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Directores elegidos democráticamente y comprensividad como puntos clave

El PSOE insiste en un sistema basado en la Atención a la Diversidad y la mayor autonomía de los centros para mejorar la calidad de la Educación.
Miércoles, 20 de junio de 2001
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El Partido Socialista, a través de la Fundación Pablo Iglesias, no ha querido conformarse con criticar los proyectos de Ley que poco a poco desvelan los responsables de Educación. Por ello, han celebrado el seminario Análisis de la reforma educativa, entre marzo y mayo, con el fin de examinar los problemas de la enseñanza hoy y presentar su propio proyecto para la mejora de la calidad.

Para el equipo dirigido por la portavoz socialista de Educación en el Congreso, Amparo Valcarce, el seminario nacido “con el objetivo de identificar los problemas educativos, sobre los que la derecha justifica su contrarreforma, pretende aportar soluciones progresistas, viables y eficaces”, según sus propias palabras.

Tres ejes

Entre los temas tratados por diversos expertos en Educación, destacan los referidos a la comprensividad, la organización de los centros, los problemas de convivencia, la dirección, la diversificación curricular, los problemas de evaluación y promoción y la financiación de la Educación en España. No obstante, su proyecto alternativo se basa en tres ejes fundamentales: la renovación del discurso de la comprensividad, para garantizar la igualdad mejorando la Atención a la Diversidad; la organización de los centros, en todo lo referido a la autonomía, la participación y la dirección; y finalmente la financiación del sistema educativo en el marco del Estado de las Autonomías.

Los socialistas parten de la demanda de la sociedad de tener un sistema educativo equitativo y de calidad, ya que consideran que la adecuada Atención a la Diversidad no es sólo una cuestión de falta de medios, y admiten la necesidad de cambios normativos en la ESO.

Una ESO flexible

En este sentido, proponen un fuerte componente común en los currículos en la ESO, que se aúne con mecanismos que permitan su flexibilidad, además de la titulación única, lo que consideran un “principio irrenunciable”.

Su novedosa aportación se basa en la necesidad de reforzar el cumplimiento de los objetivos en las etapas de Infantil y Primaria, de tal manera que los alumnos que promocionen a Secundaria lo hagan tras haber alcanzado los objetivos de las etapas previas, y que se establezca una mejor coordinación entre Primaria y Secundaria a través de la reforma del decreto de admisión de alumnos.

“La repetición de curso ha de ser vista como proceso de maduración y nunca como castigo”, afirmó Valcarce. Así, la evaluación sería por cursos, siendo la junta de evaluación la que decide, al término de cada curso de la ESO, si el alumno repite o promociona. “Un alumno no podrá repetir curso más de dos veces a lo largo de la ESO ni más de tres en el conjunto de las etapas básicas”, señaló Valcarce.

Se considera imprescindible, además, potenciar la función tutorial, así como posibilitar la autonomía de gestión de los centros y profundizar en la autonomía organizativa. Eso sí, en contrapartida de la necesidad de una evaluación interna y externa de los centros, con criterios públicos, y teniendo en cuenta el contexto, el proceso y los resultados.

Otro aspecto destacable es conseguir una dirección cada vez más especializada y elegida democráticamente como un factor que garantice su calidad. Además, las administraciones podrían establecer “contratos-programa” diferenciados con cada tipo de centros, y asegurar así que cada uno de ellos recibe los recursos en función de sus características, contexto y necesidades de sus alumnos.

Para los socialistas la autonomía de los centros ha de servir para configurar el estilo y la identidad de cada institución escolar siempre asumidos por el Consejo Escolar del centro. Además, la iniciativa del PSOE señala que “el liderazgo educativo consistirá en hacer coincidir los objetivos del centro con los intereses profesionales de los docentes, lo que les servirá de incentivo”. 

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