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Las clases particulares mueven 300 millones al año

El alto fracaso de los alumnos en Secundaria, constatado en estudios internacionales como PISA, ha sensibilizado a miles de padres, que han optado por clases particulares a domicilio.
Martes, 18 de enero de 2005
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Autor: Marta SERRANO

No hay mal que por bien no venga. El alto fracaso escolar de los alumnos, sobre todo en enseñanza Secundaria, está haciendo a muchos frotarse las manos ante el mercado de las clases particulares. Un negocio en auge por el que ya están apostando incluso las grandes editoriales y otros grupos del sector educativo.

Según un informe realizado por Talenta, del Grupo Planeta, “más de un millón de alumnos en España reciben clases de refuerzo escolar. Y de estos el 50% lo hacen a través de clases particulares a domicilio”. Pero lo más importante es que las empresas que han comenzado a invertir en el desarrollo de las clases particulares, sector cada vez más profesionalizado, estiman que el volumen de negocio que ahora se sitúa en torno a los 300 millones de euros anuales, aumentará de forma considerable en los próximos años.

Beneficios por tres

“En el segundo ejercicio fiscal hemos triplicado el ritmo de crecimiento”, afirma el director de Educa System, Sebastian Triviere, quien añade que “cada mes se triplica la demanda, sobre todo, según nos acercamos al final de curso”. Sin embargo, para Triviere, lo más importante es ayudar a las familias, ya que “se ha constatado la efectividad de las clases particulares como alternativa al fracaso escolar”.

Según el director de Educa System, “los datos son el reflejo de la delicada situación de los escolares españoles en lo que se refiere a resultados académicos, ya que uno de cada cuatro estudiantes (25,6%) no llega a graduarse en ESO. Los datos dejan a España claramente por detrás de la media europea, que es del 18%. España se sitúa sólo por delante de Portugal, cuya media de fracaso escolar es del 42,1% y de Italia (29%). En el extremo opuesto se sitúan países como Suecia (7,7%), Finlandia (9,8%) y Dinamarca (11,7%)”.

En cuanto al coste para las familias de estas clases personalizadas, el director general de Talenta, Eusebi Llensa, señala que “aunque depende de lo que el alumno requiera y del nivel educativo, recibir unas 12 horas al mes costaría unos 200 euros”. Con esta inversión las empresas garantizan que el aprobado queda asegurado.

Esta no es la primera vez que los responsables del boyante sector de las clases particulares felicitan al equipo del Ministerio de Educación por permitirles harcerse ricos a costa del fracaso del sistema educativo.

Richard Vaugham, empresario especializado en las clases particulares de inglés y los campamentos estivales, señala que el MEC no puede asegurar la eficacia. “En el caso del inglés, la demanda siempre ha sido muy fuerte, aunque nadie ofrece clases de calidad con profesores nativos como nosotros. La clave está en lo auditivo. Hay que lograr que los alumnos entiendan a la primera”, afirma.

Perfil del estudiante que requiere clases particulares

El perfil del estudiante que contrata clases particulares es el de una persona entre 9 y 17 años (90%) de los casos y mayoritariamente estudiante de Secundaria. En concreto, un 43% de las horas son de niños que cursan ESO, seguido de lejos por los de Bachillerato (23%) y Primaria (21%). No obstante, hay diferencias por sexos, ya que un 55% de las clases son demandadas por niños. Las chicas demandas un 45% de las clases.

Seis de cada diez clases, de Matemáticas

Según los datos de Educa System, seis de cada diez clases particulares corresponden a la asignatura de Matemáticas, que confirma de esta forma su fama de enfant terrible para los estudiantes más jóvenes.

No obstante, junto a esta asignatura, Física o Química, es decir, el resto de las llamadas asignaturas de Ciencias, se sitúan como los huesos del sistema educativo más difíciles de roer para los chavales.

Junto a éstas las clases de idiomas son de las más demandadas: inglés, francés, alemán y, cada vez más, el chino, son las lenguas en auge.

En cuanto a la efectividad de las clases particulares, Sebastian Triviere señala que “mientras en Primaria los padres todavía pueden ayudar a los chicos en las dudas frente a sus estudios, en Secundaria hay que atender a dos aspectos distintos: por un lado, la mayoría de los padres no tiene la capacidad o el tiempo para ayudar a sus hijos y, por otro, los chicos, por su edad y falta de madurez, demandan que cada persona que les rodea desempeñe su rol y aceptan más como profesor particular a alguien que consideran una persona neutra o ajena a su familia que las enseñanzas de sus progenitores 

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