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Niños para la TV de adultos

¿Cuánto tiempo de vida le quedan en televisión a los contenidos basura? ¿Cómo será la TV en el futuro? ¿Apostará el nuevo Gobierno por conseguir una televisión educativa de calidad? Las expectativas de padres, profesores y de telespectadores en general, así como de los profesionales del medio, son muy elevadas.
Miércoles, 31 de marzo de 2004
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Autor: Marta SERRANO

Entretener, formar, informar… La televisión parece el medio ideal para llegar en la actualidad a la totalidad de hogares españoles y, por ende, a bebés, a niños y mayores, a ricos y pobres, a jóvenes y ancianos, a escolares… Desde ese punto de vista, la TV parece el medio ideal para complementar a la enseñanza escolar en la formación integral como personas.

La TV incide sustancialmente en la socialización de la infancia y de nada sirve el trabajo de padres, educadores y profesores cuando luego, los valores que se transmiten por la TV, implican contenidos de riesgo. Según el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), los contenidos de riesgo, (que incluirían aquellos contenidos violentos, sexistas, racistas, pornográficos, los que incitan al consumo, los que atentan contra el respeto a los otros, los que violan el derecho al honor, la intimidad y la privacidad de las personas, etc.), esconden un peligro potencial que puede derivar en consecuencias directas en los comportamientos individuales, puesto que, a la larga, pueden ser incluso perjudiciales para la sociedad y la cultura en general.

Mucho tiempo con la tele

Pero para evitar los efectos nocivos que puede acarrear el estar mucho tiempo al frente del televisor los expertos coinciden en señalar que no hay que demonizar al aparato en sí, ni sus contenidos por muy mejorables que sean. La solución vendría más bien por seguir el refrán de “si no puedes con tu enemigo, al menos, únete a él”.

En este sentido, el Libro Blanco: La Educación en el entorno audiovisual, del consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), constata que algunos niños y niñas dedican más tiempo a la televisión que a la escuela (contando con el tiempo de estudio). En concreto, los niños de entre 4 y 12 años destinan al año 990 horas a la TV y 960 a la escuela.

Pero aún hay más, los autores de este Libro Blanco destacan que “el consumo infantil o adolescente de TV es extenso en el tiempo, continuo e intenso”. Es más, “el consumo de TV es de unas 19 horas semanales aproximadamente, mientras el tiempo dedicado a las videoconsolas en la adolescencia puede llegar a las cinco horas por semana, sobre todo en el caso de los chicos. Si a ello sumamos luego el uso del ordenador, casi mayoritariamente usado para los juegos, se puede hablar de un consumo audiovisual en el hogar de casi 30 horas semanales”.

El Consejo Audiovisual de Cataluña destaca además dos factores que influyen en el consumo de TV. Así, “la televisión es más influyente en niños y niñas de familias con menos recursos y menos posibilidades para desarrollar otras actividades alternativas a la de mirar la TV”, señalan.

Pero, ¿son tan malos los contenidos de la TV? Para responder a esta cuestión es necesario tener en cuenta, sobre todo que, una vez analizados los hábitos de consumo, la realidad es que los menores y adolescentes miran la programación sobre todo a partir de las 22 horas, es decir, fuera del horario protegido. Según los datos del CAC, “las franjas de mayor consumo entre niños de 4 a 12 años son las denominadas de prime time o máxima audiencia, es decir, las que transcurren entre las 21 y las 24 horas”, señalan.

De hecho, series como C.S.I., Ana y los 7, Paco y Veva, Pares y Nines, Aquí no hay quien viva, El Comisario, Siete vidas o incluso Crónicas Marcianas que, por lenguaje, contenidos y temática no son los programas más recomendables para los menores de edad, se encuentran entre los 10 programas de la TV más vistos por los niños.

Entre ellos Ana, de 13 años, por ejemplo, y David, de 10. Dos hermanos que además de los dibujos y cenan con la televisión puesta y aprovechan entre las 9 y las 11 para ver sus programas favoritos. Como ellos, sus compañeros de clase, sus primos y otros amigos, cuentan entre sus temas de conversación, comentarios y juegos con lo que han visto por la tele la noche o el día anterior.

Y claro, los programadores, sin duda, tienen muy en cuenta este dato al diseñar los contenidos de las cadenas de TV, y no se olvidan de introducir, dentro de los espacios que emiten, algunos elementos especialmente dirigidos a niños y niñas; rodeados, eso sí, del tipo de mensajes que también empaquetan para los adultos. Los expertos han llamado a este fenómeno “infantilización de la programación”.

Apoyo a la familia

En cuanto a las familias, principal responsable en el consumo infantil de televisión, el CAC insiste en que “sólo podrán asumirla con su esfuerzo continuado por tener toda la información sobre los contenidos televisivos, junto a una estrecha vigilancia sobre los contenidos que se emiten en las franjas horarias infantiles.

Merchandising con niños

Pero hay otro aspecto a tener en cuenta a la hora de hablar de menores, televisión y Educación. Es su vinculación con los intereses del mercado. Los más pequeños son, para la industria mediática, un objetivo publicitario, un factor decisivo en el consumo adulto y un elemento para la fidelización.

Los medios de comunicación utilizan estos factores como estrategia para orquestar campañas multimedia y operaciones de merchandising, de consumo, así como para fomentar las actitudes transgresoras, atractivas y fáciles de imitar por los niños sin que nadie haga nada por evitarlo.

Escasa oferta

Esto, junto a la escasa oferta de producción audiovisual y programación específica para el público infantil llevan extraer conclusiones que sitúan a España muy por debajo de los países de nuestro entorno en cuanto a atención y producción audiovisual para los menores así como programación de apoyo para los centros educativos.

Pero las cosas parecen ir a mejor. El compromiso de los responsables de programación de distintas cadenas de mejorar los contenidos junto con las expectativas creadas por las promesas electorales del PSOE, que se ha comprometido a acabar con los contenidos basura en TV, podrían implicar una mejora de la TV.

El PSOE propone un nuevo modelo de TV

El equipo de Rodríguez Zapatero propuso en su programa electoral crear un modelo de TV pública educativa para la cultura en España. El presidente del gobierno electo apuesta para lograrlo con medidas como:

—Creación de un departamento de contenidos culturales, educativos e infantiles con competencias de producción, programación, investigación e innovación en este campo y con carácter estable.
—Fijación de un presupuesto preciso y suficiente para el desarrollo de las actividades de la TEC en el marco de RTVE.
—Fijación de un presupuesto determinado de producción audiovisual educativa.
—Constitución de “La 2” (segunda cadena) como un canal educativo-cultural.
—Creación de un canal digital infantil y otro juvenil.
—Creación de un canal de servicios multimedia (incluyendo TV interactiva) de servicios educativos.
—Replanteamiento de los diferentes canales temáticos existentes. Como actuación prioritaria, cargada de fuerza simbólica, se propone la eliminación de los contenidos basura de la programación televisiva. El Estado también debe velar porque los propios programas culturales, especialmente los financiados por lo medios públicos, respondan a las exigencias de calidad, pluralismo, diversidad, creatividad e identidad, procurando su adaptación y diversificación a los intereses de las distintas comunidades culturales y sociales de nuestro país.

Por otra parte, el nuevo Ministerio para la Cultura y la Comunicación tratará de situar a los ciudadanos en el centro de atención del desarrollo cultural a través de medidas como la creación del Consejo Ciudadano de las Culturas, constituido por representantes de la ciudadanía o el impulso a la participación de Foros Ciudadanos en los Medios de Comunicación de titularidad pública. 

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