Internet, ¿algo divertido o un peligro?

La llegada de internet a los hogares ha supuesto un cambio sustancial en nuestras vidas. Los padres se muestran cada vez más preocupados por los peligros que se esconden detrás de la pantalla.
Miércoles, 24 de marzo de 2004
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Autor: Esther ORIZ
Zaida PÉREZ DE ARANDA

El ordenador ocupa un lugar cada vez más importante en los hogares y la navegación por páginas webs se ha convertido en uno de los divertimentos del siglo XXI. Los niños no son ajenos a esta situación, y son muchos los que deciden pasar sus horas libres chateando con sus amigos o, en el peor de los casos, con desconocidos. De hecho, el 32 por ciento de los niños de nuestro país que navegan por la red facilitan su teléfono o correo electrónico a personas desconocidas.

Así las cosas, ¿es positivo que los niños accedan solos a internet? ¿Qué labor deben tener los padres en este aspecto? Está claro que debe ser una posición activa, al igual que la de los colegios, que deben suplir las carencias de formación que puedan tener los progenitores en informática.

Según Luis Peral, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, “todo acceso de menores a internet debe hacerse bajo una supervisión”, pues “al final siempre está la responsabilidad de los padres y de los profesores”.

Algunas recomendaciones

La Asociación Española de Pediatría (AEP) propone una serie de normas para el correcto uso de internet por parte de niños y jóvenes, de interés para las familias. Así, en su Decálogo del uso responsable de internet recomienda no colocar el ordenador en la habitación del niño o, por lo menos, poner la pantalla de forma que los progenitores puedan ver en todo momento lo que su hijo está viendo por la red.

Por lo tanto, el uso de internet se debe realizar siempre en presencia de una persona adulta y, si los padres no se encuentran en casa, se recomienda que los pequeños se dediquen a otro tipo de actividades lúdicas.

En la actualidad, circulan un gran número de contenidos inapropiados para los niños: “hay un riesgo grave, comprobado y denunciado por el Defensor del Menor, de que muchos jóvenes a través de internet acceden a contactos muy perjudiciales para ellos. Además, les tiene muchas horas delante de algo que no es realmente la vida. La vida son muchas más cosas que estar delante de una pantalla conectando con alguien que no conoces”, asegura Luis Peral.

Poco a poco, los programas y sistemas que protegen a los menores de este tipo de webs también van aumentando y mejorando. Los padres tienen aquí una gran oportunidad para asegurar una navegación segura de sus hijos. Pero para dar consejos hay que conocer el tema en profundidad. Para Mercedes Díaz, de la FAPA Francisco Giner de los Ríos, “es muy importante que los padres empiecen a formarse en el manejo de internet. De esta manera, podemos transmitir a nuestros hijos las ventajas y peligros de la red”.

Quizás, vigilarles y prohibirles algunos aspectos puede finalmente provocar un problema en la relación paterno-filial. Para Mercedes Díaz, “los padres debemos hablar tranquila y razonadamente con los hijos y fomentar un uso responsable de internet. Es importante prevenir, pero también debemos aprender a escuchar a nuestros hijos”.

En definitiva, aunque conviene conocer los peligros de la red, los padres no deben prohibir o vigilar a los niños de un modo en que se sientan presionados o incómodos. Más bien, se trata de que, desde el diálogo, padres e hijos llegen a una serie de reglas que satisfagan a ambas partes.

¿De qué debo desconfiar?

Según la AEP, antes de que los niños se sienten frente al ordenador y naveguen por internet, los padres deben prevenirles con recomendaciones tales como:

—Recelar de la persona que quiere saber demasiadas cosas, como el número de teléfono o la dirección del colegio.
—Hablar con los padres o profesores si se recibe alguna cosa desagradable o rara.
—Informar a los progenitores si se pretende conocer a alguna persona del chat.
—No entrar en sitios de pago ni en los que se veta expresamente el acceso a menores. 

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