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La dictadura del espejo mueve más de 1.100 millones de euros

Maquillaje, dietas, moda, tratamientos de belleza,recetas chinas, gimnasio y hasta la cirugía estética se impone para estar siempre jóvenes, siempre flacos, siempre guapos y perfectos.
Miércoles, 9 de junio de 2004
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Autor: Marta SERRANO

Buscar la perfección según los cánones estéticos que impone el momento, la moda, y la televisión se ha convertido en una necesidad aparente. Las Tres Gracias de Rubens o las Majas goyescas, por ejemplo, tendrían que adelgazar unos cuantos kilos y seguir un tratamiento contra la celulitis y la piel de naranja si no quisieran sentirse rechazadas por buena parte de la sociedad.
El mundo de la imagen llega también a los hombres, cada vez también más preocupados por su físico. Si para las mujeres se anhela un perfil cuasi anoréxico, para ellos se ha creado el concepto “metrosexual” para definir al hombre que se aleja de la tradicional imagen viril. El “metrosexual” es el hombre musculoso que se cuida tanto o más que la mujer; se tiñe, se depila, va al gimnasio…

El boom de la cirugía

No obstante, para todos, el primer paso para convertirnos en perfectos, y más ahora que llega el verano, pasa por limitar la ingesta alimentaria con dietas que obligan a saltarse comidas, al ayuno, o a tomar alimentos bajos en calorías que repercuten de manera negativa en el cuerpo y que no son eficaces según todos los expertos. Estos hábitos han hecho comunes enfermedades como la bulimia o la anorexia, que ya afecta,sólo en Estados Unidos, a unos 100.000 hombres, aunque siga siendo más generalizada entre las mujeres.

Al margen de la búsqueda del peso ideal, ser perfectos también implica el paso por el quirófano. Con fines estéticos, jóvenes y mayores buscan aumentar sus mamas o sus labios, retocarse la nariz o lipoaspirarse, aún a costa de los riesgos postoperatorios y del coste de dichas operaciones. Es más, en los últimos casos acaecidos en España de muertes de pacientes de operaciones de reducción de estómago, sus médicos y cirujanos lamentan la pérdida del paciente aunque aseguran que los riesgos de tal operación fueron advertidos a los clientes, que en muchos casos no quieren escuchar.

Los datos cantan. Con una cifra en torno a las 300.000 intervenciones al año, España es el país de la Unión Europea donde más operaciones de cirugía estética se practican, y ocupa los primeros puestos del ranking mundial, superada sólo por Brasil, Venezuela y Estados Unidos.

Pero el boom de la cirugía estética llega incluso a las menores de edad que piden a sus padres financiación para distintos retoques con motivo de su cumpleaños o de aprobar del curso. La nariz aguileña o regordeta ya no es un problema si se opta por el bisturí y es la petición más común en jovencitas entre 13 y 18 años, aunque también es muy demandada la prótesis mamaria por jóvenes entre 17 y 18 años. Según el director del madrileño Centro Clínico Menorca, Ángel Martín, “hay chicas jóvenes para las que no tener pecho es algo traumático no ya por moda sino porque no se sienten bien con su cuerpo y en esos casos, la paciente mejora mucho en lo psicológico tras la intervención”. Los chicos cambian su rostro con una rinoplastia y se decantan también por decir adiós a las “orejas de Dumbo”.

Sólo en la última década este sector se ha convertido en una industria muy importante en el territorio español con un crecimiento superior al 150% y una facturación que en 2003 superó los 1.100 millones de euros. Lo que hace unas décadas se contemplaba como un lujo, sólo accesible a ricos y famosos, se ha convertido en una práctica al alcance de la clase media, sobre todo, por las facilidades de financiación que ofrecen la mayor parte de las clínicas.

Los pacientes son en su mayoría mujeres, aunque es un negocio cuyo volumen crece también por el sexo masculino. En concreto un 15% de los hombres se opera mientras en 1995 sólo lo hacía un 5%, aunque mientras las mujeres demandan implantes de silicona en el pecho, seguido de corrección de nariz y la liposucción además de cirugía en los párpados y corrección de arrugas, los hombres se inclinan más por la cirugía contra la calvicie, la liposucción del abdomen y también la cirugía en orejas y nariz.

Obsesión por la delgadez extrema

Cuando el culto al cuerpo es propulsado por falsos ideales y no por la razones de salud todo lo que se hace puede volverse perjudicial. Es necesario comprender que la obsesión por la belleza y un cuerpo 10 puede causarnos transtornos graves psíquicos y físicos. Es imposible mantenernos siempre jóvenes y hay que aprender a querernos como somos porque es más importante la esencia que el envase. Hay que rechazar la imposición de uniformidad y los modelos de belleza que tratan de obligar a la gente a ser lo que no es y rechazar lo distinto aún a costa de la salud.

Para Elena Alonso, profesora adjunta de Nutrición y Bromatología (Ciencia de los alimentos) de la Universidad San Pablo CEU, “no hay una dieta única como referencia de calidad entendida como el conjunto de alimentos que ingerimos diariamente. Sin embargo, las dietas de adelgazamiento sólo son recomendables cuando hay un problema de obesidad”. En este sentido, Alonso explica que que el el peso ideal estético, que propone una delgadez extrema, no coincide con el peso adecuado según la salud. Esta experta nos propone una fórmula sencilla para calcularlo: Dividir el peso en Kg. entre la altura en metros al cuadrado, lo que nos debería dar una cifra entre 20 y 30. Los problemas comienzan por encima del 30, y aunque Alonso admite que la obesidad “es prácticamente una epidemia en los países desarrollados”, la mayor preocupación en España ese el crecimiento de la obesidad infantil que ya está en el 8%.
 

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