Víctor Javier Marín: "Nuestros jóvenes no necesitan 'influencers', necesitan referentes"

La Sede de Posgrado de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) acogió ayer la jornada Colaboración Pública-Privada en Educación, que en esta nueva edición se centró en abordar los retos educativos de la nueva legislatura. Representantes de las administraciones educativas y del sector empresarial fueron convocados por Siena Educación en una jornada que puso el acento en la transformación digital y su impacto en el sistema educativo.

La sesión inaugural corrió a cargo de José Ignacio Martín Blasco, viceconsejero de Educación de la Comunidad de Madrid. En su discurso abogó por «volver a la esencia de la mejor escuela», que a su juicio implica poner el foco en los tres actores principales del sistema educativo: el alumno, el docente y el saber. En otra línea, suscribió la necesidad de que agentes públicos y privados cooperen en la mejora de la educación: «Las administraciones marcamos la hoja de ruta, pero para alcanzarla necesitamos al sector privado», aseguró.

Tres fueron las mesas de debate que compusieron la jornada. La primera se centró en marcar los ejes de actuación en la educación española, en un momento en que la inteligencia artificial, la FP y los fondos europeos marcan la hoja de ruta. José Manuel Cabrera, viceconsejero de Educación del Gobierno de Canarias, sostuvo que «hay que fomentar la excelencia en todos los centros, ya sean públicos o privados» y señaló como prioridad de su gobierno «incrementar el esfuerzo del alumnado, dar más protagonismo a los equipos directivos y fomentar competencias como la comprensión lectora o la resolución de problemas». Santiago Roura, secretario general Técnico del Ministerio de Educación, fijó como reto «seguir fomentando la FP» e instó al rediseño de las titulaciones para «formar a los perfiles profesionales que demanda el mercado».

Isabel Martínez Lozano, comisionada de Fundación ONCE para Universidades, Juventud y Planes Especiales, hizo un llamamiento para «no dejar a nadie atrás». En este sentido, depositó en la Lomloe este propósito y recordó que «abrir más centros de Educación Especial no ayuda a la inclusión, sino fomentar en los centros ordinarios un modelo de inclusión real». Cerró esta primera mesa Adrián Gutiérrez de la Dehesa, jefe de Acción Social de Fundación Mapfre, quien puso el acento en la importancia de aportar recursos: «En nuestro caso, por ejemplo, ofrecemos a los alumnos programas de realidad virtual que les permiten trabajar de manera inmersiva cuestiones como los Objetivos de Desarrollo Sostenible».

En la segunda mesa se ahondó en la transición digital del sistema educativo, cuyo reto principal es, a juicio de José Luis Blanco, director general de Calidad y Equidad Educativa y Ordenación Académica del Gobierno de Cantabria, «saber cómo y dónde aplicar con criterio la tecnología». A este respecto, comentó que el último informe PISA reveló que aquellos alumnos que leían en dispositivos digitales tenían peor comprensión lectora que aquellos que utilizan el formato físico. En esta línea, José Miguel Sáez, director general de Centros e Infraestructuras de Castilla y León, aseguró que «no se trata de que desaparezca el libro ni el profesor; la digitalización requiere de un plan en el que nos tenemos que implicar todos y que necesita de la formación continua del profesorado».

Para Amparo Laliga, directora general de Global Learning, la clave está en «ponernos todos los actores de acuerdo en unas directrices comunes, independientemente del partido que gobierne», y recordó que «el debate no solo debe centrarse en la digitalización, sino también en las competencias que piden las empresas, como las power skills». Por su parte, Jesús Albertos, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de Valencia, alertó de que «no estamos incorporando al discurso que la inteligencia artificial podrá tener conciencia propia; hay que preparar a la comunidad educativa para esto».

La tercera y última mesa redonda se adentró en el ecosistema tecnológico empresarial y su aportación a las políticas públicas. Para Salvador Ruiz, director general de Personal Docente de la Consejería de Educación de Islas Baleares, las sinergias con las empresas son fundamentales por cuanto «nos aportan las herramientas necesarias para cubrir nuestras necesidades, que, además, están en continuo cambio». Por su parte, María Comín, responsable de Educación Pública & Privada K12 de Microsoft España, recordó la dimensión analítica de la inteligencia artificial: «La IA no es solo generativa, sino también analítica, es decir, también sirve para procesar datos y ayudar a docentes y familias a conocer mejor a los alumnos».

Jaume Roca, responsable de Grandes Cuentas de Educación de ASUS España, también puso en valor la dimensión humana: «No es solo es blanco o negro, sino que hay grises, es decir, la tecnología debe ser una herramienta pero guiada siempre por el ser humano». En otra línea, Aitor Mensuro, director de Instituciones y Sector Público de Aulaplaneta, recordó que no solo es importante poner el foco en la tecnología sino en los recursos que las alimentan. En este sentido, aseguró: «Hay que entender en profundidad el ecosistema digital de cada una de las comunidades autónomas según sus programas y líneas estratégicas; solo así puedes hacer como empresa una propuesta materializable».

El acto de clausura corrió a cargo de Víctor Javier Marín, consejero de Educación, Formación Profesional y Empleo de la Región de Murcia, que inició su discurso alertando de las que son, a su juicio, «situaciones de emergencia para nuestros jóvenes», en concreto, las altas tasas de abandono escolar temprano y de desempleo juvenil, «superiores a la media nacional y de la Unión Europea». En esta línea, también mostró preocupación por la «alta tasa de repetición», así como por «el uso abusivo de las tecnologías, que está provocando adicciones y aumentando los problemas de salud mental entre los jóvenes». Respecto a las disparidades entre comunidades autónomas, recordó que «no pueden cronificarse como desequilibrios territoriales».

En otro orden, Marín hizo un llamamiento para «dotar las políticas educativas de una nueva perspectiva, de una nueva definición política de los retos educativos en particular y de la formación en general». En este sentido, sostuvo que «las políticas educativas deben estar llamadas a ser la primera prioridad de cualquier programa de gobierno», pues, en sus palabras, «la educación es el mejor garante para la igualdad de oportunidades». Y también abogó por «no perder de vista valores tan importantes como el mérito, el esfuerzo y la capacidad».

Concluyó su intervención enumerando los ejes de actuación de la Región de Murcia en materia educativa, entre ellos, potenciar la excelencia, reducir la tasa de abandono, desarrollar una educación más personalizada, fomentar la conciliación, modernizar las infraestructuras y repartir equitativamente los fondos. Mención especial hizo a mejorar las condiciones del profesorado, que «deben ser figuras de prestigio en la sociedad». En esta línea, concluyó: «Nuestros jóvenes no necesitan influencers, necesitan referentes, docentes que sean capaces de aportarles aquello que les va a ser útil en el mañana».

Se puso así punto y final a una nueva edición de la jornada Colaboración Público-Privada en Educación, organizada por Siena Educación con el objetivo de tender puentes entre todos los actores implicados en el desarrollo de la educación y que en esta ocasión ha sido posible gracias al apoyo de Catergest, Universidad Camilo José Cela, Fundación ONCE, Global Learning, Aulaplaneta, Asus, Microsoft, Fundación Mapfre y VIU-Universidad Internacional de Valencia.