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“Las nuevas titulaciones tendrán más prácticas y se orientarán hacia el empleo”

Entrevista en exclusiva para MAGISTERIO con Julio Iglesias de Ussel, secretario de Estado de Educación y Universidades.
Miércoles, 10 de diciembre de 2003
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Muy cerca de concluir su mandato como secretario de Estado de Educación y Universidades, Julio Iglesias de Ussel hace balance de los retos conseguidos hasta el momento en la construcción del espacio común de enseñanza superior de la Unión Europea.

—¿Ha cogido España a tiempo el tren de la convergencia europea en Educación?
—El proceso de Bolonia arranca allá por 1998 con el fin de impulsar la movilidad de los alumnos y profesores y conseguir la comparabilidad de los títulos y la estructuración homogénea de los ciclos de Grado y Postgrado, el Máster y el doctorado. Es un sistema ya adoptado en muchos países de la UE. El caso no es igual para España, donde tenemos dos tipos de titulaciones (diplomaturas y licenciaturas) pero, al mismo tiempo, carecemos del Máster como título oficial. La LOU, en el título 13, regula el espacio europeo de enseñanza superior y España ha mostrado su compromiso de incorporarse paulatinamente.
El espacio único es necesario no sólo porque hay determinadas tendencias homogéneas en Europa, sino que es bueno que el sistema universitario replantee el esquema de las titulaciones, porque eso da una oportunidad para orientar las carreras en la dirección que impone Bolonia e impone la UE con el objetivo de que haya una mayor empleabilidad en los títulos universitarios.

—Magisterio se convertirá entonces en una Licenciatura, pero ¿de tres o de cuatro años?
—No se trata de si hay que ampliar o reducir años académicos en una titulación determinada. Esa es una visión reduccionista. Lo que hay es que repensar los títulos en función de una clara orientación de las salidas profesionales de los jóvenes. Es la tarea pendiente del sistema formativo universitario español, que tiene unos niveles de formación excelentes, pero que adolece tanto de formación práctica durante la carrera como de conexiones con el mercado de trabajo a nivel de prácticas en empresas.

—¿Qué frutos han dado estas reformas?
—Una fue el Suplemento Europeo al Título, que ofrece a los empleadores mejor información en relación con las habilidades y los niveles de aprendizaje de los alumnos. Es información adicional. Se aprobó igualmente el decreto que regula los créditos europeos, que supone una nueva manera de organizar la vida docente y una manera de contar las obligaciones académicas. Es como pasar de la peseta al euro en la organización universitaria, ya que hasta ahora los créditos en España eran unidades de medida de las horas del profesor. Ahora los créditos estarán en función de las horas de trabajo que tiene que realizar cada alumno para superar una asignatura.

—Se pretende que a través de todas las titulaciones se obtenga el título de Grado pero, ¿de cuántos créditos?
—Se establece que las titulaciones de Grado, las licenciaturas, tengan 180 ó 240 créditos como marco básico.

—¿Cómo van las conversaciones con todas las universidades?
—Tenemos conversaciones exhaustivas con los responsables de las CCAA, con los decanos de las universidades, con los directores de centros y escuelas técnicas, con los colegios profesionales e incluso con profesores. El debate está siendo profundo. Se trata de ver qué titulaciones podrían subsumirse unas en otras, cuando haya varias que sean afines, etc.

—¿Cuál es el próximo paso?
—Después de aprobarse el decreto de Grado, saldrán a la luz los documentos financiados por la Aneca para cada titulación y finalmente el MECD elaborará un Real Decreto por cada titulación.

—¿Se puede hablar de plazos?
—Es difícil concretar fechas, pero creo que las primeras titulaciones, según las directrices europeas, se podrían poner en marcha en el curso 2005-06.

—¿Estará la licenciatura de Magisterio entre las primeras titulaciones y que se puede avanzar al respecto?
—La verdad es que las conversaciones sobre estos estudios están muy avanzadas. Hay que elaborar el Real Decreto en el que se especifique qué número de créditos va a tener, cuál es el diseño de la titulación (asignaturas troncales, etc.) También tendrá que dar respuesta a los procedimientos de trasvase de los antiguos titulados y los nuevos. En general, mis impresiones son muy positivas. Hay una demanda muy consistente desde hace tiempo y ese es un hecho notable y además esa demanda es positiva. Las facultades están trabajando. Hay un coordinador de cada grupo de trabajo donde están incluidos prácticamente todos los responsables de cada especialidad.

—Al margen de los problemas con las ingenierías, las mayores críticas radican en la posible eliminación de ciertas especialidades…
—En ingenierías hay un altísimo grado de acuerdo con todas las titulaciones. Además, me gustaría decir que los rectores de todas las universidades politécnicas de España, incluyendo Madrid, Barcelona y Cartagena, han aprobado el proyecto de reforma que establece un título único para todas las titulaciones. Incluso hay declaraciones del presidente de la CRUE, el rector de Oviedo, a favor de ese título único. Posiblemente no se ha logrado disipar totalmente las dudas en el caso de las ingenierías técnicas, pero se trata de un caso excepcional porque todas las ingenierias, incluidos rectores y colegios profesionales, han llegado a un nivel muy alto de acuerdo. Se van a estudiar sus posiciones, pero hay un aspecto incuestionable como es que la sociedad europea pone en el mercado de trabajo a jóvenes con el título de ingenieros con 21 o 22 años y aquí los ponemos con 28 o 29. Esos son los datos de la realidad. En una Europa integrada es incuestionable que eso nos deja en desventaja y crea problemas. Desde un punto de vista comparativo, la situación actual es dañina para nuestros jóvenes.
 

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