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“Habría que ser extremadamente generosos con los directores”

Entrevista con José Antonio Marina, catedrático de Bachillerato y filósofo.
Miércoles, 16 de octubre de 2002
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José Antonio Marina es catedrático de Bachillerato, aunque es más conocido por sus libros y su actividad como filósofo. Sin embargo, no deja de lado el mundo de la Educación: confiesa que le gusta reunirse con docentes tanto como puede. “Hablo con unos 2.000 al año”, confiesa.

—¿Va a resolver la LOCE los problemas de la escuela?
—Es una ingenuidad pensar que los problemas de la escuela los va a solucionar una ley. Hay varios niveles: la Ley, los reglamentos –que en la LOCE van a tener mucha importancia–, y luego la aplicación práctica, el proceso de la acomodación, que puede hacerse bien o mal.
Yo no creo que la Logse fuera una mala ley, pero se fue deteriorando en su aplicación, en su falta de financiación, y también en la resistencia pasiva de un número muy grande de profesores. Entre todos hicieron que la Logse necesite una reforma. Pero no debemos darla demasiado importancia: la Educación es un mundo muy dinámico que necesita corregir los fallos continuamente, sin necesidad de leyes orgánicas: debe ser un proceso continuo de reajuste.

—¿Y quién debe cambiar estas normas?
—La Educación debe estar cada vez más cerca del profesor. Por eso me parece bien que la LOCE recupere algo que ya estaba en su predecesora, el protagonismo de los centros en el diseño pedagógico.Esta idea, que era muy buena, ha acabado funcionando mejor en los centros concertados que en los públicos, porque exige un esfuerzo adicional que en muchos centros públicos no se hace. Muchos cambios no han funcionado por desidia de mucha gente, porque son funcionarios.

—¿Es problema de política de personal?
—Uno de los fracasos de la enseñanza pública, y es un mal estructural en toda la Administración, es que no se han dado cuenta que el puesto más importante es el de gestor de recursos humanos, pues tienen una empresa gigantesca de medio millón de profesores. Y sin embargo, están en su despachito: no se dan cuenta de que la Educación está en manos de los profesores, no de las leyes.

—¿Le parece que los itinerarios es una segregación temprana?
—No me parecen mal. Cuando se establece la escuela comprensiva prima la homogenización: ya lo hemos probado, y hemos visto que el objetivo era bueno pero los métodos no tanto. Sin embargo, también hablaba de la Educación diferenciada, que es carísima. Lo que hay que hacer es una ley de marcos amplios y que cada centro resuelva sus problemas, de manera que trate a sus alumnos de la manera más flexible que puedan. Nadie tiene la solución, hay que ir tanteando.

Lo que hay que intentar es que el sistema educativo y el laboral estén muy bien trabados, que haya continuidad. Donde no existe los efectos son deletéreos: en las zonas turísticas, porque piensan que no necesitan la Educación para ganar dinero; en el sur de Madrid porque piensan que hagan lo que hagan no van a salir jamás de ese pozo. Hay que dejarles muy claro que sin un título están fuera del mercado laboral.

—¿Realmente el problema de la Pública es la Concertada?
—El problema de la Pública es la Pública. La enseñanza concertada es pública, aunque se implanta por medios privados.
Ahora los alumnos llegan peor que antes, es cierto. Pero llegan así, y punto. Yo no me imagino a un médico quejándose de los pacientes porque en vez de padecer una gripe normal sufran además un proceso alérgico. Ser profesor es una carrera de élite y muy complicada. No se trata de saber mucho, sino de ser profesor. Si a una persona se le insubordina la clase, no está capacitada para ser profesor.

La LOCE, a examen

—Itinerarios: “Hay un aspecto de la Ley sobre el que no tengo opinión, porque puede ser bueno o malo,es el tercer itinerario, el de FP: todo depende de como se haga. Con mucho dinero y atención, y un profesorado sobresaliente puede ser una gran solución”.
—Centros especializados: “Es muy buena idea que puedan elaborar sus propios planes de estudio. Ojalá todos los centro lo hicieran”.
—Dirección: “Los equipos directivos son lo que pueden mejorar o empeorar un centro más rápidamente. Mejorarlos es la manera más barata de mejorar la enseñanza. Lo que significa que hay que conseguir que a la dirección se presente la mejor gente. Habría que buscarlos con lupa y pagarlos muy bien. Habría que ser extremadamente generosos”.
—Evaluación: “Para algunos profesores la evaluación por resultados es casi ofensiva, y sin embargo es necesaria. Y es ahí donde se la va a jugar esta ley. Habría que distinguir dos niveles, el Bachillerato –una etapa intermedia, donde se busca un nivel de conocimientos–, y el obligatorio, donde hay que educar buenos ciudadanos”.
—Calidad: “Pese a pertenecer a un vocabulario economicista, hay que dejar de lado los prejuicios e ir al significado. Y es imprescindible mejorar”.
—Carrera docente: “Ser profesor no puede ser a lo que uno se dedica cuando no tiene otro empleo. Pero las administraciones no creen en la formación del docente”.
—Enseñanza Pública: “Está momificada, en un estado de rigidez tal que necesitan un buen meneo que los despierte”. 

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