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Castilla y León, primera en regular el bullying y la violencia escolar

Castilla y León no ha perdido el tiempo y el pasado 31 de enero publicaba un Real Decreto sobre el Fomento de la Convivencia escolar en los centros de la región.
Miércoles, 9 de febrero de 2005
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Autor: Débora GARCÍA

Se trataba de un proyecto que figuraba en la cartera de la Consejería de Educación para la presente legislatura, pero debido a ciertos acontecimientos, principalmente el caso de bullying que salió a la luz a mediados del mes de noviembre en Burgos, se ha acelerado. A pesar de que el Grupo Parlamentario del Partido Popular tenía previsto presentar, a principios del mes de febrero, una proposición no de ley sobre violencia escolar en las Cortes de Castilla y León para instar a la Consejería de Educación a que crease una norma como guía para los centros, finalmente la Consejería se ha adelantado. El pasado 31 de enero publicaba en el Boletín Oficial de Castilla y León un Real Decreto sobre el Fomento de la Convivencia en los centros escolares de la región. Un Real Decreto que se complementó al día siguiente con la publicación de tres resoluciones en las que se ampliaban y completaban las acciones por parte de la Dirección General de Formación Profesional e Innovación Educativa, la Dirección General de Planificación y Ordenación Educativa y la Dirección General de Coordinación, Inspección y Programas Educativos.

De esta forma, la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León se convierte en la primera de toda España que amplía, con rango legislativo de Real Decreto, uno de los apartados de la Ley contra la Violencia de Género, aprobada el pasado mes de diciembre por la mayoría de todos los partidos políticos del arco parlamentario en el Congreso de los Diputados.

Comisiones en los centros

El texto establece que en los próximos días en todos los centros de Castilla y León se crearán Comisiones de Convivencia que serán las encargadas de elaborar un plan de actuación y de prevención de los casos de violencia. Estas comisiones trimestralmente deberán elaborar un informe sobre las incidencias –en el caso de que las hubiera– las actuaciones llevadas a cabo y las que le corresponde adoptar al Consejo Escolar, así como un documento en el que figure la situación de convivencia del centro escolar. Estos informes se remitirán a las direcciones provinciales de Educación y éstas redactarán un nuevo documento en que el se incluirán todos los informes de la provincia y lo enviarán a la Consejería de Educación. Con estos datos, la Consejería tendrá un mapa de la situación real de la convivencia en los centros educativos de la Comunidad y dichos informes contribuirán a la elaboración de futuras propuestas de actuación y mejora del ambiente escolar.

Detección precoz

La detección precoz es otro de los puntos del decreto. Para conseguir detectar los casos de acoso escolar o alteraciones del comportamiento de los alumnos, se establecen medidas dirigidas a dotar a los responsables de los centros, a los padres y a los alumnos de instrumentos. Uno de ellos será la denuncia anónima de los jóvenes para que no exista el miedo a las posibles represalias.

Un tercer nivel de esta orden es la Actuación. Un nivel, “al que hay que procurar no llegar”, en palabras del consejero de Educación de Castilla y León, Francisco Javier Álvarez Guisasola. En el caso de que exista conocimiento de que se están produciendo episodios de violencia en el centro, el documento establece un protocolo de actuación en el que ya deberán intervenir otros agentes como psicólogos, los servicios sociales e incluso la policía o el fiscal. Una orden que no sólo aborda el bullying, sino en todo tipo de violencias que puedan darse en el ámbito escolar.

El titular del departamento de Educación en Castilla y León aseguró a MAGISTERIO que estaba seguro de que esta orden “nos ayudará a ver la realidad en los centros de nuestra Comunidad”. En este sentido, considera que su impresión personal es que no se producen tantos casos como se suponen, pero que, “efectivamente, los casos que se producen no deberían producirse nunca”.

Formación

Un pilar fundamental de este documento es la formación de todos los componentes del sistema educativo. Precisamente, esta semana han comenzado ya los cursos de formación sobre la convivencia escolar dirigidos a los inspectores y asesores. Unos días más tarde, recibirán estos cursos los directores, orientadores escolares y profesores de los centros. Los padres y las madres de los alumnos también recibirán información sobre cómo deben detectar y actuar ante un caso de violencia escolar, pero lo harán a través de uno de los programas que desarrolla la Consejería desde el año pasado, el Programa de Fomento y Participación. Y sin duda alguna, a los alumnos también irán dirigidas conferencias, jornadas y cursos en las que tendrán a su disposición todas las herramientas necesarias para evitar y actuar ante estos casos. Por otro lado, Guisasola nos adelantó que el siguiente paso será crear un Observatorio de Violencia, un “proyecto para el que necesitaremos el apoyo de otras Consejerías como la de Familia o Sanidad e incluso la Subdelegación del Gobierno”, apuntó.
 

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