La sombra de Cervantes se pasea por el premio ‘Leer es vivir´

Muchos siglos han pasado y todavía el maestro Cervantes acude a la llamada de muchos escritores que miran al cielo, o a una página en blanco, para buscar la inspiración. Y se puede decir que las ganadoras de la IV Edición del Premio ‘Leer es Vivir´ la han encontrado, a tenor del homenaje que le rinden en sus obras.
Miércoles, 21 de marzo de 2001
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Un año más, y para no perder las buenas costumbres, el grupo Everest ha hecho entrega del los Premios de Literatura Infantil y Juvenil Leer es vivir. La escritora argentina Norma Huidobro se ha hecho merecedora del galardón en categoría infantil con su obra Los cuentos del abuelo Florián (o 4 fábulas al revés). Esta obra, que mezcla lo lírico y lo cómico, nos presenta al abuelo Florián, que en las noches estrelladas de verano le cuenta a su nieta Lila las andanzas de un valeroso caballero llamado Florianís. Se trata de cuatro fábulas de corte tradicional, parodiadas y llenas de humor, cuyo aspecto y aventuras recuerdan a las del ingenioso hidalgo Don Quijote.

Pero existe un fondo mucho más profundo para todos los que se acerquen a este libro; constituye un canto a la solidaridad, la bondad y la cooperación, una defensa de la imaginación y de los sueños, y de la libertad frente a la opresión.

En cuando a la ganadora del premio en el apartado juvenil resalta ante todo la corta edad de la escritora (17 años). María Blanca Ballester, estudiante de COU, decidió escribir una novela histórica de aventuras, ambientada en tiempos de Felipe II. El protagonista, Íñigo Alonso, es un joven vallisoletano, afincado en Valencia, que para conocer mundo se embarca rumbo a Tierra Santa como acompañante de un grupo de moriscos a los que tratará de proteger durante el viaje.

En su aventura por el Mediterráneo conocerá a Miguel, un joven inquieto que llegará a ser un famoso escritor.

Los ricos y abundantes detalles históricos de la novela, el tratamiento de los personajes y de sus relaciones de amistad y convivencia, así como el ritmo narrativo que hace que el lector se enganche con el relato, son algunos de los valores que llevaron al jurado a premiar la obra.

Un jurado que estuvo presidido por el escritor leonés Antonio Pereira y por el especialista de Literatura Infantil y Juvenil de Universidad de Castilla-La Mancha Pedro Cerrillo. Pereira se enorgulleció durante la entrega de premios del rumbo que está tomando la Literatura Infantil y Juvenil en los últimos años. “A los jóvenes lectores hay que darles páginas que les interesen, pero en términos normales, no infantiles, porque son niños pero no son tontos”, aseguró el escritor.

Una postura a la que se adhirió Cerrillo pues, según el profesor, “esta clase de libros no han sido aceptados educativa, social e, incluso, editorialmente, a lo largo de la historia”. Y, aunque en los últimos 40 años se ha desarrollado una importante investigación crítica acerca de esta Literatura, reconoce que no es fácil escribir para niños cuando no se es reconocido.

No es éste el caso de Norma Huidobro y Mª Blanca Ballester, quienes ya cuentan con el respaldo del mejor de los padrinos, Miguel de Cervantes Saavedra, en su periplo por los intrincados mundos de la fantasía literaria.

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