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Padres denuncian a padres por hacer trampas en la matrícula

La Consejería ha señalado que exigirá a los denunciados otra documentación que no se encuentra dentro del decreto de admisión.Concapa rechaza esta medida.
Miércoles, 14 de julio de 2004
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Autor: Herminia FERNÁNDEZ

Las trampas en la matrícula escolar mantienen en alerta al sector educativo de Asturias. Cerca de 50 familias que buscaban matricular a sus hijos en las zonas de “La Inmaculada” y “La Asunción”, de Gijón, han sido denunciadas por otros padres, al haber declarado domicilios falsos para conseguir una plaza en esos centros educativos.

Cada período escolar decenas de estrategias son utilizadas por los padres con el objetivo de conseguir la mayor cantidad de puntos requeridos para obtener la plaza deseada. Este año la búsqueda de puntos para optar, en Asturias, a una plaza en el colegio escogido se centró en la proximidad de la casa con el centro escolar.

La ley atrae la trampa

Un nuevo decreto emitido en Asturias señala que vivir cerca del centro escolar será un paso seguro para lograr que los hijos entren directamente a los colegios. Años anteriores la renta era lo que pesaba y, según una fuente de la Consejería, también se recibían denuncias en contra de padres que declaraban ingresos inferiores a pesar de que trabajaba la pareja.

Los otros puntos, como la existencia de hermanos en los colegios requeridos o que los hijos padezcan una minusvalía, también tienen prioridad en la baremación en Asturias. Al parecer, estos criterios son alterados del mismo modo.

La denuncia contra las 50 familias que alteraron los datos fue hecha ante el Ayuntamiento pero ya estáen manos de la Consejería de Educación. En la Consejería han explicado que cotejarán los datos de los denunciados. Este procedimiento lo hará contrastando la dirección que figura en la solicitud de la plaza con los domicilios laboral y fiscal, y que no descartan pedir otros documentos que pueda acreditar que viven realmente donde manifestaron. Estos pudieran ser las escrituras del contrato de arrendamiento.

También contrastará con el catastro y los organismos competentes antes de septiembre, ya que para ese mes se va a efectuar otra fase de matriculación. “De constatarse que esas personas han mentido, por el afán de clasificación, se les restará la puntuación que los había ayudado a hacerse acreedores de la plaza”, ha señalado un representante de la Consejería. De igual manera, pasarán al final de la lista y perderán la opción de tener el cupo deseado.

Sumado a esto, los afectados tendrán que matricularse en otros colegios, con la dificultad de que ya estén cubiertas las plazas de las escuelas donde queden vacantes. Sin embargo, tendrán garantizada la escolarización en algún centro público o concertado. Los casos de datos falsificados suelen verse en los centros con mucha demanda.

La concejala de Educación, Carmen Rúa, fue quien remitió las denuncias a la Consejería y ha asegurado, después de verificar los datos con el padrón municipal, la existencia de algunas cosas “anormales”. Ha señalado que varias madres se han empadronado con su hijos en los domicilios de algunos familiares, situados en las nuevas zonas de influencia de la Asunción y los jesuitas. Con este método consiguieron ocho puntos que prácticamente les garantizó la plaza.

Respeto a la privacidad

Por su parte, el presidente de Concapa en Asturias, José Manuel Martínez, ha declarado que este tipo de acciones ilegales cometidas por las familias suelen ser recurrentes cuando se abre la matrícula. Martínez ha aclarado que “Concapa jamás ha recomendado las acciones que no se ajusten a la ley de nadie; ni de los padres, ni de ninguna administración, y que tampoco las avala de ningún modo”.

Asimismo, ha expresado que “en principio se hablaban de centenares de casos fraudulentos, pero apenas alcanzan los 50. También que se investigarían todas las solicitudes y ahora sólo se hará con los supuestos denunciados”. El representante de Concapa tiene una duda: “no sabemos hasta qué punto pueden hacer la investigación ni cómo se pretende pedir otra información completaria que no está en reglamento”.

El presidente de Concapaha dicho que no se puede solicitar otra documentación que no esté prevista en la ley. “De pedir otros datos no contemplados en el decreto de admisión se estaría violando la ley de protección de datos personales, porque se va a manejar información personal que no se sabe si puede ser usada mal utilizada en otra ocasión”.

Martínez, en todo caso, recomienda que “la solución de la administración debe estar bien estudiada pues laslistas de admisión resultarán modificadas, y traerá consecuencias para los afectados, para los denunciantes, y para los terceros”.

Prácticas habituales

Los padres que desean matricular a su hijo, en un centro determinado, deben llevar fotocopias justificativas de la documentación requerida. El afán de conseguir la plaza en el colegio deseado los conlleva, algunas veces, a traspasar la legalidad. Las prácticas más recurrente son:

–Para obtener los puntos por proximidad, se empadrona al niño con familiares que viven cerca del colegio elegido. También está el caso de quienes empadronan a sus hijos en casa de amigos o compañeros de trabajo, aunque es más difícil lograr que estas personas lo acepten. Otra opción es alquilar, en las inmediaciones del Centro escolar, un piso durante algunos meses antes.

–Para sumar puntos por minusvalía buscan cualquier leve malformación o problema de salud del niño. Uno de estos problemas, previo certificado médico, puede hacer que se consiga una de las plazas resrvadas para los minusválidos.

–Si la declaración de renta es lo que influye, se suele agregar a alguno de los abuelos que no cobra pensión.

Asimismo, practican el truco de rellenar un impreso con una parte de sus ingresos, y a la vez completan otro formulario con los ingresos restantes. A la hora de matricular al niño, sólo entregan el primer formulario, donde no existe mención a otras declaraciones complementarias.

Otra práctica es la de imitar en un ordenador una certificación de padrón. También está el caso de falsificar una declaración de alguna persona que genere pocos ingresos, y luego se le fotocopia con la etiqueta de identificación personal del interesado.
 

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