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La Pública andaluza soporta un 35% de fracaso escolar

Al menos, un 35%, habría que decir, ya que los resultados oficiales esconden un abandono escolar que ronda el 20%. Una situación que la implantación de la LOCE puede empeorar.
Miércoles, 10 de marzo de 2004
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Autor: José M. LACASA

La escuela pública andaluza mantiene un fracaso escolar directo –técnicamente, equivalente al número de no promocionados en 4º de ESO año tras año– del 35%, es decir, uno de cada tres alumnos no acaba la Educación Obligatoria con un título.

Esto es lo que se desprende de los datos facilitados por la Consejería de Educación, presidida por Cándida Martínez, para el curso 2000-01, el primero en que se generalizó el sistema Logse en Andalucía.

Los datos son similares –poco más de un punto por encima– a los de la pública madrileña, con un par de matices: primero, que la privada en Andalucía tiene un peso muy inferior (menos de la mitad) que en Madrid; segundo, que Madrid es la segunda de España en cuanto a inmigrantes por aula, mientras que Andalucía está por debajo de la media; y tercero, que Cándida Martínez ha aplicado la Logse “a rajatabla”, sin desviarse lo más mínimo.

¿Por qué es esto importante? Porque en Madrid siempre se achaca el fracaso escolar de la pública al “tipo de alumno que escolariza”, ya que los “buenos” están en la concertada, o a que los sucesivos gobiernos del PP no se han ocupado de los institutos.

Razones y vergüenzas

Sin embargo, en Andalucía no ha pasado esto: se supone que esta comunidad tiene como prioridad la escuela pública, y el único hándicap con el que cuenta (no sin importancia) es el menor poder adquisitivo andaluz.

Lo que constata la comparación de datos, sobre todo centro a centro, es que la Logse cosecha unos niveles de fracaso escolar más pronunciados en las zonas más deprimidas, y que sólo funciona medianamente bien cuando tiene alumnos de nivel socioeconómico alto. Es decir, justo lo contrario que pretendía esta ley (que también se hizo para acabar con el fracaso escolar).

Pero los datos de Andalucía dejan ver otros problemas que agravan los números oficiales: primero, el número de alumnos que consiguen el título sin ninguna asignatura suspensa es del 24% en 3º de ESO, y del 33% en 4º, lo que deja a muchos alumnos con graves carencias para enfrentarse al Bachillerato o a la FP; segundo que el porcentaje de alumnos que pasan de 3º a 4º con tres o más suspensas (normalmente, por promoción automática) es del 29%, y hay que recordar que con las nuevas formas de promoción repetirían (por ello Cándida Martínez no quiere aplicar unas normas de promoción que evidenciarían un fracaso escolar superior al 50%).

El que repitan o no tiene poca importancia si tenemos en cuenta que muchos de estos alumnos irán a ingresar de todas formas las estadísticas de fracaso… o no. Porque las cifras oficiales esconden una trampa, que tras los primeros cálculos deja una bolsa del 20% en Andalucía: los que abandonan la ESO al cumplir los 16 años sin haberse evaluado en 4º de ESO. Algunos de ellos son repetidores, pero muchos otros son los que pasaron a 4º con un cerro de asignaturas suspensas. ¿Cuántos de ese 20%? Con que sean una cuarta parte, ya superamos el 40% de fracaso real.

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