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El fracaso escolar de la Pública madrileña duplica al de la Privada

Los datos a los que
ha tenido acceso el periódico MAGISTERIO muestran que la enseñanza pública madrileña apenas ha mejorado desde el curso 1996-97 un 2
por ciento.
Miércoles, 19 de febrero de 2003
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Aunque los datos oficiales de no promocionados en 4º de la ESO en la Comunidad de Madrid ya eran muy altos –alrededor del 25 por ciento en el curso 2000-01–, hasta ahora no se conocían estas cifras diferenciando por titularidad de centro. Y el resultado marca unas diferencias muy claras: mientras que en los centros privados y concertados los alumnos no promocionados suman el 16 por ciento, en la escuela pública esta cifra se dispara hasta el 34 por ciento.

Estos datos, centralizados en la Inspección de Educación madrileña, son conocidos año a año por los máximos responsables de la
Consejería de Educación madrileña, pero son cuidadosamente ocultados –al igual que en el resto de las consejerías– en los informes oficiales, que sólo muestran datos conjuntos.

Ocultación constante

Aunque esta ocultación de datos viene ya de antiguo: en el curso 1996-97, cuando la Inspección Central del Ministerio de Educación aún centralizaba los datos de su territorio, los informes ya evitaban desglosar esta cifra en sus informes oficiales, por ser la diferencia demasiado abultada. Por ejemplo, en Madrid el número de no promocionados de la Pública se cifraba en ese curso en un 36 por ciento, –el segundo más alto del entonces territorio MEC, tras el 39 por ciento de las Islas Baleares–, mientras que el de la red privada se situaba en un 22 por ciento.

No debe sorprender demasiado la mejora del 10 por ciento en la privada porque en ese año muchos de los colegios concertados y privados no habían aún aplicado la Logse en 4º de la ESO.

Pero sí que sorprende que la Pública haya corregido las cifras de no promocionados tan sólo en un 2 por ciento.

Inmigración

Y sorprende también que, aunque la máxima preocupación de la comunidad educativa sea el alto número de inmigrantes, las cifras de no promocionados sean prácticamente idénticas a las de hace unos años, cuando el número de alumnos extranjeros era cinco veces menor que el actual. Y si apenas influyen los inmigrantes: ¿qué está pasando?

El problema es que estas cifras son el síntoma de una situación en la escuela pública –habrá quien no dude en calificarla como que la red pública ya se ha convertido en subsidiaria de la privada–, pero aún no son suficientes para alcanzar conclusiones definitivas.

Por un lado nos encontramos con un sistema infradotado –tanto en pública como en concertada–, como ya publicó MAGISTERIO: Madrid se encuentra a la cola del gasto educativo por alumno en el año 2000 (el tercero por la cola si suprimimos a los alumnos de la privada no concertada), lo que se traduce en un sistema en el que es imposible compensar las desigualdades sociales
Pero por otro, los padres de los mejores alumnos están optando por escapar de la red pública, y desviando a sus hijos hacia la red privada simplemente porque perciben la Logse, prácticamente desde su implantación, como un sistema generador de problemas, no de soluciones.

Urge un compromiso de todas las autoridades educativas para poner fin al secretismo en los datos. Escondiendo los problemas no es como se van a solucionar.

Podría ser peor

Y no es broma. Los datos que facilitamos en el reportaje están extraídos de una estadística oficial –cuya plantilla fue diseñada por el Ministerio de Educación al principio de la implantación de la Logse– que todos los centros deben rellenar y enviar una vez tengan cerradas las actas a final de curso.

En Madrid, estas estadísticas son luego procesadas en las cinco Direcciones de Área Territorial, y conjuntadas en la Inspección de Madrid, que depende directamente de la viceconsejería de Educación. Es precisamente este organismo el que publica unos “Resultados de la evaluación final de los alumnos de Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria”, obviando siempre en los niveles obligatorios las diferencias entre pública y privada, y dentro de ésta, si hay o no brecha entre concertada y privada. Sí publica estas diferencias en Bachillerato.

Pero es difícil saber, con esta formulación de los datos, el fracaso escolar real, incluso para los mismos técnicos: los datos sólo incluyen a los alumnos evaluadas, con los que abandonan el sistema educativo al cumplir la edad reglamentaria no figuran en la estadística (no se conoce la cifra real, pero según las estadísticas de matriculación del MECD el baile entre matriculados y evaluados es de más de 4.000 alumnos en Segundo Ciclo de la ESO, algo más de un 3,5%), lo que podría disparar aún más las cifras de no promocionados.
El hecho es que, tras analizar los datos de no promocionados a lo largo de toda la Secundaria, las probabilidades de un alumno de un instituto de llegar hasta la Selectividad –otro de los datos esenciales tampoco recogido en ninguna estadística publicada– es mucho menor que el de un alumno de un colegio concertado.

La Consejería de Educación ha declinado hacer ninguna declaración sobre este tema, a pesar de haber sido consultada reiteradamente en los últimos días. 

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