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Los varones de medios rurales son más racistas

El estudio sociológico Investigando Prejuicios revela que las tendencias xenófobas y racistas están presentes en la población adolescente y juvenil asturiana de manera inconsciente.
Miércoles, 23 de febrero de 2005
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Autor: Belén BRITO

El informe Investigando Prejuicios concluye la necesidad de iniciar campañas contra el racismo en los institutos. El planteamiento principal es elaborar un programa de sensibilización general para modificar sus actitudes frentes a los “diferentes”.

El estudio, elaborado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo, en colaboración con el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad en Asturias, determina que la población gitana y los inmigrantes son los grupos que sufren más prejuicios en la sociedad asturiana. Respecto a los inmigrantes, la actitud de los ciudadanos es cada vez más hostil, por lo que la xenofobia se está extendiendo de forma preocupante, a pesar de las recomendaciones de instituciones comunitarias.

Las cifras

La investigación se ha realizado entre 1.300 alumnos de Enseñanza Secundaria y Bachillerato, de los cuales 631 eran varones y 669 mujeres. Las edades de los participantes oscilan entre 12 y 17 años, la media corresponde a 15 años. Además, los estudiantes han sido representativos de las realidades asturianas, así 663 pertenecían a núcleos urbanos y 637 al medio rural. Cabe destacar que Asturias tiene un colectivo inmigrante y gitano menor con respecto a otras comunidades españolas.

Los resultados arrojan que un 58,2% de varones presentan un mayor grado de prejuicio frente a un 52,10% de mujeres. El hábitat es también destacable, ya que un 59,67% de jóvenes residentes en zonas rurales tienen más prejuicios que el 50,49% de los habitantes de zonas urbanas. En cuanto a la clase social, la clase alta muestra más recelos a estos colectivos que la clase media, mientras que la clase baja se encuentra a mitad de camino.

Recomendaciones

A partir de la realidad esbozada en este estudio no es suficiente el contacto entre los diversos grupos para acabar con la discriminación y el racismo. Por ello, las autoridades de política social deberían examinar las instituciones sociales y las prácticas normalizadas en la sociedad. De esta manera, los expertos creen necesario “despertar el prejuicio, hacerlo manifiesto, removerlo y finalmente superarlo, puesto que la falta de conciencia de ser racista es responsable del endurecimiento y persistencia de esta actitud latente”.

Este nuevo informe pretende cambiar este panorama, empezando desde los cimientos: los jóvenes.

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