Probablemente una de las partes más divertidas de aprender en cualquier idioma son los modismos, ya que forman combinaciones de palabras originales, creativas, diferentes, en las que se expresa la creatividad de los hablantes y de las culturas. Así pues, ¿por qué no aprovecharnos de esa energía para enriquecer nuestras clases y despertar el interés de los estudiantes? Incluir su aprendizaje en cualquier etapa educativa fomenta un uso más personal de los idiomas y rompe la monotonía de una clase basada en contenidos más repetitivos y con menos margen para la expresividad. ¡Veamos las ventajas!
Javier Mollá 10 de marzo de 2025