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¿Quién le pone el cascabel al gato?

Si los principales implicados se muestran a favor de firmar un pacto por la Educación que dé estabilidad al sistema educativo, llega el momento de preguntarse porqué no es ya efectivo. La respuesta es sencilla, cada cual impone una condición para aceptar el pacto y ninguno está dispuesto a ceder el primero. Si los sindicatos piensan que la responsabilidad es del Gobierno, los profesores de los sindicatos, los de la Pública de la Privada, etc, nunca habrá acuerdo. Y como anuncia nuestro titular, ¿quién se atreverá a ceder y dar el primer paso?
Por María Méndez.
Miércoles, 24 de octubre de 2001
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Los principales implicados

Los sindicatos ponen condiciones

Javier Carrascal.ANPE.

Un gran Pacto Nacional por la Educación? Sí, pero sin dejar fuera a los principales partidos políticos para que el pacto no quede sometido a los cambios de Gobierno.

Sería una iniciativa a la que ANPE se adheriría y que valora muy positivamente. Siempre que su objetivo fuera la mejora de la calidad de nuestro sistema para conseguir objetivos, como: restituir al docete el prestigio social, mejorar la formación de los profesores, erradicar la violencia en las aulas, mejorar la colaboración familia-escuela, desarrollar la formación profesional, disminuir el índice de fracaso escolar. Y sobre todo el pacto aportaría una mayor estabilidad del sistema educativo.

Si aún no se ha producido es porque no ha sido posible alcanzar el necesario consenso político”.

Fernando Lezcano.CCOO.

Desde CCOO pensamos que cuanto más acuerdo haya en materia de Educación mejor. Nos parecería bien un pacto en el que más o menos todas los firmantes se sintieran a gusto con lo establecido en el texto elaborado. Nosotros estamos dispuestos a hablar y discutir pero, el Ministerio está demostrando tener poca capacidad de diálogo, en lo que se refiere a su actuación ante ciertas leyes como la de Universidad.

Un acuerdo educativo si no cuenta con la implicación del gobierno central y de las CCAA se quedará en una declaración de intenciones y no serviría para nada El texto tendría que tocar todas las cuestiones problemáticas como la diversidad, los itinerarios, la red pública, etc. Y todo el mundo tiene que ceder”.

Ricardo Santos.CSI-CSIF.

El sindicato independiente CSI-CSIF se muestra totalmente a favor del pacto, siempre y cuando se contemplen en él las reformas de la LOGSE para la calidad, como son los itinerarios, el aumento de la disciplina en las aulas, que podría implicar la reforma de la carta de derechos y deberes de los alumnos, la extensión del bachillerato a tres años y una adecuada ley de financiación.
Para firmar el pacto, este debería incluir estas premisa en el documento o estar resueltas antes. También tendría que abordar la Formación Profesional e impulsar la formación reglada.

El pacto no solo tendría que ser político sino social. Implicando a todos los sectores educativos (sindicatos profesionales, asociaciones de padres y a los propios alumnos)”.

Jesús Ramón Copa.FETE-UGT.

Nosotros siempre hemos estado a favor de firmar un pacto, de hecho llevamos pidiéndolo desde 1995, pero ahora parece un poco tarde cuando ya se han producido tantos acontecimientos en torno a la reforma.

El acuerdo debería evitar que la Educación siga siendo utilizada como arma política. Pero tendría que ser un pacto dialogado y no sobre unas normas legislativas ya establecidas. El tiempo del pacto con el PP ya ha pasado. Ahora no sería un pacto, sería una imposición. Habría que reconsiderar muchos apartados como la LOU y los Reales Decretos entre otros.

Si aún no se ha logrado es porque no hay intención por parte del PP. El actual gobierno sólo quiere dejar su impronta en el tema educativo con sus propias leyes”.

“Hay miedo a abordar ciertos temas”

Manuel Álvarez. Presidente del Forum Europeo

El pacto sería posible y bueno, dada la situación actual de la Educación, en la que empiezan a surgir tendencias preocupantes.(…)

La falta de valores, la situación de los docentes, cada vez más cansados y de mayor edad, el aumento de los inmigrantes escolarizados, el fracaso escolar son temas que nos deberían preocupar. Un debate y un pacto sería beneficioso porque sensibilizaría a la sociedad con respecto a los problemas actuales de la Educación.

La principal dificultad para que el acuerdo no se lleve a cabo no creo que resida en los políticos, sino en “los reinos de taifas” en que se han convertido las autonomías donde cada una intenta resolver sus problemas como puede y no les interesa el sistema educativo estatal. Existen temas graves que nos desbordan y hay miedo a enfrentarse a ellos, por ejemplo la escasa implicación de las familias o el bajo ritmo de trabajo de los alumnos”.

“El pacto no tendría ningún resultado”

Félix Falcón. Presidente de CECE.

Un pacto escolar a nivel nacional sería muy laborioso porque exigiría una participación amplísima, entrarían en juego multitud de criterios muy contrapuestos e implicaría emplear mucho tiempo y recursos para no obtener ningún resultado. (…)

En este momento,creemos que el Gobierno, haciendo uso de las facultades que tiene y que son suyas propias, regulara una serie de aspectos de la enseñanza. En lo que a la privada se refiere, el incremento del módulo económico de los conciertos, la financiación de la Educación Infantil, la calidad de los centros, la estructuración de la ESO entre otros temas, puede y debe regularlos el Gobierno sin necesidad de pactos. La futura Ley de Calidad debería ser el instrumento adecuado para la regulación eficaz del sistema y para recoger estas modificaciones”.

Padres

CEAPA (Eulalia Vaquero)

“Ya hace unos años la Fundación Encuentro firmó uno y no llegó a ningún sitio. Los vientos que corren ahora mismo no son de pacto, cuando el Ministerio se niega a presentar lo que va a ser la Ley de Calidad. La cuestión es difícil, porque no se puede permitir que cada cuatro años cambien las leyes educativas.
Ese pacto tendrían que impulsarlo las fuerzas políticas para dar estabilidad al sistema educativo, que no puede estar cuestionado continuamente, porque si no lo hacen los propios políticos se quedará en papel mojado”.

CONCAPA (Ricardo Moreno Ortega)

“Estamos radicalmente a favor del pacto por la Educación. Aceptaríamos firmar con la condición de que fuera un acto en el que se implicarán todos los firmantes con voluntad de llevarlo a cabo y sin politizarlo. Aunando criterios y sin enfrentamientos.

El pacto debería girar en torno a la Calidad de la Educación y la libertad de elección de centro de los padres. Si aún no se ha firmado a pesar de ser beneficioso es porque cada uno habla de cosas distintas y no hay un foro aséptico donde discutir”.

Profesores

Resulta paradójico que los profesionales de la enseñanza, que son los que más implicados en el tema, sean a su vez los que rechazan el pacto de plano. Quizá simplemente sea el reflejo de su malestar por la situación en la que desarrollan su trabajo.

Carlos Escudero (Pública)

“¿Cómo podemos pactar los que siempre estamos recibiendo los palos?
No es que estemos a favor de la Pública o en contra de la Privada, pero muchos compañeros pensamos que hay que dar a los que no tienen y después a los demás. Estamos hartos de estar sin profesores sustitutos por problemas burocráticos, o que se cierren aulas porque dicen que no hay niños y sin embargo se den conciertos”.

Raquel Parrondo (Concertada)

“Tendría que ser un pacto conjunto y parlamentario. Principalmente de las fuerzas políticas y no de los agentes sociales, porque lo único que hacen los sindicatos es jorobar.

Al PSOE y a los sindicatos les interesa que no exista un pacto porque así pueden seguir realizando su tarea de oposición. Ellos tienen muchísima fuerza y quieren mantenerla”.

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