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Un 54% de los padres vería bien el sistema del cheque escolar

Un estudio de la Fundación La Caixa sobre los padres de alumnos españoles demuestra su confianza en un sistema educativo carente de recursos. Para los autores, los padres ni se implican lo suficiente en la Educación de sus hijos, ni les dedican el tiempo necesario.
Miércoles, 28 de marzo de 2001
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El quinto libro de la colección de estudios sociales de la Fundación “La Caixa” lleva un título que define a la perfección su contenido: La familia española ante la Educación de sus hijos.

Este completo estudio, dirigido por el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Víctor Pérez Díaz, demuestra que los padres y madres españoles están en general satisfechos con los profesores de sus hijos y con la contribución de los colegios a su formación. Pese a ello, esta opinión lleva consigo el convencimiento de que la enseñanza Pública necesita más recursos.

Así, un 74 por ciento de los padres y madres encuestados cree que la enseñanza Pública debe mejorar “mucho o bastante”. Este dato se complementa con el hecho de que un 38 por ciento de los encuestados estaría dispuesto a pagar “unos pocos impuestos más” para reforzar a la Pública. Frente a este “apoyo débil”, sólo un 10 por ciento se mostraría partidario de pagar “bastantes más impuestos”.

El trabajo, en el que también han colaborado el profesor de Sociología de la UCM Juan Carlos Rodríguez y Leonardo Sánchez-Ferrer, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Burgos, se ha basado en una muestra realizada a 2.500 padres y madres de estudiantes de Primaria y ESO entre mayo y junio del 2000.

Contradicciones

Para Juan Carlos Rodríguez, “el objetivo del estudio es llamar la atención a los padres que en la encuesta muestran muchas contradicciones”. En este sentido, los autores del informe consideran que “los padres creen que la familia es el entorno más idóneo para la Educación de los niños pero dedican poco tiempo en acompañar a sus hijos al teatro o estar al tanto de cómo va el niño en la escuela”.

Levantar ampollas

El estudio ya está siendo contestado por las asociaciones de padres de alumnos que coinciden en señalar que los progenitores dan cada vez mayor importancia a la enseñanza, y sí que se implican en la Educación de sus retoños de forma generalizada. Pero para Juan Carlos Rodríguez “existe la necesidad de que los padres se impliquen aún más en la enseñanza”.

Este profesor de Sociología de la Universidad Complutense fue más allá al afirmar que “los poderes públicos no pueden cambiar los comportamientos de los ciudadanos” pero añadió que “si los padres no tienen tiempo para sus hijos ¿para qué tienen tiempo entonces?”. Así, Juan Carlos Rodríguez señaló que tiempo existe y que todo es una cuestión de prioridades.

Más datos

Además, cabe apuntar que la necesidad de ayudar a la Pública está respaldada por el hecho de que el 64 por ciento de los entrevistados optan por llevar a sus hijos a centros Públicos mientras que el 23 por ciento opta por un centro concertado religioso y únicamente un 7 por ciento opta por un concertado no religioso.

Otra conclusión que se extrae del informe es que los padres, en palabras del propio Pérez-Díaz, prefieren una Educación “poco estresante” para sus hijos. La generación de padres, marcada por el espíritu de Mayo del 68, no quiere ser “tan rígida” como la precedente. En relación con esta afirmación, también se constata que los padres están cada vez menos preocupados por las notas de sus hijos porque confían en que, a pesar de las malas calificaciones, el sistema garantiza su escolarización.

Debate general

Llevando la Educación a un ámbito de discusión más generalizado, Pérez-Díaz aventuró que el debate sobre la Educación se va a centrar cada vez más en “los contenidos y el propio sistema educativo”. La prueba, según el director del estudio, está en las discusiones que ha habido recientemente alrededor del decreto de las Humanidades o de las clases de Religión.

Una de las cuestiones que se podría añadir a esta lista sería la lingüística, que afecta a las comunidades autónomas donde conviven dos lenguas oficiales. En el caso de Cataluña, el 29 por ciento de los padres prefiere que las clases sean sobre todo en catalán, mientras que un 32 por ciento querría que “sólo” fuesen en catalán. Ante estos porcentajes, únicamente un 27 por ciento opta por un equilibrio entre las lenguas castellana y catalana. Finalmente, un 6 por ciento sería partidario de la hegemonía del castellano.

En Euskadi, hay un mayor equilibrio entre los padres partidarios del euskera y los que prefieren al castellano como lengua vehicular de las clases: sólo en castellano (13 por ciento), sobre todo en castellano (28 por ciento), sobre todo en lengua propia (21 por ciento) y todo en lengua propia (18 por ciento).

Respecto a la presencia de alumnos inmigrantes en los colegios, el resultado ofrece una imagen de conjunto “bastante neutra”: un 73 por ciento afirma que le da igual que haya más o menos inmigrantes en la escuela frente a un 6 por ciento que prefiere que haya más. Pero solamente un 6 por ciento se pronuncia a favor de menos presencia de extranjeros en las aulas.

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