trabajo con sus profesores y tiempos de trabajo personal sabiendo que siempre hay algún docente al otro lado de la pantalla que puede guiarle en su tarea, aclararle dudas o simplemente estar con él mientras trabaja”, aclara la directora, Ana Romeo.

Ninguna clase virtual puede sustituir a una clase presencial. Sin embargo, “hemos tenido que reducir ese impacto”, comenta el profesor de Ciencias Sociales, Álvaro Gallego.

Para ello, han trabajado con mucha antelación realizando una programación semana a semana. Además, han introducido la plataforma Moodle y eso les ha permitido realizar una transición dulce hacia la formación a distancia sin perder el acompañamiento. De esta forma, han abierto franjas de horario de consultas y de trabajo acompañado por videoconferencia. “Debemos estar accesibles al conjunto del alumnado para conservar la vinculación. En estas circunstancias es muy importante mantener ese lazo tan especial que habíamos construido, ya que no son solo nuestros alumnos, son nuestra familia”, señala Gallego.

Aparte de esto, Romeo explica que cuentan con el bloque de ‘trabajo guiado’, gracias al cual el alumno puede conectarse y seguir la actividad solo escuchando el audio del profesor y, con el bloque de ‘trabajo personal’, donde puede llamar para consultar dudas. Por último, los viernes organizan talleres de neurodesarrollo, emociones, ajedrez, arte, etc.

“No te digo que será fácil, pero sí que valdrá la pena”. Con estas palabras resume Miguel, alumno de 6º de Primaria, cómo está viviendo este confinamiento desde casa. Su hermana Carmen, de 3º de ESO, echa de menos a sus profesores y tiene muchas ganas de volver a abrazarlos.

Al principio, a estos dos alumnos les costó acostumbrarse al nuevo modelo de clases. Sin embargo, ahora han asimilado la rutina de trabajo y han mejorado su autonomía. “En “Jara” nos ayudan y respetan nuestro ritmo”, señala Carmen. Así pues, los contenidos que están aprendiendo son elementos activos de la cultura; es decir, aprenden investigando, observando, experimentando y expresando lo aprendido de la realidad.

Finalmente, el colegio “Jara” ha conseguido transmitir y trasladar su ecosistema a los hogares de su alumnado.

• La situación actual se ha convertido en una puesta en escena para la competencia TIC y se ha transformado en un vehículo de comunicación y desarrollo del modelo Helix; es decir, se trata de una herramienta que ha hecho evolucionar el modelo y adaptarlo.
• En este sentido y para poder llevar a cabo la transición dulce hacia la formación a distancia, el colegio “Jara” ha favorecido la formación interna del profesorado para mejorar cualquier aspecto, así como la autoformación del mismo en nuevas herramientas educativas.
• Por último, el colegio “Jara” ha ofrecido y repartido equipos del propio centro como portátiles y tabletas a aquellas familias que lo han necesitado para poder garantizar el acceso a los contenidos de todos sus estudiantes.