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Del Castillo, en el Congreso: “Ahora habrá que estudiar, como antes”

Paramnésico debate, según dos de las protagonistas. Ciertamente, si quitamos las acusaciones de iteratividad que se enviaron Del Castillo y Chacón –un poco de surrealismo nunca viene mal para animar el debate– la discusión transcurrió por caminos trillados.
Miércoles, 19 de junio de 2002
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Se esperaba con cierto interés el debate del martes 11 en el Congreso, donde la ministra de Educación iba a enfrentarse a los distintos grupos parlamentarios para defender el anteproyecto de Ley de Calidad, y en especial el duelo entre Pilar del Castillo y Carmen Chacón, una vez que el PSOE había establecido los puntos que rechazaba del documento.

La primera intervención de la ministra no se salió de lo esperado presentando las líneas básicas de la nueva ley –impulsar la calidad, reforzar las competencias básicas, introducir el idioma extranjero y las nuevas tecnologías desde Primaria, fomentar la lectura desde edades tempranas, itinerarios, nueva SCR, reforzamiento de la dirección, PGB…–, y echando mano de los argumentos habituales para defenderlas: preponderancia del esfuerzo, equidad, formación integral, necesidad de reforzar la Primaria, adaptación a las necesidades e intereses de los alumnos en la ESO, las tendencias europeas o la nueva sociedad del conocimiento. Nihil novum sub sole. Para acabar, hizo un llamamiento a la responsabilidad de todos, “pues la Educación es lo que va a afectar más a la vida de los individuos y a la marcha de la sociedad”.

Sensación de déjà-vu

Carmen Chacón comenzó su turno acusando a la ministra de “venir del ronzal” al Congreso, pues siempre acudía a la fuerza. Continuó definiendo la sensación de déjà-vu como revivir lo ya experimentado, trayéndolo al caso porque tenía las mismas sensaciones que ante la aprobación de la LOU: protestas, falta de consenso, campañas de degradación de la Educación pública, etc.

También acusó a Del Castillo de no querer un diagnóstico de los problemas del sistema educativo. En opinión de la diputada del PSOE, hay problemas como en toda la UE, “pero estamos mejor de lo que Aznar cree, y peor de lo que podríamos estar tras seis años de gobierno del PP”. Negó que su partido estuviera aferrado a ninguna Ley, pero que “siempre nos tendrá enfrente si restringe oportunidades o participación, si se olvida de la escuela pública”.
Acusó finalmente al MECD de haber construido la reforma con recetas del pasado –reválida, Cuerpo de catedráticos, devaluación de la FP, elección de los directores por la Administración–, y que las escasas novedades sustituyen la diversificación por discriminación, la segregación por la integración.

La ministra contraatacó en su turno diciendo a Chacón que la sensación de rutina la tenía ella cuando escuchaba sus monótonos discursos, y atacó a la Logse por dos razones, a la vez que justificaba la reforma: que no cree en la diversidad, pues su objetivo es que todos sean iguales, y que separaba el término “aprender” del término “esfuerzo”, lo que socializaba al alumno en valores equivocados. Y con respecto a las acusaciones de vuelta al pasado, su reforma suponía también que “ahora hay que estudiar, como antes”.

Carmen Chacón, en un tono más crispado, contestó que Del Castillo estaba “enferma de empecinamiento y orgullo”, que su escasa valoración popular se correspondía con las formas empleadas por el MECD, y mantuvo que la reforma sólo iba a certificar el fracaso escolar, no a combatirlo.

Juan Carlos Guerra Zunzúnegui, portavoz de Educación PP-Congreso: “Defendemos a la escuela Pública absolutamente, y a la Concertada”

El veterano portavoz del PP en el Congreso empezó defendiendo a la ministra de Educación de las acusaciones de Carmen Chacón sobre su resistencia a acudir al Congreso, “pues ya ha venido once veces en dos años”. También negó que el PP haya hecho concesiones a la jerarquía católica, y que el anteproyecto deje de lado a la Pública: “Defendemos absolutamente a la escuela Pública, y a la Concertada, pues son complementarias y no contradictorias. Decir que estamos en contra de la Pública es falso, queremos calidad para ambas”. Acusó al PSOE de desviarse de lo esencial con la cuestión de las “memorias económicas que han salido en la prensa estos días”, que a su juicio son falsas, pues aún no estaría preparada la definitiva. “Lo esencial es la existencia del fracaso escolar, la inversión por alumno, o la Prueba General de Bachillerato, existente en toda Europa con uno u otro nombre”, sostuvo. Defendió los itinerarios, por ser flexibles y por ser lo que manda en Europa, y remató dando a la reforma “un apoyo total y absoluto: no hay catástrofe en la Educación, pero no puede esperar dos años más”. Y calificó la LOCE como el instrumento que en unos años “nos pondrá al nivel de Europa”.

María Luisa Castro, portavoz de Educación IU-Congreso: “No se puede diagnosticar sin contar con nadie y pensar que se acierta”

En un tono muy combativo, la diputada leonesa comenzó su ponencia acusando al MECD de “haber hecho caso tan sólo a la Conferencia Episcopal y a la patronal de la Iglesia”, sosteniendo posteriormente que “no se puede meter la Religión en los colegios públicos, porque es un asunto privado”. Pasando revista al anteproyecto, acusó a la ministra y su equipo de “prepotencia” porque “han hecho el diagnóstico del sistema educativo solos y sin contar con nadie, y además piensan que han acertado”. También se despachó con Pilar del Castillo, al calificarla de irresponsable por “imponer una contrarreforma por rodillo parlamentario sin diagnóstico y sin consenso con nadie: sindicatos, profesores, oposición, CCAA”. Incluso mantuvo que “se podría estar poniendo en peligro el Estado de Derecho”, pues se está reformando sobre aspectos esenciales de los derechos humanos: “Para el PP, calidad es sinónimo de segregación”. Castro negó que medidas como la segregación de alumnos, la reducción de la democracia participativa en los centros, o la asignatura de Religión aporten ninguna calidad a los centros. Y propuso medidas concretas como convertir Magisterio en Licenciatura, o hacer seguimientos de los alumnos con conductas violentas.

Ignasi Guardans, portavoz de Educación CIU-Congreso: “Este anteproyecto no corrige la disgregación que supone la excelencia”

“El anteproyecto es una vuelta al modelo de los 60, lejos de lo que el sentido común aconseja en el 2002”, declaró el catalanista, pues considera que no hay nada en la nueva Ley que evite el fracaso escolar. Para él, habría que confiar más en el profesorado y en la dirección de los centros, ceder más autonomía y “no uniformar desde un despacho de la calle Alcalá”. También consideró que “cargar el peso en el diseño curricular y las asignaturas es un modelo muy antiguo”. Se quejó especialmente de que el texto es abusivo con las CCAA, y de que “nadie puede deducir, de su sola lectura, que las autonomías existen y que el MECD carece de capacidad ejecutiva”. También criticó que el texto haya bajado a tanto detalle, pues “vacía de competencias a las comunidades, que tienen el derecho y el deber de ejercer las competencias”. Finalizó diciendo que no van a permitir una financiación irregular “como con la Logse”, y que su grupo está abierto al diálogo y a la negociación, “pues hay temas que se pueden reformar para llegar a acuerdos”.

Francisco Rodríguez Sánchez, portavoz de Educación Grupo Mixto (BNG)

Este diputado gallego sostuvo, tras el discurso de la ministra, que el MECD está utilizando datos objetivos encauzándolos hacia posturas partidistas, poniendo como ejemplo el fracaso escolar y la violencia. Para el primer tema, Rodríguez reconoció su existencia, pero adujo que esta ley lo que hace es “institucionalizarlo”.
Las críticas fundamentales que hizo al anteproyecto se centraron en “tres niveles de rechazo”: por ser una regresión social que iguala excelencia con elitismo, porque homogeiniza y españoliza el sistema educativo, y por la regresión ideológica e involución democrática que supone la asignatura de Religión y la cobertura a la Concertada.

José Núñez Castaín, adjunto de Educación Grupo Mixto (PA)

El diputado andalucista criticó el proyecto desde tres puntos de vista: conceptual, económico e instrumental. Respecto al nivel conceptual, Núñez manifestó estar de acuerdo con la necesidad de una reforma, e incluso con los principios, pero sin embargo dudaba de que el texto vaya a conseguir los objetivos, pues no va a la raíz del fracaso. Con respecto a la financiación, pidió que el esfuerzo lo hagan tanto el MECD como las comunidades, teniendo en cuenta que hay que equilibrar a aquellas autonomías (Andalucía) que cuando recibieron las competencias partieron con desventaja. Con respecto a lo instrumental, criticó el que no se haya impulsado el rearme social y económico del profesorado. 

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