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“No se puede volver a un sistema que ha fracasado”

Entrevista en exclusiva para MAGISTERIO con Ana Botella, concejala de Empleo y Servicios a la Ciudadanía del Ayuntamiento de Madrid.
Miércoles, 2 de febrero de 2005
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Autor: José Mª de MOYA
Javier ORTEGA

Está de vuelta de todo y se le nota. La han llamado hasta asesina. Por eso se permite el lujo –poco habitual en políticos en activo– de decir lo que piensa y no lo políticamente correcto. Aquí está la prueba.

Uno de los eslóganes en la campaña del PSOE fue abrir los colegios doce horas al día, siete días a la semana, once meses al año…
No estoy de acuerdo. Lo que hay que hacer es cambiar nuestros horarios laborales y adaptarlos a los modelos de la mayoría de países, como Estados Unidos, donde a las cinco de la tarde los trabajadores vuelven a su casa. Hay poco sitios donde los horarios sean como en el nuestro. Para ello hay que cambiar la mentalidad de arriba a abajo. Desgraciadamente el horario laboral tiene muy poco que ver con el horario y las vacaciones escolares. Hay que ayudar manteniendo abiertos los centros en los periodos en los que las vacaciones de los niños no coinciden con las de los padres, pero a mí no me gustaría que los pequeños tuvieran que estar de la mañana a la noche en la escuela.

Parece que, de esa forma, se deja los padres delegan toda la responsabilidad de la Educación en la administración.
Eso es muy malo. Entiendo educar no sólo como impartir conocimientos, sino también valores –que es bastante más importante–, y los valores quien los transmite es la familia. Las administraciones, las instituciones educativas… son complementarios. Es fundamental que el centro elegido por la familia vaya en consonancia con lo que ella piensa.

En el actual sistema educativo, sometido a continua reforma, ¿se cumple esa función complementaria de educar en valores como el de la igualdad?
Se está intentando, pero la igualdad la tienen que ver los niños en la familia. Si comprenden que su padre y su madre son iguales, que comparten todo… eso nunca se olvida. Eso no quita para que la administración educativa actúe y promueva desde el principio la Educación en la conciliación. Todos los expertos en Educación están de acuerdo en decir que un niño se educa muy pronto. Los primeros años de la infancia son absolutamente fundamentales, porque son los que más marcan.

Ahora se intenta que el colegio compense la dejación de los padres –que habrían tirado la toalla en la Educación en valores– y por ello la Administración crea una asignatura, Educación para la convivencia, de carácter obligatorio…
Yo creo que la Administración no está para educar. Una sociedad en la que las familias hagan dejación de la función de educar va mal. Yo no quiero que me eduquen otros a mi hijo. Educar es lo más importante que existe, no hay nada más importante en una sociedad, y lo que yo entiendo por Educación, que es educar a la persona, fundamentalmente lo hace la familia.
La Logse fracasó porque pretendía corregir las diferencias intelectuales, igualar por abajo, cuando un sistema educativo lo que debe tratar es sacar lo mejor de cada niño y que cada uno llegue hasta donde pueda. Creo en la superación del ser humano, en la superación del niño y en la Educación que trata de tirar para arriba e intenta que el niño tenga afán de superación; en lo que no creo es en la igualación por abajo, que es lo que ha pretendido la Logse. Nunca se puede tratar igual lo que es diferente. Se pretendió cambiar con la Ley de Calidad, que quería reparar e impedir el fracaso de la anterior pero, sorprendentemente, se suspendió su aplicación. Y parece ser que vamos a volver a la Logse, lo cual es de una responsabilidad dudosa. Cuando se ha visto que un sistema ha fracasado no se puede volver a él.

¿Cuál es su punto de vista con respecto a la escolarización de los inmigrantes?
Hay que tratar de combinar el principio de libertad de elección de los padres con el de la integración. El sistema que propone el PSOE se intentó alguna vez en Estados Unidos y ha fallado. Del mismo modo, en Madrid resulta imposible trasladar a un niño de un extremo a otro de la ciudad para llevarle de su casa al colegio. Un número importante de la enseñanza en España es concertada y, dentro de esa enseñanza concertada, guste o no guste, los padres prefieren los colegios religiosos. Todos estos colegios, estén donde estén, tienen obligación de reservar durante todo el año un número de plazas para población inmigrante. Mirando lo que se ha hecho en los países de nuestro entorno creo que no ha sido un resultado bueno. Ni Francia ni Alemania, que nos han precedido en el tema de la inmigración, han conseguido resultados buenos.

Ante la próxima regularización masiva, ¿piensa que los políticos pueden hacer un cálculo electoral con este tipo de medidas?
Espero que nunca se haga de la inmigración un cálculo electoral. Como lo hayan hecho, las consecuencias las pagaremos todos. Es muy peligroso que se siga produciendo un efecto llamada. El fenómeno de la inmigración es tan nuevo que cuando se aplican las medidas no se sabe nunca el resultado que van a tener. Vamos a ver qué pasa. El PSOE ha variado mucho su discurso con respecto a este tema. Habrá que ver los efectos.

¿Un chaval marroquí que llegue a un colegio marista debe adaptarse al centro, o debe ser el colegio marista quien se amolde al niño marroquí?
Si va al colegio de maristas debe aceptar el principio del colegio de maristas.

¿Aunque el colegio de maristas esté sostenido con fondos públicos?
Aunque el colegio de maristas esté sostenido con fondos públicos.

Ha dicho que los padres demandan más la enseñanza religiosa ¿por qué?
Esto es un hecho. Creo que porque les da más confianza y consideran que es mejor.

Pero lo habrá analizado, habrá sacado sus propias consecuencias.
Los padres tratan de llevar a sus hijos a lo que consideran mejor. Si hay una preferencia por los colegios concertados de carácter religioso está claro que a los padres les da más confianza.

Desde el sector educativo se ven sus opiniones en temas de valores y cuestiones sociales claramente distintas a otras opiniones que se trasmiten desde el resto del Ayuntamiento.
[Irónico] ¡Ah! ¿sí? (risas)

¿Se siente cómoda?
Absolutamente.

Porque la dejan hacer, la dejan decir…
No… Creo que no tiene por qué haber una homogeneidad en todos los temas. En los principales sí estamos de acuerdo.

Pero a la hora de constituirse gobiernos, estos suelen ser homogéneos para que no hayan fricciones. Pero entre usted y Alicia Moreno…
El alcalde de Madrid es una persona que nombra y luego deja hacer. Es muy respetuoso. Me siento muy integrada dentro del equipo de Gobierno.

Violencia de género

Prefiere hablar de violencia doméstica o de violencia de género?
Lo que está aceptado es lo de la violencia de género…

Ahí hay un debate ideológico…
La verdad es que eso es algo que ya se ha aceptado.

Hay psicólogos que creen que se está enfocando mal el debate, y parece que el problema es el machismo de esta sociedad patriarcal.
En un primer momento la violencia de género dentro de la familia ha sido del hombre hacia la mujer y además, normalmente ha ido unida también a la de los hijos. Bien es cierto que, actualmente, están apareciendo otras formas de violencia dentro de la familia, como la violencia hacia las personas mayores, de los hijos hacia los padres, o de la mujer hacia el hombre. Lo que ocurre es que cuando se habla de violencia de género se habla del tipo más amplio o más numeroso que es la violencia del hombre contra la mujer.
 

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