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El abandono de puestos clave marca el fin del ciclo

Muchas de las caras de la comuidad educativa que a lo largo de estos últimos ocho años hemos visto y oído en todos los medios de comunicación están dejando sus puestos, confirmando la impresión de fin de ciclo que ha traído el cambio de Gobierno.
Miércoles, 26 de mayo de 2004
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Autor: José M. LACASA

La Ley de Calidad ha causado estragos, si no en las aulas, sí en aquellos que han mantenido la brega pública en torno a su desarrollo. Tras estos intensos años de debate, no es de extrañar que el cambio de Gobierno haya sido considerado por muchos como fin de etapa.

Sin embargo, los primeros en abandonar el escenario pertenecían al mismo Ministerio de Educación, pues antes de acabar la legislatura, y una vez desarrollados todos los decretos –esos que ahora intenta paralizar San Segundo–, comenzaron a ubicarse en nuevos puestos (recordemos a la ministra, al subsecretario, a Juan Ángel España…). Señal de que el esfuerzo por sacar adelante la Ley hizo mella en todos ellos.

Una vez producido el cambio de gobierno, vienen los ascensos y las retiradas: ascendido fue Juan Ramón Copa, secretario general de FETE-UGT, que pasó a ocupar en la Administración el puesto de director general de Inmigración con el nuevo Gobierno socialista. Copa (Lugo, 1957), que estudió Geografía e Historia, provenía del Cuerpo de profesores de Secundaria, pasando luego a desempeñar diversos cargos en la FETE-UGT gallega y nacional. Lo sustituye en su puesto Carlos López Cortiñas.

La dimisión anunciada de Fernando Lezcano, secretario general de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FE-CCOO) desde 1989, se produjo poco después, pasando a ocupar su puesto José Torres. Lezcano (Santa Coloma de Gramanet, 1958) es también licenciado en Geografía e Historia y maestro, ascendiendo paulatinamente desde sus cargos en FE-CCOO de Cataluña. Aún no tiene destino concreto, aunque parece que aspira a formar parte de la ejecutiva nacional del sindicato.

José Manuel Contreras, presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) desde 2001, proviniente de la federación navarra, que hasta ese año presidía, anunció su dimisión hace unos días, pasando a ocupar su puesto el vicepresidente primero, Luis Carbonel. Como los representantes de los padres no tienen derecho a liberación alguna, ni siquiera en los puestos de mayor representatividad –a pesar de que representan a más personas que todos los sindicatos de Educación juntos, por poner un ejemplo– Contreras seguirá su trabajo como funcionario en Navarra, tal y como ha hecho hasta la fecha.

Néstor Ferrera

La dimisión de Néstor Ferrera ha sorprendido no porque no le estuviesen moviendo la silla desde dentro, sino porque, siendo de carácter luchador, a cualquiera que lo conociera le extrañaba que tirase la toalla antes de tiempo. De todas formas, las presiones de la propia FERE, con Manuel de Castro a la cabeza, para entorpecer su labor y su significación social han sido constantes en los últimos años, puesto que esta organización considera que Educación y Gestión debe dedicarse tan sólo a las cuestione laborales y patronales, y no “hacerla sombra” ante la opinión pública. Sin embargo, Ferrera consiguió ser un interlocutor imprescindible, tanto en los medios como en las negociaciones con los poderes públicos, superando incluso a la propia FERE. Su salida, a juicio de los que han compartido con él estos años, dejará un hueco difícil de llenar.
 

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