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Valeriano Aldonza: "Queremos educar a personas para que tengan una opinión propia y la sepan argumentar"

Desde hace dos años, todos los agustinos de España se encuentran unidos en una única Provincia religiosa. Su Consejero de Educación, Valeriano Aldonza Campo, nos explica cómo se ha desarrollado esta fusión, con 17 colegios repartidos por toda España bajo un mismo paraguas.
RedacciónViernes, 9 de diciembre de 2022
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Valeriano Aldonza Campo es Consejero Provincial de Educación de los agustinos en España.

No cocinero antes que fraile, pero sí maestro, filólogo, director del «San Agustín» de Santander, del colegio «Nuestra Señora del Buen Consejo» de Madrid y secretario del «San Agustín», también de Madrid, ha sido Valeriano Aldonza Campo, más conocido como Padre Valeriano, antes de llegar a ser Consejero de Educación de la Provincia de San Juan de Sahagún.

El además vicepresidente de CECE y CECE Madrid, que ha sido miembro, entre otros, del Observatorio para la Convivencia del Ministerio de Educación, del Consejo Escolar de Cantabria y del Consejo Escolar del Estado, nos habla, desde su experiencia, del momento que viven los diferentes colegios agustinos, muy repartidos a lo largo y ancho del país (la orden tiene centros en Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla y León, Ceuta, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, Islas Baleares, La Rioja y el País Vasco), y de cómo ha cambiado la educación en los últimos años.

Hasta hace dos años su red de centros estaba organizada en distintas provincias religiosas, pero a partir de 2020 hay una sola provincia, una marca única, por así decirlo, ¿qué ha supuesto este cambio?
–En el aspecto material, el nacimiento de la nueva Provincia de San Juan de Sahagún ha supuesto para la Orden de San Agustín reunir 17 colegios bajo una única administración y, lo que es más importante, trabajar un proyecto común repartido en 17 lugares geográficos; comenzar a caminar con la ilusión de beneficiarnos de lo mejor de cada uno enriqueciendo el Proyecto común –Carácter Propio, Ideario- que compartimos todos los colegios de agustinos. Ha supuesto, a nivel educativo, generar una red de centros importante y muy potente.

¿En qué ha consistido su labor durante estos dos años, como Consejero de Educación de la Provincia de San Juan de Sahagún?
–Mi labor ha estado muy mediatizada por la pandemia. Nuestro primer año de administración como Provincia, curso escolar 2020-21, en los colegios supuso la vuelta a las aulas… de la mejor manera posible pero con muchas restricciones. En mi caso, fue dificultoso, por las restricciones de todo tipo para la presencialidad, reunirme con los claustros de profesores o con los equipos directivos. Lo pudimos hacer solo de forma telemática y esto, siendo muy útil en muchos momentos, para nuestro campo educativo y, por extensión, para los inicios como Provincia religiosa con tantísimos temas encima de la mesa no fue lo ideal, necesitábamos presencialidad. El curso pasado y sobre todo el presente hemos vuelto a la normalidad. Pude disfrutar del regalo de estar el curso pasado dos veces y una hasta ahora en el primer trimestre en cada uno de los colegios, pulsando la hermosa heterogeneidad de nuestra presencia en la educación española.

Desde que se constituyó la nueva Provincia, mi tarea principal ha sido crear y presidir un Equipo de Titularidad que colabore con la Entidad Titular y los Equipos Directivos en todos los ámbitos de gestión de los centros, impulsando y garantizando la continuidad de la línea educativa según el Proyecto Educativo Agustiniano y el Carácter Propio.

Desde el Equipo de Titularidad se atienden las tres áreas fundamentales sobre las que descansa la gestión de nuestros centros: Área Pastoral, Área Económica y Área Pedagógica. Además, contamos con la colaboración de una asesoría para temas jurídico-laborales.

Habla de heterogeneidad, ¿son muy diferentes los 17 colegios agustinos de España? ¿Diría que cada uno tiene su sello, su valor diferencial? A la vez, ¿comparten algún rasgo en común, algo que haga que uno sepa que se encuentra en un colegio agustino nada más traspasar la puerta?
–Por supuesto que son diferentes nuestros colegios. No es lo mismo un colegio en Madrid que en León o en Ceuta… Su alumnado, su realidad social, familiar… son diferentes. No obstante, compartimos lo más importante: el Ideario agustiniano, nuestra forma de educar en valores evangélicos desde la pedagogía de San Agustín. Como colegios agustinos, nuestra acción docente y educativa, la de todos los colegios de la Provincia, se inspira en una propuesta coherente de valores y expresa un objetivo primordial: que nuestros alumnos no sólo aprendan a pensar y a hacer, sino también a ser y a compartir.

Externamente, el logo, la cartelería, imágenes de todo tipo, la marca… son comunes en todos los colegios. Lo común aparece inmediatamente cuando tenemos actividades conjuntas, por ejemplo, pastorales, campamentos de verano con alumnos, o en las mismas reuniones de nuestros profesores; como ellos mismos dicen “somos intercambiables perfectamente. Podríamos estar en cualquiera de nuestros colegios”.

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Por supuesto que son diferentes nuestros colegios. No es lo mismo un colegio en Madrid que en León o en Ceuta... Su alumnado, su realidad social, familiar... son diferentes

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Como Consejero de Educación, ¿en qué se fija a la hora de realizar sus visitas a los diferentes colegios agustinos? ¿Qué es para usted fundamental, qué recomienda cuidar especialmente a los responsables de los distintos centros?
–Mi labor principal en los colegios es animar, potenciar actividades, iniciativas en común, que sientan que en ningún momento están solos, somos muchos y somos uno. Tienen que tener claro que, especialmente desde hace un par de años, nuestra familia ha comenzado a ser aún más numerosa y esto tiene muchísimas más ventajas que inconvenientes.

Recomendamos a los Equipos Directivos, al visitar nuestros colegios, trabajar ilusionados por una labor eficaz, constante y global, fomentando un clima de armonía que contagie a los diferentes estamentos de la vida escolar.

Tenemos que conseguir que las Comunidades Educativas de nuestros colegios se reconozcan como auténticas comunidades cristianas, entusiasmadas por la responsabilidad y compromiso en la opción de un proyecto de persona, de sociedad y de creación, según el Evangelio y según nuestra Identidad Agustiniana.

¿Cuántos alumnos y profesores y personal de administración y servicios acuden cada día a estos 17 colegios?
–En este curso escolar 2022-23 tenemos aproximadamente 21.000 alumnos atendidos por unos 1.500 profesores y unas 250 personas de administración y servicios.

21.000
alumnos

atendidos por unos 1.500 profesores y unas 250 personas de administración y servicios tienen los agustinos en España

¿Qué tratan de inculcar a sus alumnos y alumnas en sus años de escolaridad?
–Fundamentalmente dos cosas: que sean buenas personas y lo más competentes posible. Nuestro escudo agustiniano se componen de dos elementos, un corazón traspasado por una flecha y un libro: queremos que nuestros alumnos aprendan a ser, aprendan a amar y aprendan a compartir; son las metas de nuestra pedagogía, a las que se llega por el camino de una educación en valores, vividos con alegría, en un clima de confianza y un entorno de libertad responsable. En palabras sencillas, se trata de que al terminar su vida escolar en nuestros colegios nuestros alumnos salgan con la “cabeza llena”, pero también con “el corazón lleno”. De lo contrario… algo no hemos hecho bien.

¿Ha variado mucho el perfil del alumnado en los últimos años?
–Realmente no es el alumnado el que cambia. Siguen siendo los niños y adolescentes de siempre, con los rasgos y características propios de cada edad. Quizás sean las familias quienes, fruto de la situación actual, inestable en muchos aspectos, se muestran más vulnerables, impacientes y exigentes. Queremos trabajar con las familias de nuestros alumnos, echarles una mano cuando nos necesiten, ser sus más próximos consejeros en la nada fácil misión de educar a sus hijos. Qué difícil pero hermosa responsabilidad tienen…

¿Les preocupa la caída de la natalidad? ¿Temen que en unos años los colegios empiecen a quedarse demasiado grandes?
–¡Por supuesto! Es una realidad y no somos ajenos a ella. Como no podemos hacer nada por cambiar la situación, debemos esforzarnos y centrarnos en ofrecer a las familias la mejor propuesta académica y educativa, una propuesta de calidad impecable que garantice la incorporación de nuevos alumnos a nuestras aulas y su posterior fidelización al centro, en la certeza de que cada alumno terminará su recorrido con nosotros con el mejor bagaje personal posible.

¿Qué rasgos valoran al seleccionar al profesorado?
–Lógicamente, el candidato debe cumplir los requisitos que dicta la legislación educativa en cuanto a titulación, habilitación y capacitación para cubrir el puesto de trabajo. Además, en nuestro perfil de educador agustiniano, priorizamos la identificación con nuestro Ideario. La presencia de agustinos en nuestros claustros va siendo cada año más reducida; de hecho, en unos años nuestros colegios estarán totalmente “en manos” de seglares. De ahí nuestra responsabilidad para elegir a aquellos educadores comprometidos con los valores evangélicos y que sepan mantener en el colegio, por encima de todo, el Ideario agustiniano por ser esto, principalmente, lo que busca el mayor número de familias que acceden a nuestros colegios y, así, no defraudar sus expectativas.

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La presencia de agustinos en nuestros claustros va siendo cada año más reducida; de hecho, en unos años nuestros colegios estarán totalmente "en manos" de seglares

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¿Considera fundamental la reforma de la profesión docente, para todos los docentes, tanto los que impartan en la Pública, como en la Concertada y la Privada?
–No sé si en términos de reforma de la profesión docente, pero sin duda confío y apuesto por la formación permanente y el reciclaje de los docentes. Es necesaria la actualización para lograr la educación integral de los alumnos. Nuestra sociedad marcha a una velocidad desorbitada, sin tiempo para que se sedimenten los valores que jamás pasan de moda. Esos son los valores que queremos transmitir a nuestros alumnos para que fundamenten su vida personal y profesional. Reciben tantos estímulos e información que corren el riesgo de dejarse llevar sin tener pensamiento crítico ni afrontar la realidad con opinión propia. En esta sociedad tan cambiante, queremos educar a personas para que tengan una opinión y la sepan argumentar. Obviamente, el profesorado tiene que estar preparado para ser la referencia que buscan nuestros chicos y chicas.

¿Qué ha de tener un buen director? ¿Debería ser una figura más “acompañada”?
–El director de un centro agustino es una figura fundamental, pues es quien impulsa y lidera el Proyecto Educativo Institucional. Dependerá de su estilo de liderazgo crear un ambiente armónico que valore las habilidades de sus docentes en su quehacer diario con los alumnos y sus familias. Debe además poseer una gran capacidad de gestión orientada en la búsqueda continua de una oferta educativa de calidad. Su liderazgo compartido le hará conseguir éxitos en los que todos los miembros de su equipo directivo y claustro se vean reflejados, verán los éxitos como algo propio. Por supuesto, la experiencia en la función directiva en un plus que mejora toda propuesta de éxito.

¿Cómo ve la reforma de la selectividad?
–Para ser sincero, hoy por hoy no la veo clara, de hecho se ha aprobado una demora en la fecha de entrada en funcionamiento… Creo que un cambio tan importante como el que se plantea requiere de otras transformaciones significativas del sistema educativo actual, escolar y universitario, más allá de un nuevo modelo de examen de acceso a la universidad. Mis compañeros directores, sobre el examen de la EBAU, desde hace mucho tiempo, abogan por un principio para nosotros indiscutible porque creemos que es el más justo: el gran logro del distrito único debe llevar asociado una prueba única; lo que no sea así, puede ser ocasión de desigualdad y de favorecer a unos estudiantes sobre otros.

¿Y la LOMLOE? ¿Ha sido especialmente complicado este curso –después de la fatiga pandémica acumulada– con su implantación en los cursos impares?
–Sin duda este curso está siendo complicado por la implantación de la nueva ley educativa. La bicefalia LOMCE-LOMLOE plantea problemas, no solo pedagógicos, sino también burocráticos. Sinceramente, no terminamos de entender la urgencia para echar a andar la nueva Ley… No es normal aplicar una Ley educativa de tanto calado y, una vez iniciado el curso, explicar a los profesores los entresijos de esa ley, su nueva forma de evaluación, sus currículos, la educación competencial… ¿No es más lógico preparar antes a los profesores para que puedan llevar a cabo la Ley que luego se va a poner en funcionamiento? Vemos que se ha hecho exactamente al revés… ¿A qué vienen tantas prisas?

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No es normal aplicar una Ley educativa de tanto calado y, una vez iniciado el curso, explicar a los profesores los entresijos de esa ley, su nueva forma de evaluación, sus currículos, la educación competencial...

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Enfoque por competencias: ¿sí o no?
–¡Cómo no! El enfoque competencial o aprendizaje basado en competencias es una línea metodológica cuyo principio es facilitar que los alumnos adquieran los contenidos a través de situaciones y entornos experimentales. Lograr una relación más estrecha entre qué, cómo y para qué se aprende.

Es imposible no estar de acuerdo con la teoría. Otra cosa es cómo se ha diseñado la puesta en práctica con la LOMLOE. Pienso que competencia es… con lo que se sabe, saber hacer; en este orden… Difícilmente una persona que no sabe, que no tiene conocimientos, será competente. Hay momentos en nuestro ámbito educativo en que parece como si se tratara de reducir conocimientos y así aumentar competencias… No tiene mucho sentido, ¿no?

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Difícilmente una persona que no sabe, que no tiene conocimientos, será competente

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Tecnología en las aulas: ¿sí/no/según para qué? ¿Se encuentra entre sus preocupaciones lograr una adecuada competencia digital de su alumnado?
–Absolutamente a favor. El confinamiento que vivimos durante la pandemia supuso un gran reto para los colegios que, de un día para otro –literalmente–, tuvieron que comenzar a atender a los alumnos telemáticamente durante tres meses. Aunque los docentes llevaron esta tarea de manera encomiable, es cierto que fuimos conscientes de algunas dificultades y debilidades en este ámbito que ahora tratamos de solventar.

La vida escolar, también en este campo, no tiene que estar separada de la vida que envuelve al alumno. En nuestras manos está tratar de que nuestros alumnos vean, utilicen la tecnología, como algo que puede ser maravilloso o lo contrario según el uso que hagan de ella.

Ahora bien, más allá de alcanzar la competencia digital del alumnado, debemos lograr la transformación metodológica y pedagógica del profesorado.

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