fbpx

El 90 por ciento de los padres eligen la asignatura de Religión en Primaria

La existencia de las clases de Religión en los colegios sigue siendo un polémico tema de debate, como se ha podido observar en la temática de los últimos congresos. En la imagen, Rafael Navarro Valls, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.
Miércoles, 19 de diciembre de 2001
0

El 92 por ciento de los alumnos de Primaria de Galicia escogen estudiar Religión y el 52 por ciento de Secundaria. En los centros públicos de Navarra, el 86 por ciento de los alumnos de Primaria estudia Religión, el 67 por ciento de los de Secundaria. En el caso de los centros privados esa cifra se eleva casi al cien por cien. En Murcia, tanto en Infantil como Primaria y Secundaria, el 98 por ciento de los estudiantes escogen esta asignatura. Estas cifras son un ejemplo representativo de lo que sucede en el resto del territorio español: la mayoría de los padres deciden que sus hijos estudien Religión.

Laicismo y tolerancia

Sin duda, el tema de la Religión en los colegios está de moda, bien porque se ha celebrado recientemente en Madrid la Conferencia Internacional de Educación en relación con la libertad de religión y de convicciones, la tolerancia y la no discriminación, en la que han participado más de 600 representantes de todos los estados miembros de Naciones Unidas, y que tras varios días de discusión se ha llegado a la conclusión de que los estados deben establecer políticas educativas que garanticen el respeto en materia de religión y de convicciones.

O bien porque en el mismo mes varias entidades laicas, entre las que destaca la asociación de padres Ceapa, organizaron unas jornadas sobre laicismo en las que se debatió sobre los acuerdos Iglesia-Estado y la necesidad o no de dar Religión en la escuela.

Las posturas están enfrentadas, y la polémica se palpa a diario en la prensa en las declaraciones vertidas por miembros de ambos sectores. Monseñor Rouco Varela, arzobispo de Madrid, comentaba en la inauguración de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal que “la verdadera laicidad del Estado exige el respeto escrupuloso del derecho a la libertad de religión de los padres de familia”. Idea que a su vez reafirmaba el arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes, diciendo que “la posibilidad de dar una formación religiosa en las aulas es un derecho de los padres y no un favor del Estado”, quien también denunció la discriminación que algunos alumnos sufren al optar por esta asignatura y la campaña que “los pasados meses septiembre y octubre se llevó a cabo en algunos medios de comunicación contra la libertad de acción que la Iglesia tiene para elegir a sus profesores de Religión”.

Por otra parte, existe en la actualidad, entre los estudiosos del tema, una gran polémica entre si lo que se debe enseñar en el colegio es Religión confesional, Ética o Historia y Filosofía de las religiones. Decisión que no parece nada fácil, y que en última instancia debería estar en manos de los verdaderos protagonistas, es decir, padres y alumnos.

RAFAEL NAVARRO VALLS, CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
“El profesor de Religión en su vida privada debe vivir lo que enseña”

—¿Cuáles han sido las conclusiones a las que han llegado en el congreso?
—El documento se estructura en un largo preámbulo y diecinueve apuntes conclusivos. Entre ellos conviene destacar: 1) La urgente necesidad de fomentar mediante la Educación el respeto a la libertad de religión. 2) Considera que los jóvenes deben ser educados en un espíritu de paz, tolerancia y respeto a los Derechos Humanos. 3) Condena a todas las formas de intolerancia o abusos fundadas en la religión. 4) Estima que las familias son un factor esencial en la Educación de los niños. 5) Finalmente, el derecho de los padres y las familias a elegir escuelas para sus hijos y garantizar su Educación religiosa y moral de conformidad con sus propias convicciones.

—¿Qué opina usted de los últimos sucesos en relación con los despidos de profesores de Religión?
—Le contestaré desde el punto de vista jurídico, que es mi especialidad. El Tribunal Constitucional español se ha acercado a la cuestión que me plantea, desde la perspectiva de la actitud del docente de Religión respecto al ideario de los centros en que imparten su actividad. Aquí la jurisprudencia constitucional ha dispuesto «que una actividad docente hostil o contraria al ideario del centro puede ser causa de despido del profesor al que se le impute tal conducta o tal hecho singular». E incluso, señala la posibilidad de que un profesor lesione el ideario por medio de actividades distintas a las docentes, en función de su notoriedad y naturaleza. Concretamente, a través de «conductas lícitas al margen de su función docente», que pueden ser consideradas como motivo suficiente para romper la relación contractual. Se entiende así que también el Tribunal Constitucional italiano haya establecido como causa legítima de despido de una profesora de un colegio católico, el haber contraído matrimonio civil .

—¿A su juicio habría que distinguir entre el ámbito privado y el público del profesor de Religión?
—En un campo tan delicado como el de la fé, los profesores de Religión tienen una especial responsabilidad. Tenga en cuenta que la clase de Religión es opcional, no obligatoria. Es decir, el padre que la elige para su hijo confía en que se le impartirá una enseñanza coherente con la doctrina cristiana. Lo que implica que el profesor tenga “autoridad moral”. Y esto exige vivir lo que se enseña. De otro modo los alumnos detectan la incoherencia y desvirtúan el valor de la fe. Por eso se suele decir que “hay que predicar con el ejemplo”. Cada vez más en el ámbito docente se insiste en que la enseñanza no se agota transmitiendo unos conocimientos. Hay que integrarlos con valores morales, lo cual significa que el profesor en su vida privada debe vivir también aquellos valores que revisten connotaciones religiosas. 

0