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“El INCE es lo que quiera el Consejo Rector, y el MECD es sólo una voz más”

Gallego de nacimiento, Gerardo Muñoz ha ejercido como profesor e inspector de Educación hasta que en 1990 pasó a trabajar en la Consellería gallega. En agosto de 1998 fue nombrado director del INCE, cargo que ostenta actualmente.
Miércoles, 14 de noviembre de 2001
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—¿Cree qué el período de reformas se ha iniciado teniendo en cuenta la situación actual de nuestro sistema educativo?

—Las reformas siempre son positivas porque el mundo cambia a una velocidad enorme. Hoy los principios no son inamovibles. Tendemos a una reforma que, si me apuras, será constante, dando como resultado un sistema educativo más flexible.

—¿Pero no es la Educación un tema demasiado importante como para que haya reformas cada vez que cambie el signo político del gobierno?

—No entro en temas políticos pero personalmente pienso que a lo mejor teníamos que haber pactado muchas cosas hace mucho tiempo.

—¿Colabora el INCE en algún estudio internacional?

—Ésta es precisamente una de sus responsabilidades. En estos momentos participamos muy activamente, por ejemplo, en el proyecto PISA de la OCDE. Ahora ha finalizado su primera parte, que tiene que ver con las competencias lectoras de los alumnos, y que luego estudiará los conocimientos en Matemáticas y una tercera parte sobre los conocimientos en Ciencias. Pero colaboramos también con otros organismos como la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), donde España participará, junto con otros más de 50 países, en parte de un estudio que llevará a cabo esta institución, porque lo malo de estos estudios internacionales es que son muy caros. Y además formamos parte de la Red europea de responsables de índices de evaluación, que hace estudios bilaterales dentro de los países de la UE. Aquí tenemos intención de vincularlos a un estudio sobre la Educación Infantil por un lado y a otro sobre el grado de conocimiento del Inglés.

—¿Cómo de caros?

—Los estudios internacionales son siempre mucho más caros que los nacionales claro, lo que repercute en nuestro presupuesto.

—¿De qué presupuesto aproximado hablamos?

—De alrededor de unos 130 millones. De todos modos, este año incrementa, porque pertenecer a estas instituciones internacionales supone pagar unas cuotas que hasta ahora pagaban otros departamentos del MECD. Aunque no tengamos mucho dinero somos grandes administradores de lo público.

—Se echa en falta que los informes del INCE tengan más en cuenta las variables socioeconómicas…

—Sí. Incluimos estas variables porque son de las que más influyen en el rendimiento de los alumnos.

—¿En qué estudios trabaja en la actualidad el Instituto?

—Estamos ultimando los que ya teníamos en marcha y, justamente el 7 de noviembre, hubo un Consejo Rector (órgano que rige el INCE y en el que están representadas todas las comunidades) en el que presentamos un plan a cinco o seis años para que las CCAA también puedan organizar sus calendarios de actuación. Estamos cerrando el estudio que se hizo de la Secundaria 2000. Se trabaja además sobre la evaluación del Inglés en Primaria y en Secundaria, así como sobre la función directiva en centros sostenidos con fondos públicos.

—¿Servirá éste último cómo informe concluyente para definir el nuevo modo de selección de los directores?

—Nuestro estudio pretende ofrecer un panorama de la situación; tanto del perfil de los directores como de la percepción que los padres, profesores y alumnos tienen del director. El INCE sólo hace una radiografía, sin entrar en polémicas sobre cual debe ser el modo de elección de los directores. Lo que ocurre es que a veces coincide que tengamos los resultados de un estudio con otras circunstancias, pero el INCE tiene su propia dinámica al margen de todo lo demás.

—¿Al margen del MECD?

—Pues sí. Había, por ejemplo un proyecto para hacer un estudio sobre la FP que fue rechazado por algunas autonomías en el Consejo Rector alegando que no era el momento, y no se hizo. El INCE es lo que quiera el Consejo Rector y el MECD es sólo una voz más. Si hay una voz por cada CCAA, el Ministerio es la voz 18.

—¿Qué novedades hay respecto al sistema nacional de indicadores?

—Nosotros sacamos el primero en el 2000 y tenemos intención de sacarlo bianualmente. Sacaremos el siguiente en el 2002.

—Los inspectores se quejan de que sus informes no valen para nada, ¿hay estudios sobre la evaluación?

—No. Bueno, yo soy inspector y lo que pasa es que aunque se dé una opinión hay unas administraciones educativas que toman las decisiones políticas. Ellos sólo ven una parte de la realidad.

—Pero cuando constatan que algo va mal nada obliga al centro a tomar cartas para mejorarlo…

—Creo que hay determinados casos en que el inspector mismo debe impulsar el cambio. Además, el propio centro debe autoevaluarse. Nadie desde fuera tiene la varita mágica para resolver problemas.
 

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