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Padres contra padres

Las Confederaciones de madres y padres de alumnos, principalmente Ceapa y Concapa, están liderando de una manera singular distintos movimientos que aglutinan al resto de fuerzas de la comunidad educativa. Lo más significativo es que la bandera que ambos movimientos enarbolan en pleno cambio de legislación educativa es la defensa de la asignatura de Religión como una más del currículum, es decir, como evaluable y computable al igual que el resto de materias o, por otra parte, otros padres reivindican el laicismo de la escuela.
Miércoles, 15 de diciembre de 2004
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Autor: Marta SERRANO

Representantes de las principales Confederaciones de APAS del país (Concapa, Ceapa y Cofapa) se reúnen en la sede de MAGISTERIO. Un cara a cara para dilucidar qué papel debe jugar la Religión en la escuela y quién debe decidir los valores que trasmitimos a los escolares.

—Ángel Trascasa (secretario general de Cofapa). Valores deben trasmitir todos, pero sólo los padres tienen el derecho constitucional para elegir libremente la Religión y la moral que quieren para sus hijos.

—Luis Carbonel (presidente de Concapa). Los padres, tanto en la familia como en la escuela. Los llevamos allí para que se instruyan y se continúe la formación de casa. En los colegios concertados está claro porque los centros tienen su ideario. Pero en los centros públicos también, porque los padres son los titulares de los hijos y deben exigir que haya Religión católica, islámica o que no haya ninguna. El Gobierno no puede intentar educar a nuestros hijos como si fueran suyos. Además, en el caso de la Religión católica, somos mayoría. Un 80% de los padres matriculamos a nuestros hijos en clase de Religión.

Presiones

—Ginés Martínez (vicepresidente de Ceapa). Los padres. La escuela pública debe ser un espacio neutro donde todas las personas que conviven puedan participar sin sentirse violentados por ideologías o creencias que no se correspondan con su propia concepción de la vida. Respecto a que los padres solicitan en un 80% la clase de Religión tengo que decir que esto, según nuestras cifras, es más aparente que real. Además, desde hace años, en vez de ser los padres quienes piden la Religión para sus hijos, se pregunta a éstos cuando van a matricularse a través de un papel, y eso es inconstitucional. Y no sólo eso. Hace unos meses cuando yo matriculaba a mi hijo en el IES “Juan Carlos I” de Murcia, en el sobre de matrícula, había una carta de los obispos diciendo lo importante que era matricularse y cómo el Gobierno estaba atacando la clase de Religión… Desde nuestro punto de vista ha habido una presión brutal. En el entorno rural, en pueblos sobre todo, hay un cierto temor a represalias o a que se margine a los niños que no se matriculan en Religión.

—L.C. Cuando cuestionas la cifra del 80% te remito a algo tan incuestionable como el barómetro del CIS. Somos una amplia mayoría. Por otra parte, cuando hablas de la carta de los obispos, admito que es cierto, pero también soy testigo de un folleto con el que se está haciendo proselitismo a favor de que se quite la clase de Religión en las escuelas. Es un movimiento anterior y más persistente. De hecho, en muchos casos ha contado con el favor de directores y profesores, y hasta con la colaboración del portero. Así que tanto monta, monta tanto…

—Isabel Velasco (madre y profesora (STE)). Estoy de acuerdo con Ángel Trascasa en que todos los padres tenemos que tener el derecho a elegir. El error es creer que todos los padres son católicos o que los católicos representáis a todos los padres. Yo soy madre, no soy católica y exijo mi derecho a que mi hija no reciba ningún tipo de religión. Parece que si no se imparte Religión no se imparten valores ,y los valores no son propiedad de ninguna religión, ni del Estado, ni de nadie. Con el dinero público, en la escuela pública (centros públicos y concertados), lo que hay que hacer es lo común. Yo me he sentido acosada porque se ha obligado a mi hija a estudiar Religión o Ética. Y además, cuando el presidente de Concapa dice que no quiere que el Estado eduque a sus hijos como propios, yo creo que es justo lo contrario. Pido que los católicos no intenteis educar a mi hija como si fuera la vuestra. La solución es la Religión fuera del currículo, y, por supuesto, sin evaluar. Yo lo admito todo, pero no con dinero publico

—L.C. Y yo no admito que para tí pague yo lo que quieres para tus hijos, y para mí no pagues tú lo que yo quiero. Ni hablar.

—I.V. Yo no estoy diciendo cómo educar a tus hijos. Sólo digo que se quiten las religiones, que el currículo sea lo común, y lo personal, que no esté en la escuela publica.

—A.T. Tienes derecho a elegir el modelo que quieres para tus hijos, si quieres que sea laica, pues vale. Lo que no puedo admitir es que a los alumnos se les prive de un conocimiento cultural fundamental como está demostrado. La historia de las religiones y el catolicismo en particular es un asunto que afecta a toda la cultura occidental, a la cultura española.

—I.V. No estoy de acuerdo.

—G.M. Yo también me siento perseguido, no sólo en mi persona, sino como representante de muchos padres que así me lo han hecho llegar.

—L.C. Ginés ha dicho que no es misión de la escuela dictar valores universales. Pero, ¿quien va a dictar esos valores ahora? No estoy dispuesto a que nadie usurpe mis funciones y, como padre, quiero que mi hijo se eduque conforme a mis principios sean los que sean, religiosos o laicos. No me va a decir el Estado qué es lo bueno o qué es lo malo y a imponerme los valores universales, la ciudadanía… Porque Ceapa dice en su folleto que “con dinero publico”…, y yo digo que el dinero publico es tan tuyo como mío, porque yo también pago mis impuestos y exijo con eso al Estado que se cumplan mis expectativas como ciudadano y que satisfaga lo que considero un derecho. Y cuando el folleto de Ceapa dice que “la iglesia impone”…, ¡pues hombre! La iglesia es una doctrina y quien quiere la pide para sus hijos y quien no quiere, no. Y a propósito de sentirse perseguidos, en este momento el proselitismo a favor del laicado con burlas a la religión es para pedir, por lo menos, respeto. Nadie se burla de quienes no creen. Así que, por lo menos, exijo respeto a quienes hace poco la llamaron “casposa”.

¿Un marco legal válido?

—A.T. Isabel, lo que has dicho lo respeto, pero va contra la Constitución en su artículo 27, que reconoce el derecho de los padres para que los hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones.

—I.V. Fuera del currículo…

—A.T. La Ley Orgánica de 7/1980 sobre libertad religiosa, en su artículo 2 lo dice muy claro y habla de ámbito escolar.

—I.V. No confundas ámbito escolar con currículo.

—A.T. Dentro del currículo lo dice el Acuerdo de 1979. Y dice que debe ser evaluable y computable como todas las materias. El marco legal es adecuado.

—I.V. Creo que no, que hay que sentarse y revisarlo por los derechos de los que no queremos, que no somos tan pocos.

—G.M. Hay que cambiarlo porque el marco legal sobre la asignatura de Religión se basa en los Concordatos de 1961, que incumplen una de las condiciones básicas del laicismo al no contemplar la igualdad para todos. No puede haber ningún privilegio para ninguna religión o ideología dentro de lo que es la escuela pública. Para que la nueva Ley educativa pueda recoger las aspiraciones de la sociedad tendría que plantearse la revisión del Concordato e incluso su supresión. Hoy eso es anacrónico, no tiene ninguna cabida en el siglo XXI.

Con o sin alternativa

—I.V. Ahora ellos están protegidos y yo no. Cuando digo que no se respeta mi libertad y mi derecho a no escoger Religión es porque se me obliga a escoger una alternativa que pintan de verde, pero sigue siendo religión. Hasta que se paralizó la LOCE yo estaba dispuesta a que mi hija no fuera a esa clase, y luego, a ver que juez se atrevía a decirme que mi hija no titulaba… Es imposible. Se cae por su propio peso.

—L.C. No es verdad lo que dice Isabel porque el Gobierno actual intenta imponer una asignatura en valores donde se me va a decir qué está bien y qué está mal. Es como imponer la Religión laicista por Ley, la FEN estilo no se qué, o no se quién. Y eso sí que va a ser obligatorio, va a estar en el currículo, y será puntuable. ¡Hombre, por Dios!

—I.V. Yo lo quitaría todo.

—L.C. Ya, pero esa es tú opinión no lo que dice el MEC.

—I.V. Creo que el MEC no lo tiene muy claro.

—A.T. Es que son 20 propuestas que recogen aspectos distintos.

—G.M. Hablamos de laicismo sin entender el concepto de la misma manera. En un manual católico se define el laicismo como un movimiento anticlerical que tiende a excluir la religión de la vida pública, a suprimirla por completo. Mientras para mí laicidad es la libertad de actuar, de obrar y de pensar. Y esa libertad se fundamenta en la libertad de conciencia. La libertad religiosa es una parte de esa libertad de conciencia. Partiendo de ahí y de que todos, (católicos, ateos, agnósticos…) deben tener libertad de conciencia y los mismos privilegios, o ningún privilegio, hay que valorar los Concordatos a lo largo de la Historia. Estos acuerdos han dado unos privilegios en determinados momentos a unos ciudadanos en detrimento de otros. Y la clase de Religión en ese sentido, es un privilegio.

—A.T. Es un derecho.

—I.V. No, porque yo no tengo derecho a qué se imparta en el colegio mi conciencia particular.

—L.C. Que sí hombre, que sí… ¡Con la nueva asignatura de valores éticos!

—A.T. A mí me llama la atención que Isabel diga que la Plástica, la E.F. o el Dibujo son comunes y la clase de Religión no (hablo de la clase, no del compromiso católico). Tanto la visión confesional como la no confesional es algo común y esencial para el desarrollo personal. Además, debe ser evaluable a todos los efectos porque así lo dice la Ley y porque si no se crean asignaturas de primera y de segunda y es absurdo y un gran error pedagógico.

—I.V. Ese es el miedo.

—A.T. El miedo no. Es que es una asignatura más.

—G.M. Hablamos de cosas distintas que ya distinguía la LOCE. El hecho religioso como elemento cultural y la opción confesional religiosa, es decir, la catequización del alumnado…

—A.T. Todos los países de Europa menos Francia tienen Religión en el currículum.

—I.V. Alemania tampoco.

—L.C. La Religión es evaluable y debe ser medible.

—I.V. ¿Cómo mides tú eso?

—L.C.¿Y cómo mides tu Matemáticas? Se puede medir porque no es catequesis, porque es una asignatura objetiva. No se puede medir la fe pero sí si se sabe el programa o no, etc.

—I.V. ¿Qué? ¿Cómo puedes decir que es objetiva? ¿Cómo va a ser objetivo algo que es personal?

—A.T. Creo que deben ser tanto evaluables como computables las dos opciones, confesional y no confesional, porque no se evalúan las creencias ni los comportamientos, sino la historia o el conocimiento de una religión. A su vez, debe existir también esa otra asignatura que, se llame como se llame, ayude a los alumnos a comprender todos esos movimientos religiosos que se han producido o se producen en la actualidad.

—G.M. Desde Ceapa consideramos lastimoso que la alternativa también sea una imposición de la Iglesia para equilibrar el tiempo de quienes no quieren Religión. Fue una concesión que se hizo en un momento determinado y se ha ido derivando según los gobiernos. Creemos que no es necesaria y muchos padres lo perciben como un castigo.

Clases de Islam

—L.C. El gobierno cumple la Constitución. Los padres que quieran que sus hijos sean formados conforme al islamismo tienen el mismo derecho que yo si quiero la Religión católica, o que tú si quieres que no sean educados en ninguna Religión. Eso sí, los contenidos que se impartan no deben ser contrarios a la constitución, porque en algunos países todavía se lapida a las mujeres. Y por supuesto, ¡Marías no! Por otra parte, es verdad que no entiendo que desde el Gobierno se fustigue a la Religión católica mientras otra, no se porqué, goza ahora de unos privilegios y hasta es animada. El reto es encontrar un punto en común.

—I.V. Yo puedo darte ese punto de encuentro pero creo que no lo aceptaríais. Y es: Religión evaluable dentro del currículo pero sin alternativa. Tenéis lo que pedís, pero, ¿por qué imponéis la alternativa? ¿A qué tenéis miedo?

—L.C. No tengo miedo pero sueltas una idea y dices que no aceptaríamos. ¡Hombre, por Dios. No profetices!

División en la comunidad educativa

Mientras la Confederación de APAS Concapa y la Plataforma en Defensa de la Asignatura de Religión han reunido más de dos millones de firmas sin lograr que el Ejecutivo cambie su postura sobre la asignatura de Religión, la Confederación de APAS Ceapa y una veintena de organizaciones organizan distintos actos reivindicativos para pedir que la Religión salga del horario lectivo o, al menos, que no haya alternativa. Pero el MEC también ha hecho oídos sordos. 

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