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Isabel Bazo Sánchez, presidenta de CECE: "Hoy los docentes no ven recompensado su esfuerzo económica o socialmente"

Entrevista en exclusiva para MAGISTERIO con Isabel Bazo Sánchez, presidenta de CECE
Miércoles, 16 de enero de 2002
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Diplomada en Bellas Artes, Isabel Bazo Sánchez llega a la presidencia de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) dispuesta a dedicar todo su tiempo y energías en mejorar el bienestar y la Educación de los más pequeños.

—¿Con qué objetivos llega a la presidencia de la CECE?
—Mi propósito es continuar la labor iniciada por el Padre Ángel Martínez y Félix Falcón, mis predecesores; esto es, impulsar esta organización para que siga siendo la más representativa en el sector educativo privado, defienda los intereses de los centros a ella asociados y, sobre todo, la libertad de enseñanza que haga posible ofrecer una Educación de calidad.

—¿Cuáles son, a su juicio, los principales problemas de la Educación hoy?
—El fracaso escolar y la desmotivación del profesorado son los grandes retos. Pero también el número cada vez mayor de niños inmigrantes constituye un gran desafío que nuestro sistema educativo tiene la obligación de atender, arbitrando para ello las medidas que sean necesarias.

—¿Y en el sector de la enseñanza privada?
—La falta de reconocimiento social y político del servicio que prestan nuestros centros es lo que más nos entristece. El escaso o nulo apoyo impide la creación de estos centros y en ocasiones hace difícil la subsistencia de los ya existentes. Además, esto provoca una desigualdad de oportunidades entre las familias que optan por la enseñanza privada a la hora de ejercer su derecho a elegir el tipo de Educación que desean para sus hijos.

—En concreto, ¿qué es lo que más le preocupa de la concertada?
—Hay muchos temas, por ejemplo, que se discrimine o niegue la financiación de la Educación Infantil. Se percibe además una sangría en la supresión de aulas en centros privados, cuando se mantienen las de los públicos agrupando alumnos y con unas ratios mínimas; se malgasta el dinero del Estado construyendo centros públicos donde ya está cubierta la demanda con los concertados; se discrimina al profesorado, cuyos salarios son inferiores a los de sus compañeros de la enseñanza pública; se ha congelado la partida de “otros gastos” durante años, sin cubrir los costes reales de funcionamiento, etc.

—¿Es la primera vez que preside la CECE una mujer?
—Sí, así es.

—¿Considera la Educación una “cosa de mujeres”?
—Soy consciente de que voy a asumir una gran responsabilidad pero en ello no influye para nada el hecho de que yo sea mujer. Sin embargo, es verdad que la docencia suele estar desempeñada más por mujeres, porque todos sabemos que en la enseñanza los salarios siempre han sido más bajos que en cualquier otra profesión, y en muchas ocasiones se ha utilizado como complemento del salario que aporta el padre de familia. Además, está la vocación, que en niveles no universitarios se detecta más en mujeres que en hombres.

—Además, a las reuniones con los tutores siempre acuden más las madres…
—La mujer sigue desarrollando su instinto de protección maternal a lo largo de todos estos años, pero creo que debería ser asumida también por los padres en igualdad de condiciones.

—¿Qué le pediría al MECD para la Ley de Calidad?
—Que tenga en cuenta la opinión y la experiencia de titulares y profesores antes de iniciar ese borrador, ya que el paso de los años ha demostrado que la legislación actual tiene errores que pueden ser perfectamente subsanados y que beneficiarían sin lugar a los propios alumnos.

—Concretamente…
—Primero, que las actuales leyes fueran absorbidas en la nueva Ley, manteniendo una gran parte de sus contenidos, que considero válidos; segundo, mejorar la denominación de los centros, estableciendo quizás tres tipos: los que actúan en régimen libre de precio, los centros públicos ÿ los centros privados concertados; tercero, que se trate en régimen de igualdad a los centros privados y a los públicos, sin remisiones de los privados concertados a los públicos como se hace en la actual normativa y, sobre todo, mantener el concierto educativo, pero no en los términos actuales, ya que debe redefinirse como contraprestación y no como ayuda, lo que es un error gravísimo que ha propiciado el más injusto tratamiento a los centros y a sus titulares. Además debería incluir como enseñanza básica el segundo ciclo deEducación Infantil y revisar a fondo el segundo ciclo de la ESO para paliar el fracaso escolar actual.

—¿Le parece adecuada la creación de itinerarios?
—La concreción de itinerarios puede ser una fórmula eficaz.

—¿Cómo ve el futuro de la enseñanza concertada?
—Debe tener las mismas expectativas que tenga la enseñanza pública, ya que nuestra legislación reconoce la legitimación de esta dualidad.

—¿Le afectará la disminución de la natalidad?
—No estoy exactamente de acuerdo en su percepción de que exista tal disminución de natalidad. Las últimas estadísticas indican una leve tendencia al alza. Además, la escolarización en esta primera etapa está tan generalizada hoy que es patente la necesidad de implantar aulas de educación Infantil en toda España.

Además, los centros privados no pueden en muchos casos atender todas las solicitudes de escolarización que tienen en este nivel, teniendo en cuenta, incluso, el sacrificio económico que les supone a los padres elegir este tipo de centros. 

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