Piden retrasar el reinicio de curso ante el avance del Covid

La vuelta a las aulas en septiembre fue a varias velocidades y la historia parece repetirse en enero. A punto de concluir las fiestas navideñas, la realidad de la pandemia vuelve a mostrarse nítida ante nosotros.

El primer trimestre terminó con buenas cifras en el terreno escolar, con una media de 0,2% centros educativos cerrados a lo largo de él. Cuando se dieron las vacaciones, el porcentaje era del 0,04% y las aulas confinadas no llegaban al 2%, según datos recabados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Sin embargo, las noticias que llegan de otros países, como el Reino Unido, que ha decretado el confinamiento más duro desde marzo, lo que incluye el cierre temporal de las escuelas, hacen que se enciendan las alarmas y se extremen las cautelas.

En el caso de Canarias, la más previsora, decidió el 22 de diciembre atrasar la vuelta tras las navidades al 11 de enero, y no el 8, “para unificar el reinicio en los distintos niveles educativos” en la enseñanza no universitaria. La comunidad concluyó el primer trimestre con un 0,2% de grupos en cuarentena.

En otras comunidades, como en Andalucía, con un 98,9% de centros abiertos a 21 de diciembre, se realizarán 140.000 test a los docentes entre el 4 y el 8 de enero, gracias a la colaboración entre la Consejería de Salud y la de Educación, para procurar “un regreso seguro a las aulas”.

En la Comunidad Valenciana se ha pedido que se retrase el reinicio de curso, previsto para el 7 de enero, pero la Conselleria de Sanidad no lo contempla, escudándose en que hasta ahora en el curso actual “las aulas se han demostrado como uno de los lugares más seguros”.

También en Extremadura el sindicato ANPE ha pedido retrasar una semana la vuelta a las aulas, comenzando en modalidad no presencial el 11 de enero y recuperando la máxima presencialidad el 18 de enero. El sindicato argumenta que se trata de “la segunda comunidad con más contagios” y explica que esa semana permitiría que aparecieran síntomas de hipotéticos contagios en las reuniones familiares, para así evitar “una posible escalada de contagios” y serviría para realizar “cribados masivos con PCR a todos los trabajadores de los centros”. Preocupa, asimismo, la ventilación de las aulas, en plena ola de frío, con máximas de 5 grados y mínimas de -2.

El frío y la necesidad de ventilar periódicamente las aulas preocupa asimismo en Aragón, que anunció a finales de diciembre que la presencialidad será total en ESO y Bachillerato. La vuelta se prevé para el jueves 7 de enero. Para el sindicato STEA, el hecho de que los centros carezcan de filtros HEPA ni medidores de CO2 les obligará a una ventilación natural que, con una temperatura exterior “gélida” y después de 15 días cerrados y sin calefacción, provocará “un estrés térmico que incidirá muy negativamente en el proceso de aprendizaje”. En localidades como Benasque se prevén -11 grados de mínima y 1 de máxima, y nevadas. Para el sindicato CGT, la vuelta el 7 de enero y la presencialidad total constituye un “delirio vergonzante, una imprudencia que podría tener graves consecuencias” justo en el momento en que se encara la tercera ola. CGT reclama aplazar el retorno.

Mientras, la Xunta de Galicia presentó ayer un espacio en colaboración con un equipo de la Facultad de Física de la Universidade de Santiago, ventilacion.usc.es, que ofrece pautas de renovación del aire compatibles con condiciones meteorológicas adversas. El conselleiro, Román Rodríguez, aseguró que, mientras que las autoridades sanitarias no indiquen lo contrario, las clases se retomarán el 8 de enero, y habló de las aulas como “lugares seguros” y de profesores y alumnos como “unos auténticos jabatos” a la hora de cumplir las normas que permiten contener la transmisión del virus causante de la pandemia.

Cataluña, por su parte, sigue adelante con su plan de realizar la segunda prueba de las oposiciones docentes el 9 de enero, con 5.970 inscritos, pese a las críticas de la Plataforma de Interinas Docentes de Cataluña y el sindicato CGT.

El Departament de Educació alega que la prueba se realizará con todas las medidas de seguridad, con un número reducido de examinados por tribunal, y considera que “los aspirantes que han estado durante mucho tiempo preparándose tienen derecho a finalizar el proceso”.

Dos días más tarde, el 11 de enero, deberá reincorporarse a las aulas el profesorado vulnerable al Covid, lo que también ha generado críticas sindicales.