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“La nueva ESO necesita un tipo de profesor específico”

Con una amplia experiencia en la docencia como catedrático de instituto y catedrático de Didáctica de las Ciencias Sociales en la Universidad de Valladolid, Isidoro González Gallego ocupa ahora el despacho en el que anteriormente trabajó Isabel Couso. Desde allí, González Gallego dirige un Instituto hecho a imagen y semejanza de su anterior patrona.
Miércoles, 10 de enero de 2001
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Autor: Marta SERRANO

—¿Cómo vive un docente el paso de las aulas a un cargo ministerial?

—Es una oportunidad, un modo de trabajar por la enseñanza desde otra perspectiva. No son cosas mensurables en la misma medida. Como catedrático de universidad he investigado mucho, pero también he sido director provincial de Educación en Salamanca, y me tocó administrar los llamados Pactos de La Moncloa. Para mí es un servicio a la Educación. Cada responsabilidad te permite desafíos diferentes que a alguien que le interesa la enseñanza le competen igualmente.

—¿Abarca el Instituto Superior de Formación del Profesorado desde maestros a catedráticos de universidad?

—No, lo que abarcamos realmente es la Educación no universitaria, sin desdeñar la colaboración en otros temas. No abarcamos la formación inicial de los maestros que está en la universidad. En cuanto a la formación de docentes de Secundaria, hay que acabar de rediseñarla bien porque la nueva ESO necesita un tipo de profesor específico. Ahora nos estamos preocupando de diseñar cómo debe ser la formación inicial, pero nuestra vocación es la formación permanente. Además nuestra misión no es actuar de manera directa, sino impulsar, desarrollar, incentivar y coordinar a todos los que trabajan en este campo. No pretendemos crear un centro mimético en cuanto a departamentos o disciplinas de la enseñanza. Crearemos un gran área de investigación, otro de excelencia formativa, otro de relaciones internacionales, otro de homologación de cursos en todo el territorio estatal, etc.

—¿Qué medidas concretas se tomarán para mejorar la formación de docentes?
—En este sentido tenemos un campo de trabajo muy amplio. Por ejemplo desde la investigación. La formación de los profesores debe adecuarse continuamente porque la sociedad cambia y los alumnos también. Además hacía falta un gran centro de homologación de certificados y, por supuesto, llevaremos a cabo programas y cursos que ofrezcan calidad por encima de todo. Hace falta un impulso de la carrera docente y la formación permanente.

—¿Cuáles son los proyectos más inmediatos?

—Trabajamos sobre la reforma del Real Decreto del CCP, los planes de colaboración que dejó planteados Isabel Couso y preparamos los cursos de verano para profesores de Infantil, Primaria y Secundaria en la Menéndez Pelayo. También pondremos en marcha un proyecto para poner en contacto a todos los docentes del país.

—¿Cómo surge la creación del Instituto?

—El Instituto es más bien la continuación de la antigua Subdirección General de Formación del Profesorado que, una vez acabado el proceso de traspaso de competencias, se transforma en un organismo autónomo. Ahora una gran parte de las responsabilidades educativas recaen en las comunidades autónomas y en lo que se refiere a la formación de los docentes, el Instituto Superior de Formación del Profesorado colaborará con todos ellas.

—¿Con qué presupuesto cuenta?

—De momento con la herencia de la antigua Subdirección General pero ya para el 2001 tendremos que tener un presupuesto que suponemos rondará los 1.000 millones de pesetas.
—Desde este organismo, ¿se pretende ofrecer cursos y formación más práctica que teórica?
—Yo no concibo una práctica sin teoría y viceversa. Los médicos pueden operar, pero sus acciones se sustentan en una base teórica fuerte. Debemos concebir las cosas como un gran producto. Nadie enseña a hablar a sus hijos preguntándoles el pasado de un verbo. Lo mismo ocurriría con el inglés por ejemplo.

—¿Celebrará el Instituto el año internacional de las Lenguas?

—Sí. Vamos a hacer un gran congreso llamado Lenguas extranjeras. Objetivo: Comunicarse. Para los alumnos de Secundaria lo importante es aprender a comunicarse con otras personas. Dejaremos la gramática para el Bachillerato si es necesario, porque es un fracaso que en España se estudie Inglés muchos años y al final se recurra a las academias para hablar con aquellos que no comparten nuestro idioma.

—¿Cree que el profesorado está preparado para retos como el uso de Nuevas Tecnologías en el aula?

—Nadie está preparado. Necesitamos que los chavales que ahora crecen inmersos en un nuevo idioma lleguen a ser profesores. Pero el docente se adecuará al igual que los médicos aprenden a utilizar las técnicas más modernas.

—¿Qué le parecen las reformas del MECD?

—Creo que van en la línea adecuada. Sobre contenidos mínimos le toca ahora el turno a las CC.AA, qué tendrán que adaptar los currículos a su alumnado.

—¿Dirá la Ley de Calidad algo sobre la formación del profesorado?

—Sí, hablará de ello.

 

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