Una de las frases que se repiten mucho en el ámbito de la enseñanza de lenguas es que aprender un idioma es también conocer una cultura nueva. Se trata de un proceso del que surgen y en el que se evidencian las diferencias culturales existentes entre los hablantes. El inglés o cualquier otro se habla dentro de una realidad geográfica y social concreta cuya evolución histórica ha dado una construcción que llamamos cultura. Por eso, del mismo modo que descubrimos palabras, también nos encontramos con una serie de códigos de comunicación y comportamientos que pueden ser muy diferentes a los que estamos habituados. Conocerlos bien es clave para llegar de manera efectiva a las raíces del mundo anglosajón por la puerta que nos ofrece nuestro inglés.
Javier Mollá 2 de junio de 2025