El régimen talibán niega estar en contra de la educación femenina
Desde la instauración del régimen talibán en Afganistán, las mujeres han visto reducida su presencia en la vida pública
El régimen talibán instaurado en Afganistán asegura en un comunicado que «no está en contra» de que niñas y mujeres reciban educación. Lo hace después de que la semana pasada prohibiera que aquellas continuaran con su formación en las etapas de Educación Secundaria y universitaria. Pese al veto, que ha sido condenado por diversos organismos como la Crue, las autoridades del país lo atribuyen a que «todas las instituciones deben cumplir con las normas y regulaciones aprobadas».
En este sentido, el vice primer ministro afgano ha subrayado que «el gobierno trabaja para poner fin a la situación lo antes posible» y sostiene que «Afganistán es la casa común de todos los afganos». Lo ha afirmado durante un encuentro con representantes de universidades privadas, que han solicitado al régimen la vuelta a clase de las alumnas, así como un refuerzo del sistema educativo del país.
En la misma línea, el portavoz de los talibán y viceministro de Información ha exigido a Estados Unidos que «deje de interferir en los asuntos internos» del país tras las críticas de Washington a la prohibición de que las mujeres trabajen para organizaciones gubernamentales. «No permitiremos que digan estupideces ni amenazas sobre las decisiones de nuestros líderes bajo el argumento de la ayuda humanitaria», ha asegurado en su cuenta de Twitter.
Al margen de las declaraciones del régimen, la comunidad internacional ha expresado su condena unánime al veto sufrido por las mujeres afganas. El gobierno iraní, por su parte, ha expresado su disposición a ofrecerles educación: «Estamos dispuestos a solucionar los problemas sobre la educación de las mujeres en Afganistán, incluida la formación a través de internet», ha anunciado el director del Departamento para Asia Occidental del Ministerio de Exteriores iraní.
La prohibición de la educación femenina se enmarca dentro de una batería de medidas que han venido menguando el papel en la vida pública de la mujer afgana, a la que también se la ha prohibido trabajar en cualquier ONG. Todo ello, según el régimen, con el fin de «implementar las normas y reglamentos» del Emirato Islámico de Afganistán (como así se autodenominan los talibán). Organizaciones como la ONU o Save the Children han mostrado públicamente su repulsa.
.@UNFPA calls on the Taliban de facto authorities to reverse their recent decisions, including banning women from working with humanitarian organizations.
Women must be allowed to continue their life-saving work in #Afghanistan.
Read the statement ▶️ https://t.co/7t6ukjaby6 pic.twitter.com/QvBNppzD5w
— UNFPA (@UNFPA) December 27, 2022
