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El PSOE quiere dividir en dos el primer ciclo de la ESO

Mientras el gobierno estudia propuestas y más propuestas, el PSOE presentó un documento en el que deja claras sus ideas para mejorar la calidad del sistema educativo. Así, el grupo socialista ha demostrado que no quiere esperar hasta el otoño.
Miércoles, 27 de junio de 2001
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Tras un profundo análisis sobre la situación y los peores males de nuestro sistema educativo, el Partido Socialista presentó, el pasado 20 de junio, las conclusiones del Seminario Análisis de la reforma educativa.
Las resoluciones finales del seminario, que durante más de dos meses ha llevado a cabo la Fundación Pablo Iglesias bajo la dirección de la portavoz socialista de Educación en el Congreso, Amparo Valcarce, revelan aspectos que los socialistas jamás antes plasmaron en un papel.

En concreto, los socialistas apuestan, por ejemplo, por una modificación del Título II de la LODE y admiten la insuficiencia de los módulos de concierto actuales. Además, el equipo liderado por Amparo Valcarce defiende la autonomía de gestión de los centros y, en cuanto a la elección de los directores, deja la puerta abierta a la especialización de los directores y a su continuidad indefinida en el cargo tras una evaluación positiva. Esta evaluación sería clara consecuencia de la mayor autonomía de los centros.

Garantizar la igualdad

Por otra parte, la renovación del discurso de la comprensividad, para garantizar la igualdad, mejorando la Atención a la Diversidad, es uno de los ejes que centran la propuesta socialista. En este sentido, los retos de equidad y calidad tendrían que basar las actuaciones de las tres redes del sistema escolar: Pública, Concertada y Privada, para “ofrecer respuestas a los alumnos con problemas al tiempo que se despiertan expectativas entre todos los alumnos, aunque éstas no sean las mismas para todos”.

Así, el PSOE define enseñanza no elitista como “aquella en que la excelencia también puede y debe formarse en los institutos Públicos”, si bien critican las ventajas que ofrecen los centros Concertados frente a los Públicos en cuanto a la no escolarización de los alumnos más desfavorecidos. Para el PSOE la adecuada Atención a la Diversidad es un problema de medios, “pero requiere también cambios normativos”, admiten (ver edición de MAGISTERIO de 20 de junio). Sin embargo, los socialistas dan un giro en cuanto a la Educación en valores, que según su proyecto pasaría de ser una materia transversal a tener un espacio en el currículo mediante la configuración de un “área de formación ético-cívica en los cuatro cursos de la ESO y el Bachillerato”.

Cuestión monetaria

El reparto del monto destinado a Educación en los Presupuestos Generales del Estado preocupa a los socialistas, que apuestan por replantear la financiación educativa en el marco del Estado de las autonomías, empezando por una modificación del título II de la LODE, y exigen además que las CCAA participen desde el principio en la elaboración de la Ley de Calidad.

Ideas principales

Para mejorar la calidad del sistema educativo, los socialistas proponen que los centros Públicos ofrezcan oportunidades y expectativas para todos los alumnos y que los conciertos educativos sean concedidos con lupa, aunque en este punto admiten la insuficiencia de los módulos actuales y proponen cambios en este sentido. En cuanto a los itinerarios, tienen claro que deben ser más de tres, aunque sin definir un número concreto o las diferencias entre ellos. Eso sí, consideran irrenunciable una titulación única para todos los alumnos de enseñanza obligatoria.

Admiten además la ruptura del primer ciclo de la ESO en dos cursos con todas sus consecuencias a efectos de evaluación y promoción, y creen imprescindible potenciar la función tutorial.

La organización de los centros es otro de los aspectos sobre los que los socialistas tienen las cosas claras: autonomía de gestión debe ir acompañada de una evaluación interna y externa de los centros. Además, éstos deberían recibir los recursos económicos de las administraciones en función de sus características, contexto, proyecto educativo y necesidades de los alumnos, estableciendo incluso “contratos-programa” diferenciados con cada tipo de centros. En cuanto a la elección del director, consideran irrenunciable que sea de manera democrática a través del Consejo Escolar del centro.

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