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Son los más listos de la clase y un 70 por ciento... suspende

El 70 por ciento de los niños superdotadosfracasan en Secundaria si no han recibido la orientación adecuada.
Miércoles, 13 de junio de 2001
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Comenzar a gatear con apenas cinco meses, hablar antes de los dos años o aprender a leer sin ningún maestro son algunos de los indicios señalados por todos los expertos para saber que estamos ante un niño superdotado. Sin embargo, aunque parezca paradójico, el 70 por ciento de los alumnos con altas capacidades fracasa en la etapa de Secundaria si no ha recibido la orientación adecuada. En muchos casos, al hablar de Necesidades Educativas Especiales (NEE), Atención a la Diversidad o adaptaciones curriculares, los superdotados son también los grandes superabandonados de nuestro sistema educativo.
Tradicionalmente se considera superdotado al individuo con un coeficiente igual o superior a 130, cuando la media de la población se sitúa entre los 90 y los 100 puntos. Sin embargo, la barrera de la puntuación se convierte en una frontera ciertamente confusa, pues, ¿dónde situar a un niño que en los test de inteligencia obtiene 115 puntos?

No hay dos alumnos iguales, pero, además, en las escuelas hay que tener en cuenta que no son lo mismo niños con sobredotación que talentos específicos, ni si se trata de alumnos que demuestran unas habilidades extraordinarias en unos campos determinados, que alumnos precoces en algún aspecto. Cada caso es distinto, aunque la mayoría de los centros no cuenta con programas específicos que estimulen constantemente a los alumnos superdotados para evitar su fracaso escolar. Esteban Sánchez Manzano, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Asociación española para la superdotación, reconoce en una reciente investigación que “en la práctica escolar, este alumnado constituye un problema para los profesores, que se ven desbordados y desconcertados al no poder dar solución a las demandas de estos alumnos mediante el currículo ordinario”. Así, es de especial importancia que docentes y educadores reciban una preparación específica para tratar con ellos.
Entre las perspectivas de futuro, el doctor Sánchez Manzano propone dos alternativas: la escuela satélite para Secundaria, a la que irían niños procedentes de distintos colegios uno o dos días a la semana; y la escuela dentro de la escuela o un aula especial para estos alumnos, donde se les proporcionaría un currículo especial teniendo en cuenta su capacidad o talento.
La desatención de las administraciones educativas hacia los niños con altas capacidades llevan a menudo a sus familias a crear e impulsar asociaciones para exigir el cumplimiento de la LOGSE en lo referido a niños superdotados, caracterizados por ser alumnos con NEE. Así, desde la recientemente creada Asociación Navarra de Superdotados y Talentosos (ANAST), las madres critican que “cuando hablas con los pedagogos y profesores de los colegios te das cuenta de que no tienen ni idea de cómo tratar a niños con alta capacidad”. Para las familias la solución pasa por buscar fórmulas de estimulación continua a estos alumnos que manifiestan gran curiosidad por todo, para que no se aburran en las aulas, que es lo que les conduce al fracaso escolar.

Los mayores problemas

Además, algo común a todos ellos es que no existe sincronía entre la edad mental de estos niños y su edad emocional, algo que les acarrea múltiples problemas: pueden pensar como un niño que tiene cuatro o cinco años más, pero a la vez pueden estar sintiendo (emocionalmente) por debajo incluso de su edad cronológica. Ese desequilibrio entre pensamientos y sentimientos les crea muchos conflictos internos, lo que les hace sufrir.

En el ámbito social, los niños superdotados también suelen encontrar dificultades para relacionarse con otros niños de su edad, y buscan a menudo espacios donde poder expresarse libremente. A menudo se encuentran más a gusto entre individuos con las mismas o similares características.

En cuanto al fracaso escolar, síntoma de una mala política de orientación con estos alumnos, lleva aparejado el desaprovechamiento de sus altas capacidades. Si lo que les enseñan en el colegio les parece demasiado fácil, acaban por aburrirse y perder incluso el interés por aprender. En este sentido, el desconocimiento de muchos profesores sobre la forma de tratar a estos alumnos lleva a muchos de ellos a imponerles una gran cantidad de trabajo, en lugar de unos ejercicios adaptados a sus características, que sería lo más idóneo.

Personalidad propia

Existe un acuerdo unánime entre los expertos en que los rasgos esenciales que caracterizan a los niños superdotados son la inteligencia, la creatividad o el talento. Además, poseen una personalidad fuerte marcada por una intensa curiosidad intelectual, una fascinación por las palabras y las ideas y una búsqueda de la perfección, la exactitud y de estímulos intelectuales. Sin embargo, estos niños también tienen gran dificultad para adaptarse al pensamiento de los demás, una fuerte tendencia a la introversión y preocupaciones morales y existenciales precoces.

Entre las características comunes cabe destacar su capacidad para adquirir, recordar y emplear gran cantidad de información. Tienen además una gran habilidad para adquirir y manipular sistemas abstractos de símbolos y para resolver problemas reelaborando preguntas y creando soluciones nuevas. Aún así, en el sistema educativo actual, al no desarrollar eficazmente sus potenciales, más de un 50 por ciento de ellos fracasa en sus estudios. Cifra que algunos estudios elevan hasta el 70 por ciento.

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