¿Cuál ha sido el efecto del Programa 'En Sus Zapatos'?

La Asociación Teatro de Conciencia presenta hoy los resultados del Programa de alfabetización emocional para la convivencia En Sus Zapatos: Un Espacio de Empatía Activa implementado y evaluado en 23 centros escolares de la Comunidad de Madrid en el curso 2019-20. Dicha evaluación fue realizada por el equipo de MEANS, dirigido por Juan Andrés Ligero, profesor de la Universidad “Carlos III”, en colaboración con la Universidad de Utrecht, el INEE del Ministerio de Educación y FP del Gobierno de España y la Fundación Tomillo. La presentación se colgará en la cuenta de Youtube de Teatro de Conciencia.

Igualmente, los datos de participación estuvieron influidos por la crisis sanitaria generada por el Covid-19 que produjo el confinamiento en marzo de 2020. Así, este programa que busca prevenir la violencia y el acoso escolar, usando una metodología propia que escenifica las emociones, –Teatro de Conciencia–, llegó, en la Comunidad de Madrid, hasta un total de 2.407 personas, es decir, 1.799 alumnos de 4º, 5º y 6º de Primaria y 1º de la ESO, 263 docentes y 222 familias y personal no docente. 

Tal y como se señaló en el Informe, la metodología de Teatro de Conciencia del programa En Sus Zapatos fue destacada y valorada muy positivamente por todos los participantes, ya que expresaron que les permitió vivenciar y ver situaciones que de otra manera sería difícil. “Su aprendizaje lúdico se desarrollaba en un contexto relajado que facilita que los participantes se expresen libremente”. 

En lo que concierne al proceso de implementación en el centro, la formación En Sus Zapatos compagina la teoría y la práctica. En este sentido, los adultos participantes sostuvieron que fue una formación completa que ofreció contenidos claros, interesantes y bien delimitados. En términos generales, hay una buena aceptación y valoración del programa. Una muestra de ello es que más del 70% del profesorado lo recomendaría, así como el 100% de las familias y personal no docente encuestado.

En cuanto a los resultados en la alfabetización emocional, en el caso de los docentes, por una parte, mostraron más importancia a reconocer las emociones que están sintiendo y a no dar por hecho las de los demás. El personal docente también destacó el conjunto de técnicas aprendidas en la formación y cómo fueron utilizadas en el aula para tranquilizarse.

En particular, se referenció la técnica de “El árbol”, la cual es utilizada con frecuencia cuando se produce mucho alboroto o hay conflictos entre alumnos para calmarse, parar y, después, actuar. De igual modo, los docentes señalaron que la formación recibida impactó en su enriquecimiento profesional y personal, así como en su capacidad para ponerse en el lugar del alumnado y en de los otros adultos. 

Por su parte, las familias verbalizaron que el programa En Sus Zapatos les ayudó a ver “el monstruo” que les tiene secuestrados cuando se enfadan con sus hijos y calificaron al teatro como un gran instrumento didáctico que aumenta la empatía activa, lo que permite ponerse en el lugar del menor, entender que detrás del mal comportamiento del niño hay un problema que lo explica y, como consecuencia, aseguraron que aumenta la capacidad de resolución de conflictos de manera más positiva, es decir, con menos castigos, recriminaciones y gritos.

En este sentido, en una conversación mantenida con Pax Dettoni, la fundadora y directora de la Asociación Teatro de Conciencia quiso puntualizar que hay una gran multitud de estudios de universidades de EEUU y Europa que demuestran que gritar daña el cerebro de los más jóvenes.

Sobre los resultados en el alumnado, según lo observado por sus docentes, así como por los trabajos artísticos de los menores que hicieron durante el confinamiento, el 92% de los docentes consideró que el alumnado aprendió a reconocer las emociones y a identificarlas en sí mismo, y un 90,5% estimó que el alumnado también aprendió a gestionar dichas emociones.

Otro dato significativo es que el 85% del profesorado consideró que el alumnado aplicó las técnicas aprendidas para calmarse, así como que los estudiantes sintieron más empatía en un 87%. Por último, las facilitadoras aseguraron que el programa les ayudó a incorporar herramientas de gestión emocional, pero también supuso un cambio en sus vidas.

Entre los principales resultados en la convivencia, se destacan las mejoras producidas en algunos elementos de comunicación asertiva como, por ejemplo, la reducción de castigos y sanciones. Asimismo, se aprecia una mejora en la resolución de conflictos y en la relación educativa en las familias.

Más concretamente, el 73% del profesorado consideró que el programa ayudó a una mejor identificación de las necesidades educativas emocionales del alumnado. De igual modo, la proporción de adultos que estimó que su mirada compasiva y su comportamiento afectivo puede ayudar a que los niños mejoren su comportamiento se incrementó significativamente, pasando del 53% al 72%.

Como consecuencia, la percepción mayoritaria del centro educativo es la de un lugar más seguro y respetuoso. En este sentido, el 88% del profesorado expresó que hubo una mejora en la convivencia, dándose un clima más amable e, igualmente, un 87% de los docentes apuntaron que los alumnos resuelven los conflictos de una manera más positiva.

Por todo ello, el Informe final de la evaluación del Programa En Sus Zapatos concluyó con que se consiguió el objetivo principal de mejora de la convivencia y del desarrollo de competencias socioemocionales, logrando resultados muy positivos tanto en el medio escolar, como en el entorno familiar.

• Tal y como explicó a MAGISTERIO Pax Dettoni, fundadora y directora de la Asociación Teatro de Conciencia, la mirada compasiva es el corazón del programa. Significa que, como adulto, eres capaz de comprender que el comportamiento disruptivo del niño no tiene nada que ver con que sea malo, sino que tiene que ver con que, en esos momentos, el niño está sintiendo una emoción que le genera dolor y no tiene la habilidad para gestionarla.
• Por ello, cuando se adopta la mirada compasiva, se empieza a mirar al niño con compasión, es decir, se reflexiona para ver de qué manera se le puede ayudar para que aprenda a identificar y a lidiar con esa emoción, con el fin de que se conviertan en seres empáticos que puedan resolver sus conflictos de forma positiva.
• Por otro lado, Dettoni expresó que la empatía activa tiene que ver con no solamente ponerse en los zapatos del otro, sino también con actuar en consecuencia, ya que, “cuando sucede esto, sale la compasión de ayudar, de acompañar y de, en última instancia, educar”, manifestó.