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Del “híper” a la escuela sin pasar por la librería

Mientras en algunas comunidades autónomas, donde se ha implantado la gratuidad de los libros de texto, los padres respiran tranquilos, en el resto se debaten entre adquirir los libros en los grandes almacenes o en las librerías, optando por un suculento descuento o un buen servicio.
Miércoles, 5 de septiembre de 2001
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Cada septiembre a los padres se les presenta el gran problema de la compra de los libros de texto, hay que romper la hucha y pagar una considerable cifra en la librería del barrio, que en caso de familias con dos, tres o más hijos puede suponer la extra del verano. En algunas comunidades autónomas ya se ha implantado la gratuidad de los libros de texto, que este año les evitarán pasar ese mal trago. Pero en las restantes los padres tendrán que decidir entre acudir a la librería de barrio, donde cada año les han atendido con profesionalidad y rapidez, o por el contrario, dejarse tentar por los suculentos descuentos de los hipermercados y grandes almacenes.

Libros gratis

Si la Educación es un principio reconocido universalmente, la aportación de los materiales escolares es un deber del Estado, al menos eso piensan las Asociaciones de padres y sindicatos que llevan años solicitando la gratuidad de los libros de texto.
Este curso varias comunidades autónomas se atreven a dar el gran paso de pagar los libros a los estudiantes de Primaria y Secundaria, entre ellos, Castilla-La Mancha, Aragón, Murcia y Canarias serán las pioneras en implantar el sistema de préstamo de libros.

Se trata del sistema de donación universal en propiedad, es decir los libros son utilizados durante el curso y luego se devuelven para que les sirvan a los alumnos del curso siguiente, por lo que no se pueden subrayar, anotar o romper. Los docentes se han comprometido a trabajar con los mismos libros durante cuatro años, y a inculcar en los niños el respeto al material escolar. Por su parte los alumnos cooperarán con su trabajo y el buen uso de los libros para que se conserven en las mejores condiciones posibles.

Los centros serán los propietarios del material bibliográfico y las asociaciones de padres se encargarán de distribuirlos al principio de curso y de recogerlos al final, para revisarlos y mantenerlos en perfecto estado.

Padres agradecidos

Con esta medida se pone fin a los traumas de los padres a la hora de comprar los libros, es decir: el elevado precio de los mismos, que ronda las 25.000 pesetas; el problema de que no puedan pasar de unos hijos a otros ya que incluyen fichas rellenables, además de que las editoriales siempre cambian algo en la portada o en el interior; y en el caso de la Privada, sus centros suelen imponer libros de determinadas editoriales con las que mantienen acuerdos comerciales.

A los únicos que no parece agradarles la medida es a los libreros; en concreto, los de Aragón se han reunido con la Consejería para presentarle sus quejas.

Para empezar no están de acuerdo con la forma de pago, pues ellos ya han abonado sus facturas a las editoriales, pero el gobierno aragonés no les dará el dinero hasta febrero de 2002. Además, el departamento de Educación les ha limitado el beneficio al imponer que el lote de libros por curso no supere las 14.000 pesetas. Y como la intención es que el mismo material escolar se utilice cuatro años seguidos, los libreros “nos vamos a pasar tres años sin vender”.

Fernando Valverde, el presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, aseguró que los libreros no están en contra de la gratuidad de los libros de texto, pero quieren “que no se pierda el circuito, y que se sigan distribuyendo en las librerías”. Según el presidete de CEGAL, “no se trata solo de un producto, sino de un servicio”, y explicaba que la medida afecta a todo el sector, “pues si el tejido de librerías merma, eso repercute automáticamente en toda la cadena”.

Más descuentos

El libre descuento es la segunda fiera que devora las librerías. En junio del año pasado se dio a conocer el Decreto Ley que autorizaba a aplicar descuentos ilimitados sobre el precio fijo de los libros de texto. Escritores, distribuidores, editores y libreros mostraron su total desacuerdo con la medida, pues consideraban que estaba destinada a favorecer a determinadas grandes superficies, en detrimento del canal clásico de distribución. Un año después, el informe “Venta de libros de texto 2000-01”, realizado por las asociaciones de libreros y editores, muestra las repercusiones que el Decreto ha tenido en el mercado.

El informe indica que los descuentos anunciados por las grandes superficies consiguieron que uno de cada cuatro compradores escogiera en un primer momento sus establecimientos para adquirir los libros de texto. Pero la mala atención y la escasa oferta de títulos ocasionaron que en el periodo final de la campaña los padres optarán por el servicio especializado de los libreros.

El Director General del Libro, Fernando de Lanzas, afirmaba en declaraciones a MAGISTERIO: “La sorpresa ha sido que el decreto no ha tenido un efecto tan negativo como se esperaba” y explicaba cómo los padres que iban a los centros comerciales descubrían que “los descuentos no eran tan grandes como se anunciaban y al no encontrar todos los libros, al final optaban por la atención más personalizada de los libreros.”
A pesar del cambio de tendencia, el sector librero perdió un total de 2.258 millones de pesetas, con respecto al curso anterior. Debido en parte a la competencia desleal que hacen los grandes almacenes cometiendo irregularidades como la de ofrecer descuentos de hasta el 25% y ventas al coste, o utilizar el libro de texto como reclamo publicitario para la venta de otros productos.

Ante la situación, las asociaciones de libreros han optado por reforzar su mejor arma, mejorar la calidad y el servicio a sus clientes. Así CEGAL ha lanzado la campaña “Tu librero sabe, pregunta a tu librero”, con proyectos como la creación de una página web (www.libreros.org) en la que atienden y gestionan pedidos on line, o la modernización de las más de 400 librerías asociadas y su adaptación a las nuevas tecnologías. 

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