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Isabel Celaá: "La Educación no puede ser sustituida por el ámbito meramente domiciliario"

La ministra asegura en una entrevista en la Cadena Ser que en España hay un exceso de alarma en torno a la vuelta al cole, en comparación con otros países como Francia, Italia o Alemania, y que esta no se acomoda con la realidad.
RedacciónMiércoles, 26 de agosto de 2020
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Esta mañana, la ministra Isabel Celaá ha visitado el programa Hoy por hoy, de la Cadena Ser, menos de un mes después de la última vez, la víspera de la Conferencia Sectorial Conjunta de Sanidad y Educación y a unos días escasos de 27.000 centros educativos de que todo el país abran sus puertas en un contexto de pandemia de Covid-19 que, además, ha evolucionado mal el último mes de agosto.

Presencialidad prioritaria

La ministra insistió en la idea de que la escuela es «insustituible» y, por tanto, su apertura es «innegociable». Así, en todas las comunidades esta se producirá  a lo largo del mes de septiembre, con la presencialidad como concepto general. Si esta no puede ser al 100% se priorizará Infantil, Primaria y Secundaria hasta 2º curso (14 años, el equivalente al antiguo 8º de EGB).

«Hablamos no solo de septiembre, del comienzo de curso. Las escuelas tienen que estar abiertas en todo caso, salvo que haya una decisión sanitaria de rango superior que decida que hay que cerrar una escuela determinada, porque las escuelas forman parte de la sociedad y hay un derecho fundamental del alumno a ser educado. Los niños y niñas tienen que estar trabajando», proclamó la ministra.

Contra el alarmismo

«Creo que hay un exceso de alarma claramente, suscitado a veces con intención, otras sin ella por mucho movimiento político, mediático. En todos los países estamos con la misma incertidumbre provocada por la evolución de la pandemia», ha expuesto la ministra en respuesta a Pedro Blanco, al tiempo que ha instado a no cargar con más preocupación a las familias y a los centros educativos, con toda la incertidumbre social que de por sí significa la pandemia. «Veo un apuro que entra más en España que en otros países y que no se acomoda con la realidad. Todas las comunidades autónomas, todos los centros educativos, con un elogio específico a sus direcciones y profesionales, han estado trabajando desde junio», explicó.

Celaá invitó a mirar a otros países del entorno como Alemania, cuya Constitución, recordó,  y inspiró a la española: «El 3 de agosto entró un lander y todavía no ha entrado el último. En Renania la mascarilla es obligatoria y en otros lander no, y nadie lo pone en cuestión, sino que hay colaboración y lealtad institucional, no esta especia de alarma excesiva, que creo que no es buena», planteó. «Las escuelas van a abrir en septiembre, la presencialidad es el concepto general sin descartar otras opciones y estamos buscando el entorno escolar más seguro. Esto es así aquí y en otros países», insistió.

Al tiempo, afeó que a veces haya que recordar cómo funciona un estado autonómico en que algunas comunidades asumieron algunas competencias hace 40 años, otras hace 20 y otras son del Gobierno del Estado, «y este las ha ejercido con amplitud, teniendo iniciativa, llenando de contenido las conferencias sectoriales…».

Cita decisiva

Sobre la Conferencia Sectorial conjunta de Educación y Sanidad de mañana, recordó que es la sexta que se convoca desde el 13 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. No se parte de cero, por tanto, pues el documento de vuelta a clase y las medidas de prevención e higiene conocidas a final del curso pasado siguen vigentes. Pero Celaá reconoció que habrá que revisarlo, ajustarlo a la realidad, «sería irresponsable no hacerlo tras la evolución de la pandemia durante el mes de agosto», aclaró la ministra, que mostró la pertinencia de que la reunión de mañana, así como la Conferencia de Presidentes, se hagan en las fechas más próximas a septiembre, para poder adaptar las condiciones higiénico sanitarias a la realidad.

Así, el uso de la mascarilla en el ámbito escolar se generalizará desde los seis años y se analizará el modo más adecuado de tomar la temperatura, si a la entrada o una vez que los niños están en el aula.

Por otra parte, la ministra recordó que las medidas son comunes no solo a toda España, sino a otros países con cuyos ministros de Educación se mantiene en contacto, como Francia, Italia o Alemania: aulas provistas de geles hidroalcohólicos; ventilación, «toda la que podamos», «muy importante» y distancia interpersonal en burbujas que garanticen la estanquidad, la posibilidad de convivir en el colegio como en familia.

Las novedades se reflejarán en dos documentos, uno que elaborarán Educación y Sanidad y otro solo de Sanidad sobre la gestión de casos de Covid que se puedan producir en un centro educativo, para lo que subrayó la importancia del responsable o coordinador Covid, por su papel de nexo entre el centro educativo y Salud.

Niños en casa

También habló Celaá de las dos fórmulas para que los padres se comprometan a llevar a sus hijos al colegio si perciben que puede tener una afección sanitaria, por la vía de la declaración reponsable o de la notificación con acuse de recibo. Y de los posibles subsidios para los progenitores, por cuidado de un niño positivo o «cuarentenado», que se estudiarán con el Ministerio de Sanidad (baja por enfermedad) y el de Trabajo (permiso retribuido).

Y sobre la posibilidad de que la población escolar de riesgo pueda excusar su asistencia: «Habrá más causas de justificación, pero no se trata de no llevar [a los niños al cole] por no llevarlos. La Educación no puede ser sustituida por el ámbito meramente domiciliario».

Madrid y Podemos

La ministra aseguró que las medidas anunciadas ayer por la Comunidad de Madrid, como la contratación de más de 10.000 profesionales en los centros escolares, constan en los planes de Educación y «hay tiempo para hacerlo».

Acerca de la acusación desde Podemos de falta de liderazgo en su gestión remarcó que nunca lo ha oído decir y no le va a distraer. «Tenemos buenas relación, de compañeros de Gobierno. No quiero distraerme con estas cuestiones. Estamos trabajando para la principal, tengo mucho trabajo. Las comunidades dan y hacen mucho trabajo», zanjó la ministra, que no quiso responder y se limitó a sonreír cuando Pedro Blanco le preguntó acerca del liderazgo en la gestión del vicepresidente Pablo Iglesias o del ministro de Universidades, Manuel Castells.

 

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