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El 76% de los jóvenes investigadores de nuestro país pretende emigrar el próximo año

Adrián ArcosMiércoles, 4 de julio de 2012
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No es una buena época para la investigación en nuestro país. El presupuesto para I+D+i en 2012 ha caído un 25% respecto al año pasado, con lo que retrocedemos casi al nivel de 2006. Un total de 5.633 millones de euros es la dotación para investigación en 2012, frente a 7.518 millones el año pasado. A este recorte hay que unirle la escasa confianza que genera este sector en nuestro país para los jóvenes que deciden dedicarse a la labor científica. Precisamente, el último informe Innovacef sobre I+D+i realizado por la Universidad a Distancia de Madrid (Udima) y el Centro de Estudios Financieros (CEF) revela que el riesgo de que los jóvenes investigadores españoles emigren al extranjero en el próximo año es del 76%, lo que supone un incremento del 14% respecto a 2011.

El informe, que se ha realizado sobre una muestra de 789 científicos –642 jóvenes que realizan su actividad en España y 147 que se encuentran en el exterior–, también alerta de que el índice de confianza de los investigadores españoles que trabajan en nuestro país es el más bajo desde que comenzó a elaborarse Innovacef en 2006, concretamente 4 sobre 10. Asimismo, sólo el 30% de los científicos españoles que están desarrollando su actividad en el exterior se plantea regresar a España cuando concluyan su actual relación laboral. El resto prefiere cambiar de país cuando terminen su actividad, pero nunca volver a España.

Según los propios científicos, las principales diferencias entre las condiciones laborales que se ofrecen en el extranjero y en España son los salarios, la financiación, el reconocimiento social, la estabilidad laboral y la carrera investigadora. El 72% de los jóvenes investigadores que trabajan en España tiene expectativas favorables en cuanto a la publicación de sus conocimientos frente al 94% de los científicos españoles en el exterior. Sin embargo, las perspectivas positivas de patentar se mantienen escasas para ambos colectivos, con un 41% para los que están en el extranjero y un 29% para los de nuestro país. Además, únicamente el 24% de los de nuestro país está recibiendo formación frente a un 63% de los que se encuentran en el exterior.

Por lo que respecta a la satisfacción con la carrera investigadora que se les ofrece, el 78% de los que se encuentran en otros países muestran expectativas favorables, frente al 28% de los que se han quedado en España. Además, el 52% de los que están fuera confía en que se contrate personal investigador para la realización de sus proyectos de I+D+i, frente al 21% de los que están aquí. Por último, el 42% de los que desarrollan su actividad en el exterior asegura que sus resultados ya han logrado mejorar la competitividad de sus organizaciones, frente al 32% de los que permanecen en España.

Según Pedro Aceituno, profesor del Grado de ADE de la Udima e investigador principal de este informe, “a pesar de la reciente aprobación de la Nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, no se ha conseguido incrementar el grado de confianza de los jóvenes investigadores que trabajan en España”, que sólo otorgan un 4 sobre 10 a nuestro sistema nacional de I+D+i. “Por desgracia, se trata de cifras que se encuentran muy lejos del nivel de expectativas que ofrecen los sistemas de otros países”, señala Aceituno.

Por comunidades autónomas, los jóvenes investigadores que manifiestan un mayor grado de confianza en su sistema de I+D+i son los de Cataluña (4,5), Galicia (4,4) y Andalucía (4,2). Pero , aunque todas estas cifras superan al índice general, todavía se encuentran alejadas del nivel de unas expectativas medias.

En Innovacef 2012 se ha mantenido el grado de confianza de los científicos españoles en el extranjero en los mismos 5,7 puntos del año 2011. Este índice alcanzó su máximo nivel en 2010 con 6,3 puntos. Estos científicos, que principalmente realizan su actividad en países de la UE y EEUU, han considerado que el mejor lugar para investigar es Holanda con una puntuación de 6,2 puntos, seguido de Alemania (6) y Francia (5,8).

Cooperación empresarial
Por segundo año consecutivo, el informe ha incluido una cuestión para profundizar en el tipo de cooperación de los científicos encuestados con el sector empresarial. Tanto los jóvenes investigadores que trabajan en España como los científicos españoles que efectúan su labor en el extranjero han seleccionado prácticamente las mismas opciones y con porcentajes bastante similares. Destaca que el establecimiento de la nueva opción “Realización de tesis doctorales” haya tenido una buena respuesta en ambos colectivos –con un quinto puesto–, por la importancia que tiene para conseguir una adecuada transferencia del conocimiento científico.

Por otro lado, la colaboración con el sector empresarial para la creación de nuevas empresas de base tecnológica continúa en niveles escasos y muy similares a los del año pasado, lo que no beneficia a la generación de puestos de trabajo altamente cualificados, como una de las grandes potencialidades que posee esta línea de transferencia del conocimiento científico.

En palabras de Pedro Aceituno, “es hora de que desde la iniciativa privada se apueste de una vez por todas por la investigación. Que empresas e investigadores sigan sin encontrarse en nuestro país es un drama para nuestra economía y un desperdicio imperdonable de talento. Los investigadores pueden ayudar a las empresas a organizar su conocimiento, a buscar las nuevas oportunidades que ofrece la economía del conocimiento y a ser más competitivas. A cambio, las empresas pueden ofrecerles lo que en estos momentos las Administraciones públicas no están en disposición de proporcionarles: unas condiciones profesionales adecuadas en las que desarrollar su trabajo”.

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